Las Farc se consolidan como el mayor cartel de narcotráfico del país

Informe revela que la actividad está plenamente articulada desde el secretariado general. Francotiradores, mecanismo principal de protección de esta actividad.

Las Farc sí son uno de los mayores carteles de la droga, así lo advierte un informe elaborado por inteligencia de la Policía, entregado a la delegación del Gobierno que abordó el tema del narcotráfico en la agenda de negociación de La Habana, en el que se establece la vinculación directa y control de esta guerrilla sobre todas las fases de la cadena del narcotráfico.

De acuerdo con esta investigación conocida por El Espectador, en la actualidad las Farc son la organización que concentra la mayor participación y control de este negocio ilícito, debido a la ubicación de 73 estructuras (60% de las 122) -ubicadas en 18 departamentos y 98 municipios- en áreas de cultivo, producción y actividades de tráfico internacional de estupefacientes.

A pesar de que en la mesa de diálogos las Farc insistan en que "son un grupo rebelde" y que no admitirán que se les trate como narcotraficantes, lo cierto es que esta investigación determinó que la participación en el negocio de las drogas es establecida directamente por los integrantes del secretariado y no como actividades desarticuladas que emprenden algunos frentes. Todo lo contrario, son los miembros del secretariado los responsables de orientar el manejo del negocio ilegal, las finanzas provenientes de éste y la estrategia de su manejo a nivel de bloques y frentes.

De hecho como estrategia para proteger las zonas de cultivo en áreas de su influencia, las Farc han recurrido al uso de francotiradores e instalación de campos minados para frenar el avance en la lucha antidroga. En las actividades de erradicación manual de cultivos ilícitos desde 2008 a 2015, han resultado 71 policías y erradicadores muertos y 405 más lesionados por atentados en plantaciones.

Si bien los enfrentamientos directos se han reducido casi a cero, dentro del acuerdo de cese al fuego, la protección de los cultivos con el uso de francotiradores se ha mantenido intacta y al parecer es la única que ha dejado muertos en la fuerza pública en los últimos meses. (Lea: Francotirador de las Farc volvió a atacar a otro soldado en Caquetá).

Este miércoles el propio presidente Juan Manuel Santos dijo que “los francotiradores están matando como patos a nuestros soldado” y reconoció que las Farc viven del narcotráfico. (Lea: Francotiradores están matando a nuestros soldados como patos: Santos)

En la actualidad las Farc mantienen una estrategia para frenar la erradicación manual en Putumayo, Caquetá, Nariño, Cauca, Chocó, Antioquia, Córdoba y Norte de Santander.

Entre la promesa de la guerrilla de abandonar sus vínculos con el narcotráfico y colaborar en la destrucción de laboratorios y la detección de corredores de exportación en el marco de los diálogos de paz y la decisión del Consejo Nacional de Estupefacientes de suspender las aspersiones aéreas con glifosato -acatando la recomendación hecha por la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC) al clasificarlo como un agente “probablemente cancerígeno”- el área cultivada con coca en el país alcanzó el año pasado niveles que no se habían visto en mucho tiempo.

En marzo, la Oficina Nacional para el Control de las Drogas, ONDCP, reveló que en dos últimos años se duplicó el área cultivada con coca en el territorio nacional. Al cierre de 2015 esta alcanzaba 159.000 hectáreas, una cifra que no se veía desde 2007. Apenas en 2014 y 2015 el aumento fue de 42%. En 2013 se había logrado uno de los datos más bajos de área cultivada con 80.500.

Hoy, casi un año después de esa decisión, el Consejo Nacional de Estupefacientes le dio luz verde al uso del cuestionado herbicida pero con algunas condiciones: sólo lo podrá hacer con fumigación directa; implementar un protocolo de seguridad; proponer un plan de manejo ambiental que tendrá que ser avalado por la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales; que se lleve a cabo una evaluación a la prueba piloto que realiza la Policía Antinarcóticos desde finales del año pasado en Chocó y Nariño. (Lea: Consejo de Estupefacientes avaló fumigación con glifosato)

Los problemas de alcance de la erradicación manual y la estrategia de defensa de sus cultivos les permitió a las Farc consolidarse durante este tiempo en áreas de manejo integral del negocio del narcotáfico, es decir en donde participan de toda la cadena.

Estas zonas son: Pacífico: Nariño, Cauca, Valle y Chocó, a través de los frentes 29, 6, 8, 60, 30, 57 y la columna móvil Daniel Aldana. Llanos Orientales: Guaviare, Meta, Vichada, Guainía, Arauca y Vaupés, con los frentes 1, 7, 10, 16, 27, 40, 43 y Acacio Medina y en el sur del país en los departamentos de Caquetá y Putumayo, con los frentes 15, 32, 63 y 48.

La otra zona la constituyen el Bajo Cauca Antioqueño, Córdoba, Sur de Bolívar y Norte de Santander, con los frentes 18, 33, 36, 57 y 58, a través de la frontera con Venezuela, Urabá y la región del Darién (Panamá).

Los frentes 7, 58, 40, 27, 15, 14, 36, 18, 4, 8, 6 son las estructuras de mayor importancia en esta actividad, siendo los responsables del control operativo en las zonas de cultivos donde no delinquen las estructuras narcotizadas.

De los más de 60 frentes que tiene las Farc, en la actualidad al menos el 50% de éstos controlan la actividad del narcotráfico en su región de influencia, lo que demuestra que esta organización está más cerca del negocio que lo que sus jefes quieren reconocer en La Habana.

En total son 55 cabecillas narcotraficantes de las Farc, de los cuales 30 están requeridos en extradición por EE.UU. y 15 tienen notificación roja de Interpol.

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