En estos días me puse a pensar en la necesidad de un programa para mejorar el servicio de TransMilenio, preguntándome: ¿Cuál será el problema más grave del sistema?, se me vino a la mente algunos como: El mal estado de las vías troncales, el aumento de la inseguridad, los vendedores ambulantes, los habitantes de la calle, la unificación de las tarjetas, el aumento en la accidentalidad, la auto sostenibilidad del sistema, el deterioro de las estaciones y una marcada tendencia por esconder la verdadera dimensión de los problemas, entre otros.
Hoy podría decir sin temor a equivocarme, mirando los múltiples inconvenientes sin solucionar, el más grave y convirtiéndose en una bomba de tiempo son los colados.
Leyendo las últimas noticias al respecto, tengo que realizar las siguientes aclaraciones y reflexiones: Como el papel aguanta todo, las cifras que se mencionan de 60.000 colados en el sistema corresponden a las que se tenían hace varios años atrás. Según proyecciones y como se ha desbordado esta práctica los colados deben estar cerca a los 180.000.
Para dimensionar el problema, esto equivale a realizar todos los viajes públicos gratis en una ciudad intermedia menor de 500.000 habitantes como Pereira, Neiva, Armenia y otras. Esta realidad genera grandes inconvenientes en la operación, ya que la programación de los servicios se realizan acorde al número de usuarios que entran al sistema pagando, esto quiere decir que el déficit en la oferta de los servicios viene desde su programación ya que estos colados no son tenidos en cuenta, desde luego no tendrían por qué hacerlo, en términos proporcionales equivale a utilizar cerca del 10% de la flota para transportar los colados.
Desde ahora y cuando no se ha implementado en su totalidad el SITP zonal, quiero advertir, que el tema de los colados en Transmilenio va a ser un problema insignificante comparado con los que se van a presentar en el SITP, como se conoce técnicamente van a propiciar “la evasión forzada”, ya que en el inicio y trayecto de las rutas no hay como adquirir ni cargar una tarjeta en las horas en que los habitantes de la ciudad se desplazan a sus diferentes actividades y solo se pueden encontrar estos puntos disponibles, después de las 8 a 9 am cuando abren el comercio del sector, lo que va a obligar a los usuarios de los buses zonales a colarse en estos. Como viene pasando en las últimas administraciones, se podría aplicar uno de los famosos proverbios del Chapulín Colorado: “soldado advertido, cate que no lo vi”.
