Los encuentros con la sabiduría en la era tecnológica

Sabiduría 11 Amad la justicia, los que juzgáis la tierra, / pensad rectamente del Señor y con sencillez de corazón buscadle. / 2 Porque se deja hallar de los que no le tientan, / se manifiesta a los que no desconfían de él. / 3 Pues los pensamientos tortuosos apartan de Dios y el Poder, puesto a prueba, rechaza a los insensatos. / 4 En efecto, en alma fraudulenta no entra la Sabiduría, / no habita en cuerpo sometido al pecado; / 5 pues el espíritu santo que nos educa huye del engaño, / se aleja de los pensamientos necios / y se ve rechazado al sobrevenir la iniquidad. / 6 La Sabiduría es un espíritu que ama al hombre, / pero no deja sin castigo los labios del blasfemo; / que Dios es testigo de sus riñones, / observador veraz de su corazón / y oye cuanto dice su lengua. / 7 Porque el espíritu del Señor llena la tierra / y él, que todo lo mantiene unido, tiene conocimiento de toda palabra. / 8 Nadie, pues, que profiera iniquidades quedará oculto, / ni le pasará por alto la Justicia vengadora. / 9 Las deliberaciones del impío serán examinadas; / el eco de sus palabras llegará hasta el Señor / para castigo de sus maldades. / 10 Un oído celoso lo escucha todo, / no se le oculta ni el rumor de la murmuración. / 11 Guardaos, pues, de murmuraciones inútiles, / preservad vuestra lengua de la maledicencia; / que la palabra más secreta no se pronuncia en vano, / y la boca mentirosa da muerte al alma.

No es fácil encontrarse con ella, aunque no se esconde. Está a la vista de todos; por ejemplo, en una columna periodística. Pero solo la presentimos y entendemos si acogemos su palabra. Viene en frases, situaciones; para verla se requiere una necesidad sincera, después de una infructuosa búsqueda y, casi siempre se la ve, después de los hechos. Otras veces, el encuentro es dramáticamente insoslayable, antes de los hechos, en relación con una verdad que evadimos y que puede ser fatal.

Tal ocurrió el1º de septiembre de 1994 cuando Michael Drosnin voló a Jerusalén para advertirle a Itzak Rabin, Primer Ministro israelí, que sería asesinado, según se había descubierto en La Torá mediante un código matemático.

El primero en intuir que tal código existía fue el rabino H.M. Weissmandel, hace más de 70 años. Pero fue en realidad el Dr. Eliyahu Rips, experto mundial en teoría de grupos (modelo matemático en que se basa la física cuántica), quien lo descubrió, y posteriormente otro físico israelí, Doron Witztum, quien completara el modelo matemático para descifrar el código, corroborado por matemáticos de la Universidad de Harvard, Yale y la Universidad Hebrea. También fue verificado por un experto en decodificación del Departamento de Defensa de los Estados Unidos. El descubrimiento se anunció primero en la revista norteamericana especializada “Statistical Science”, no sin antes someterlo al análisis de otros expertos. El experimento original fue llamado "Secuencias equidistantes de letras en el libro del Génesis", en cuyo resumen se leía: "El análisis aleatorio señala la existencia de información oculta en el texto del Génesis, imbricada en forma de secuencias equidistantes de letras. Su nivel de acierto es del 99.998%".

En su carta a Rabín, Drosnin le comentaba: «Un matemático israelí ha descubierto en la Biblia un código oculto que parece revelar hechos ocurridos miles de años después de que fuera escrita La Torá. Si me he permitido escribirle es porque la única vez que su nombre completo Itzhak Rabin-aparece codificado en la Biblia, las palabras "asesino que asesinará" lo cruzan. Esto no debería tomarse a la ligera, toda vez que los asesinatos de Anwar al-Sadat y de John y Robert Kennedy también aparecen codificados en la Biblia; en el caso de Sadat, con el nombre completo del homicida, la fecha y el lugar del atentado, y el modo de perpetrarlo. Creo que corre usted un grave peligro, pero también que el peligro puede ser evitado.» Rabín evadió el asunto y dijo que él no creía en esas cosas. El 4 de noviembre de 1995 llegó la terrible confirmación. Un hombre que se creía mandado por Dios acababa de disparar a Rabin por la espalda.

