“Lo obvio y aburrido”

De acuerdo con informaciones recientes de los medios de comunicación, las 18 organizaciones de retirados de las Fuerzas Armadas del país, le solicitaron una reunión a Enrique Santiago Romero, abogado español que funge como asesor jurídico de las Farc. Este señor figura como uno de los coautores del inefable acuerdo sobre Justicia Transicional de La Habana, es miembro militante del partido Comunista Español y su hoja de vida en el ejercicio de su profesión no nos merece confianza.

En dicha reunión les comentó Santiago Romero a los exmilitares, que las Farc reconocerán en los juicios de dicha Justicia, solamente “lo que es obvio y aburrido; pero que no van a reconocer todos los crímenes que la justicia internacional les juzgaría de manera subsidiaria o adicional”.

Opino que merecen la libertad con impunidad total y sin mucha Justicia Transicional todos los niños que fueron secuestrados para incorporarlos a las filas guerrilleras. A estos debemos, quizá, enseñarles de nuevo principios éticos y morales, a leer, las matemáticas elementales y un oficio para ganarse la vida. No así a los cabecillas de las Farc.

Muy bien, la Justicia Transicional “deliberadamente vaga y aplicada por unos tribunales incompetentes o indulgentes”, como teme The New York Times, tribunales nombrados por el Gobierno y las Farc para conceder la impunidad con sanciones insignificantes, comenzará a actuar y a exhibirle tanto al país como a la justicia internacional, un sin número de cabecillas guerrilleros con penas simbólicas, con curules en el Congreso y demás órganos de gobierno, y me pregunto: ¿acaso no llamará esto la atención de la justicia internacional para actuar de manera ‘subsidiaria o adicional’?

Dudo mucho que la Unodc, United Nations Office on Drugs, no compruebe por medio de sus precisas e irrefutables fotografías aéreas que los cultivos de cocaína continúan creciendo en forma desmedida en Colombia y que, informaciones relativas a la expansión de estos cultivos vayan a parar a manos de la justicia internacional, a la que le temen tanto no solo el Gobierno sino las mismas Frac, y que, con este pretexto, además del de los párrafos anteriores, actúen de manera ‘subsidiaria o adicional’.

Estoy muy seguro de que los Estados Unidos no los van a retirar de la lista de terroristas, porque autoridades estadounidenses de la mayor jerarquía han coincidido en sostener que “las Farc no se van a retirar de dicha lista mientras no se desarmen, suspendan sus actividades criminales y dejen de ser una amenaza para los intereses de EE.UU”.

Conclusiones sobre la verdad, la justicia, la reparación y la no repetición. La verdad se limitará a lo obvio y aburrido. Con base en lo obvio y aburrido, la Justicia Transicional se caracterizará por su indulgencia con la guerrilla y la severidad con todos los demás colombianos. La reparación correrá por cuenta de los asfixiados contribuyentes. Y la no repetición será algo imposible en un mar de coca.

El “congresito” o la Asamblea Constituyente con mayorías de las Farc y sus amigos procomunistas, con congresistas o constituyentes elegidos por todos estos, con el fin de modificar nuestras instituciones de acuerdo con la Plataforma Bolivariana, también deberían preocupar a la comunidad internacional, porque conduce a la “venezolanización” de Colombia. ¿Otra razón para actuar de manera ‘subsidiaria o adicional’?

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