Las Farc y el supuesto bloque de poder popular

Las Farc que según el acuerdo de La Habana del martes 19 de enero, se concentraran en varios sitios de la geografía nacional, durante un periodo de 12 meses prorrogables para un cese bilateral del fuego con el gobierno, buscaran dilatar su permanencia en los lugares escogidos, así como ocurrió con Casa Verde en donde duraron de 1984 a 1990, ello para desarrollar su estrategia hacia la toma del poder y pretendiendo además eludir a la Corte Penal Internacional, para no responder por crímenes de guerra y delitos de lesa humanidad, amparándose en la jurisdicción especial para la paz acordada el 23 de septiembre del año anterior en Cuba.

Dentro de las intenciones de la narcoguerrilla, durante el periodo de transición o posconflicto ( para el gobierno) pretende crear su “bloque de poder popular” en donde según las cuentas de algunos apologistas del marxismo, por arte de magia o como en la venida del espíritu santo, el pueblo colombiano se alineara con las Farc, sin importarle su responsabilidad en las montañas de cadáveres, desgracias y sufrimientos que trajo la banda armada a lo largo de 51 años, para tomarse el poder y crear una dictadura comunista por los siglos de los siglos.

El comunismo totalitario doctrina que siguen las Farc es fetichista, aunque traten de presentarlo falsamente como innovador, pues su carácter sigue siendo supersticioso y criminal, convirtiéndose durante su existencia en la organización genocida más grande que ha existido sobre la faz de la tierra en toda la historia, quedando plenamente demostrado con el asesinato de más de 150 millones de seres humanos, perpetrado por sus figuras más conspicuas como son: Stalin, Pol Pot, Lenin, Mao Zedong, Kim Il Sung, Fidel Castro, etc. Entonces el sofisma de que el marxismo ha fracasado en varias partes del planeta porque no ha tenido una aplicación correcta, es una gran mentira, ya que la heterodoxia no cabe en ese engendro, pues sus dogmas han sido el de la lucha de clases como una vendetta y el de la violencia partera de la historia, que no se le aplica a los pueblos cuando son dóciles y se someten a sus condiciones, que es lo que buscan las Farc en Colombia con el proceso de paz y para eso quieren crear el bloque de poder popular.

La Celac (comunidad de estados latinoamericanos y del Caribe) organismo promovido por Hugo Chávez para acabar con la OEA y crear la Unión Soviética Latinoamericana, ya que el orate era un nostálgico de la guerra fría y nunca admitió en su mente febril la caída del muro de Berlín, ese organismo es precisamente el encargado de apoyara al Consejo de seguridad de la ONU para supuestamente garantizar y verificar el cumplimiento del cese bilateral de fuego entre el gobierno de Santos y las Farc, lo cual es demostrativo de que la neutralidad de la Celac queda en entredicho; advirtiendo que el dictador cubano Raúl Castro fue presidente pro témpore y el mandatario del Ecuador, Rafael Correa es su actual presidente hasta el 28 de enero, siendo el par de personajes miembros del Foro de Sao Pablo y fanáticos patológicos del socialismo del siglo Excl.

El denominado “bloque de poder popular” que pretenden montar las Farc con motivo del fin del conflicto, va ha ser inoculado por la irracionalidad y bestialidad marxista, siguiendo las enseñanzas principalmente del comunista italiano Antonio Gramsci, quien hacía de la sin razón su gran propuesta, en donde los seguidores del comunismo totalitario deberían de tener comportamiento de pandilla o mafia, sin importar la opinión ajena, pues el desprecio a las masas ha sido premisa fundamental del marxismo leninismo, en donde términos como antiimperialismo y antioligarquia se convierten en una fijación para obsesionar a los ciudadanos, buscando crear en las colectividades una pasión desenfrenada de enemistad en contra de algo que están lejos de comprender, pero que la superchería comunista utiliza en aras de sus objetivos burocráticos para conquistar el poder del estado.

Los contradictores de Karl Marx en la primera internacional de los trabajadores en el siglo XIX, quienes le propinaron una humillante derrota ideológica, criticaban el absolutismo de ese señor, pues desconocía por completo elementos del desarrollo histórico de la humanidad: se trata del temperamento y carácter particular de cada raza y cada pueblo, elementos que son a su vez los productos de una multitud de causas etnológicas, climatológicas y económicas, así como históricas, pero que ejercen, independientemente de las condiciones económicas de cada país, una considerable influencia sobre sus destinos y sobre el desarrollo de las fuerzas productivas.

Por ello de acuerdo a lo anterior, el querer convertir a la población colombiana en un rebaño con el sofisma del “bloque de poder popular” que buscan propiciar las Farc, en donde al unisonó la sociedad civil se plegue mansa y mecánicamente a lo que diga el grupo narcoterrorista, es un exabrupto, porque la capacidad intelectual e ideológica de los miembros de las Farc es inexistente y su discurso miserabilista es totalmente anquilosado respondiendo por simple inercia a una situación alejada de la realidad, y es precisamente por eso que los cabecillas de las Farc le huyen al debate ideológico en los variados temas, principalmente sobre la vigencia histórica de marxismo, quedando evidenciado que la banda armada esta derrotada ideológicamente, y dentro de la legalidad como partido político a futuro será imposible que seduzca a cualquier sector importante de la ciudadanía.

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