Durante tres mil años, el atentado había permanecido oculto en el Código Secreto de la Biblia. La muerte de Rabin vino a confirmar, de manera dramática, que el código oculto en el Antiguo Testamento que vaticina el futuro, es una realidad innegable. El asesinato de Rabin no es el único acontecimiento moderno del que se da cuenta en el código. Además de los atentados contra Sadat o los hermanos Kennedy, en la Biblia están codificados centenares de hechos cruciales para el mundo, desde la segunda guerra mundial hasta el escándalo del Watergate, el Holocausto, la bomba de Hiroshima, la llegada del hombre a la Luna o el reciente impacto de un cometa en Júpiter, la guerra del Golfo, etc. Desde luego que los hechos presentados se pueden estudiar ampliamente en “El código secreto de la Biblia” y los libros que le siguen. Ahora bien, las ‘revelaciones proféticas’ que conciernen al futuro no son deterministas, pueden evitarse. Además, el ‘creador’ del Código, por sus características útiles, demuestra poseer una inteligencia y un conocimiento y manejo de la dimensión temporal que no corresponden a características humanas, pero sí orientadas a que los humanos tomemos decisiones positivas, evitando los peligros.

Si aceptamos que La Biblia ha sido inspirada por una inteligencia superior que en términos religiosos denominamos Espíritu Santo; y que el propósito de las sagradas escrituras es orientar al hombre, entonces como no soy sabio me refiero como guía del siguiente comentario no a la autoridad científica del Código, sino al pragmatismo filosófico de la Biblia de Jerusalén – Edición Pastoral de Desclée de Brouwer en la Introducción del Libro de la Sabiduría de Salomón quien afirma que la sabiduría es el oculto dinamismo que mueve la historia. El Código lo demuestra científicamente.

¿Cómo se adapta la Revelación del libro a nuestro contexto político? Entendiendo cómo ‘funciona’ la sabiduría. El código ha presentado para la mentalidad del siglo 21 una metodología espectacular. Más modesta la mía, para comprender y aceptar la guía de la Sabiduría, utilizo un sencillo método comparativo de versículos y situaciones. El autor del libro que se le atribuye a Salomón la presenta como un ‘Personaje’ que vigila, juzga, toma decisiones que los analistas atribuirían a un estilo literario y los teólogos a una persona, Dios. Lo interesante, son las ‘coincidencias significativas’ de los hechos probatorios de la existencia OBJETIVA de la Sabiduría en una cultura tecnológica, como lo demuestra el Código, lejos de la discusión filosófica que dio origen a LOS TEXTOS. Ejemplos.

En el versículo 1 se perfila la naturaleza del juez: amar la justicia. En contraposición, el versículo 9 dice que las deliberaciones del impío serán examinadas. Que los inventores de la nueva justicia de La Habana, sean impíos o no, no lo sé; pero sus acciones han sido examinadas por la opinión y los medios y definitivamente ‘no aman la justicia’ porque: “Quien ha vivido los horrores de una guerra genocida y a pesar de eso no se toma la justicia en serio, corre el riesgo de convertirse en cómplice.” (Noticias que ponen a pensar por Vicente Durán Casas, S. J. El Tiempo, Marzo 28/16).

En el versículo 3 se perfila la naturaleza del poder. Si se le ‘pone a prueba’ mediante acciones tortuosas o engaños, el ‘actor’ es rechazado (Santos, Farc & Co.) por la voz del pueblo, que es la voz de Dios en las encuestas y los medios, a pesar de la mermelada. El versículo 4 describe el perfil del paisaje intelectual del legalismo interesado: hay artificio, interpretación acomodada, técnica, pero NO HAY SABIDURÍA por lo que carece de autoridad ética. El resultado se ve en los cuestionamientos nacionales e internacionales, las afugias santistas, para la aceptación de las elucubraciones habaneras.

En los versículos 7 al 11 se revelan los servicios de inteligencia de la Sabiduría similares a la INTELIGENCIA que dio origen al Código; podrían ser los santos ángeles que lo escuchan todo, lo sugieren a los que buscan la verdad para que finalmente aflore lo que está en el secreto del corazón de los impíos cuando se trata de política. Las conversaciones habaneras comenzaron en un secreto que no se pudo mantener; los cambios de fecha revelan las contradicciones internas porque la sabiduría es un espíritu que ama al hombre y lo protege; utiliza las herramientas de la cultura para quien sabe diferenciar las leyes del azar de las estadísticas de las ‘coincidencias significativas’. En otros menesteres ‘los ángeles’ son más conocidos por los millones de testimonios de sus intervenciones sabias y oportunas. No es coincidencia que la Biblia incluya maravillosa enseñanzas sobre los diferentes escenarios del poder y cómo se puede ejercer con sabiduría o ignorancia que es siempre la perdición del pueblo y la de los que pretenden engañarla.

