La vecindad del Chavo

Se abre el telón no del teatro sino de la carpa del circo y sale el presentador inspirador de poetas, cantantes e ideólogos, toda una -perdón- un Mussa y con propiedad se autoproclama como el gran hermano, ¡no!, ell gran vencedor de las parlamentarias y parlamentarios. Se escucha tras el telón un inaguantable sollozo por el cual, espantados, salen a  amortiguarlo y el propio Mussa dice …ve…sa y le dices al Ńoño que no llore tanto.

En efecto señores el Ńoño implacablemente llora, porque el inspirador de los poetas le ganó en mermelada lid; pero se desquita el Ńoño e igual grita; me tumbaste, pero no fui el único tumbado, porque en Sucre el tumbado fuiste tú, o pregúntaselo a Moncho el papá de la chilindrina. El Ńoño se desahoga un poco y acampa escuchando a todo timbal un porro de su gran proyecto, el Festival Nacional del Porro en San Pelayo, que ahora como desquite con Mussa amenaza con declararlo festival interplanetario.

Pero bueno, igual pasa la escena y se enciende cuando el Kike, ¿que Kike? Sí, el Kike, el gran pensador y organizador de la campaña de Tere; ¿Cuál Tere? La alemana, sí la alemana, bueno eso no importa, el Kike, el narizón, el que aspira, ¿aspira? ¿Aspira qué? Bueno, todo lo que se aspira, el del tuto que igual aspira todo, bien, lo importante es que el Kike propone que salga un presidente costeño y es de recordar a las eminencias de Ńoño  y Mussa… ¿que qué?… ¿ese Kike será tan pensador para ocurrírsele eso? Yo no creo, porque el porro no lo deja pensar…¿entonces es otro Kike? Sí debe ser otro, de algún rosal… no importa quién, sino que eso no va.

Ingresa a la escena Fabiola; ¿Cuál Fabiola? ¿La de sábados felices? No ombe, no es Fabiola, es la señorita de la gobernación de Sucre, la de la Secretaria privada, que corretea al gobernador sudada, para que le firme la compra de los libros y tecnología; él le dice que sí, pero si lo deja hablar en el discurso de despedida de monseñor Nel Beltrán; trato hecho, y de hecho el gober después de trabas superadas habló.

Se escucha de repente una correndilla detrás del telón y esta vez es plaza, ¿plaza? ¿Plaza de Majagual? No ombe, plaza, que estremece al niño Julio Miguel, el de las estrellas, ¿estrellas?, ¿querrás decir el Guerra? Sí ombe; que debe presentar el proyecto en plenaria del Senado de instaurar la hora de levantada a las 4pm. ¡No señor! … a las cuatro menos cinco pm, pero bueno ese proyecto se hundió porque el ponente no se levantó.

Ni toda la música crossover de Mario Fernández, el senador rojo, el vale de Héctor, sí, Héctor, ¿el de nieves? No ombe; más bien este Héctor, junto con Simoncito, buscan uno igual al de nieves; este es el que se cree ahora del Olimpo y que con un rayo promete acabar a Comfasucre; sí, ese, Mario, el mismo que se extasía con la cultura del pop…bueno…ni eso pudo levantar al niño Julito; para eso tiene prima camandulera, que reza no solo por él sino por Uribe y hasta por su hermano Toñito, para que no se le ahogara y como que escucharon a la María, la del rosario en la mano, sin importar con el mazo que le dio a “pacho” Santos.

Está que se cierra la primera parte del circo, faltando muchos actores, aun cuando aparece John, el de los papeles, ¿cuáles papeles? Ombe el que los escanea, el de langosta y Miami, el que  dice “el hospital de Sincelejo es un bitar, perdón vital para Sucre” y por eso así sea falseando espera desojar margaritas, ya sea procuradoras o de los que en compañía despelucha una institución que creen que nadie ve, ni siquiera Yor, ¿cuál Yor? El de Villa Piki; ¿Villa Piki o Electrosucre?; ese es el que más la ve.

Entre chanza y chanza esto, apto para sucreños, demuestra en manos de quién están el país y Sucre. Lastimosamente es más serio un circo que este lamentable escenario.

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