Apenas a una semana de las elecciones presidenciales el panorama se ve bastante claro: lo que se venía viendo desde hace poco más de un año y se confirmó en la primera vuelta, se ratificará el Domingo 15: el pueblo colombiano rechaza abrumadoramente la reelección del Presidente traidor al mandato popular, Juan Manuel Santos.
En la primera vuelta, pese a la ratificación de las bases conservadoras de que no le jalan a la senda en mermelada que le propusieron los mercenarios parlamentarios santistas de su partido, y la sorpresa del apoyo electoral significativo a Clara López, se decantó el voto por la polarización que se ha venido configurando a lo largo de este período presidencial.
Por un lado, el engaño del Foro de Sao Paulo, utilizando la cartilla chavista de la toma del poder por la vía electoral, para luego instaurar el totalitarismo comunista denominado con su lema light de Socialismo del Siglo XXI, es el castro chavismo a la colombiana, representada en la opción de la reelección presidencial. Esa opción, a pesar de la enorme inversión billonaria en mermelada, del acoso del “establishment”, desde el gobierno como un solo hombre abusando del poder, pasando por el poder judicial montando persecuciones contra el uribismo y terminando con la “gran” prensa manipulando la información a favor de la reelección, a tal punto que mereció una severa reprimenda de uno de los decanos del periodismo nacional, Juan Gossaín. Repito a pesar de ese gigante ventajismo, el Presidente traidor al mandato popular, Juan Manuel Santos, no logró el respaldo sino de un cuarto del electorado, un Presidente que en reelección no logre al menos un 40% de apoyo popular, se considera un fracaso total.
En contrapartida está la opción de retomar el rumbo. De volver a la senda de Seguridad Democrática, la confianza inversionista, la cohesión social, el Estado austero y el diálogo popular que nos dejó el Presidente Uribe y que está representada en esta contienda electoral por su movimiento el Centro Democrático y su abanderado Oscar Iván Zuluaga. Esta opción ganó en la primera vuelta con cerca del 30% de la votación. Este resonante triunfo se debe qué duda cabe al enorme apoyo que suscita Uribe, quién se ganó el trofeo de gran estratega político con este triunfo y a la apabullante personalidad de Oscar Iván Zuluaga, su talante político, su seriedad y su programa, que conjunto con una muy bien diseñada y ejecutada campaña, lo convirtió de un personaje desconocido y desabrido, en el próximo Presidente de la República.
En el artículo anterior hacíamos una proyección del voto en la segunda vuelta, pronosticando un resultado de 47% para Zuluaga y 39% para Juan Manuel Santos, este pronóstico parece confirmarse con la última encuesta de IPSOS (que tiene gran significación por ser la encuesta de los medios baluartes de la reelección Semana y RCN) pues mi proyección está dentro del rango del error muestra: 49% para Zuluaga y 41% para Santos.
En esta recta final no queda más sino seguir el ejemplo de nuestro líder, Álvaro Uribe, “trabajar, trabajar y trabajar”, consolidar nuestro voto seguro y atraer el voto indeciso aún hacia nuestro candidato. Estamos sólo un paso de lograr un nuestro objetivo: impedir la implantación del castro chavismo en Colombia, esto lo lograremos con la elección de Oscar Iván Zuluaga como próximo Presidente de la República.
Director editorial pensamientocolombia.org