Para quienes crean que lo del código es un cuento chino, vale la pena que lean el tercer libro “La predicción final” en donde presenciamos la utilización del mismo por parte de servicios de inteligencia israelíes y norteamericanos en la conjura de planes terroristas.

Si examinamos cuidadosamente la EVIDENCIA que representa el Código, siendo, en este caso la Biblia un texto codificado; sin embargo, la Palabra de Dios que guía a la gente del común, no está codificada en la forma en que los defensores lo afirman. Creo que Dios le presentó al hombres varias posibilidades de conocerlo: la creación, el ceñimiento a las normas libres y sanas de convivencia, es decir, la comunidad; las diferentes formas de amor sano; la ciencia y el conocimiento sofisticado o esotérico, para que cada quien escoja su menú de deleites.

En esta era de los últimos tiempos, el hombre busca a tientas, insaciablemente, el adquirir más conocimientos. Sin embargo, no busca el conocimiento correcto, es decir, la verdad. Dios inspiró al profeta Daniel para grabar grandes profecías referentes a eventos futuros, sin embargo, no se le permitió entenderlos: "Pero tú, Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin: pasarán muchos discurrirán, y la ciencia se aumentará "(Daniel 12: 4.) Estamos viviendo en este "tiempo del fin", una era de la información cuando el conocimiento continúa aumentando rápidamente. Impresionantes, profecías mal entendidas a lo largo del tiempo en los libros de Daniel y Apocalipsis ahora están siendo develadas. Sin embargo, irónicamente, abunda la confusión, pues la gente rechaza la Palabra de Dios como la base adecuada de conocimientos verdaderos.

El Código sencillamente nos ha revelado que La Biblia es un misterio para la mayoría porque simplemente no se puede leer de principio a fin la cubierta como cualquier otro libro y ser entendido. La Palabra de Dios puede ser, además, como un rompecabezas, con miles de piezas de diferentes formas y tamaños, que deben ser puestas juntas en un patrón preciso. Cuando cada pieza encaja a la perfección, toda la Biblia tiene sentido y entonces entenderemos realmente lo que es El Libro de la Vida. Estas piezas, llamadas las verdades de la Biblia, se encuentran dispersos a lo largo del texto. "Porque mandamiento tras mandamiento, mandato sobre mandato, línea sobre línea, aquí un poco y un poco allá "(Is. 28:10) se revelan los secretos de Dios como lo prueba el Código de forma maravillosa.

Pero ¿por qué las verdades de Dios en la vida cotidiana no son tan evidentes? Simplemente porque no tienen la clave necesaria para descifrar el Espíritu Santo de Dios. Él por sí solo abre la mente para entender la Palabra de Dios. I Corintios 2: 9-10 dice: "Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman. Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. “Sólo el poder de Dios le permite a los seres humanos entender los asuntos espirituales o especiales, como algunos del siglo 21. Dios da su Espíritu a los que se "arrepienten" cambian su forma de vida y "creen en el evangelio," las buenas nuevas de la venida del Reino de Dios (Marcos 1: 14-15). Esto implica entregarse a Dios y guardar sus mandamientos, lo que resulta en el crecimiento de la comprensión espiritual y la sabiduría.

En ese contexto, la autoridad científica de la Biblia para el siglo 21… Puede comprobarse a través de la inteligencia informática que dio origen al Código; es decir, inconcebible, sobrehumana. Su autoridad política a través de la aplicación que los servicios de inteligencia le dan para develar posibles atentados; es decir, supera a la CIA, FBI, Mossad, NSA, en su capacidad de detectar lo indetectable. La autoridad moral es indiscutible desde hace siglos. Por lo que "El temor de Jehová es el principio de la sabiduría: un buen entendimiento tienen todos los que practican sus mandamientos" (Sal. 111: 10). De ahí que la lectura del debate habanero, si se hace en el contexto del Libro de la Sabiduría de Salomón, y lo que implica la revelación del Código, nos indicará claramente cómo debemos asumir las expectativas de paz.

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