Lecciones de populismo

Europa va de cola para el estanco según proyecciones hasta el año 2030, en el cual perdería la cuarta parte de su importancia relativa en el marco mundial. Y esa cola se llama España, Grecia, Portugal…  Asia como América Latina le están horadando su peso específico. Surge y crece el populismo de derecha y de izquierda. Es tan agudo el asunto en España que se ha desatado con fuerza un populismo llamado “Podemos”. Y lo singular es que su ideólogo es un profesor argentino recién fallecido, Ernesto Laclau. Quien dejó como legado la tesis de crear referentes de identidad popular y símbolos para unificar las masas (ya no el proletariado) en asuntos puntuales como el abuso cotidiano del sector financiero, los indignados, la hiperconcentración de la riqueza, la destrucción de la naturaleza. En suma el populismo español se está nutriendo de este hemisferio, lo cual es parte del síntoma descrito. Laclau tuvo simpatías con el peronismo, su padre fue militante y como es usual en los malabarismos teóricos de los académicos metidos en política, logró plasmar una tesis en que un caudillismo autocrático de estirpe fascista como el de Perón resulta ser la fórmula que sacará a la empobrecida España de ser un país en vías al subdesarrollo.

Pablo Iglesias líder de “Podemos”, en consonancia con el legado del argentino, utiliza un lenguaje del argot deportivo. Dice “es hora de parar el balón y levantar la cabeza”. Nuestro movimiento tiene “hambre de pista” y en la última elección “nos han faltado metros”. En suma repite a su mentor el che Laclau, quien a su turno repite a Marx, con la parodia del “hay que tomar el cielo por asalto”. Pero en esta violencia teórica contra Marx (el marxismo sin proletariado es fascismo) lo que los populistas entienden por tomar el cielo es llegar al erario… y de ese modo liquidan al país huésped. El mejor botón de muestra es precisamente Argentina, país que es el de más tradición populista, pasó en menos de un siglo, de ser una potencia económica mundial a convertirse en uno en default. El populismo como la resaca tras la borrachera genera dictaduras. El populismo empobrece al pueblo y no solo a la “plebe” para usar el término de Laclau, vía la inflación es decir “la moneda ladrona”. Presente en Argentina desde hace décadas, y ahora en Venezuela. En ambos países la dirigencia se está enriqueciendo vía el control de cambios y la información privilegiada.

Como este debate está candente en Internet y de él participan notables personalidades que me han picado la lengua. Solo diré si me perdonan la palabreja que es un atropello “nosológico” que el país de Borges, Sábato, Quino, sea gobernado por caudillos que tras fallecer perpetúan el régimen  con sus compañeras de farándula o simples cabareteras como Estela de Perón. En la Bombonera bonaerense con  Alfonso Bonilla Aragón escuchábamos alguna vez, los gritos de “Puto o ladrón queremos a Perón”.  Que ese perfil de gobierno cleptocrático rija sobre los profesores como Laclau que no percibió en ello ningún escándalo es asombroso, pues niega la necesidad de todo mérito para gobernar. Y que luego nos dicte orondo, clases sobre libertad y orden, lo es aún más. Ese es el faro de luz que se ha convertido en guía de la madre España. Y de algunos, no todos, los países de Unasur.
Les deseo a los lectores un buen fin de fiestas navideñas y de año nuevo.

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