Los militares en la nueva justicia

La justicia transicional que se aplicaría a los militares, llamados peyorativamente “agentes del estado”, se basa en sofismas absurdos como el de que : “nos rondaba el fantasma de Pinochet, de Videla…”, en falsas premisas como esa de que “militarmente ninguno pudo derrotar al otro” o en la venta de miedos infantiles como aquel de que si no se firma la paz, Colombia perece.

¿Quiénes serán los jueces del Tribunal Especial para la Paz? Con seguridad que la izquierda internacional y empleados chavistas del Alba y Unasur, que han fundado Escuelas Militares en Bolivia con el apoyo de Irán y de Defensa en Ecuador, con el apoyo de China, están desde ya dando pasos para formar parte de esa moderna Inquisición y apachurrar a la institución mas apreciada por los colombianos y el único verdadero muro de contención ante el avance estalinista que nos quisiera someter a la miseria total y a la represión.

Mientras el General Ruiz, Presidente de Acore, ha manifestado el “buen recibo” de las PROMESAS del gobierno a sus militares y policías, el General Bedoya ha dicho que es “desmoralizante” y menciona un factor que es el eje de toda organización armada seria: El Honor, palabra recibida con una velada sonrisa burlona por elites políticas y comerciales, por marxistas leninistas y por delincuentes. Honor, como el del Coronel de Caballería Plazas Vega, quien soportó estoicamente la injusticia sin ceder a las ofertas de reconocer su culpabilidad a cambio de una pena reducida, que es lo que se viene para los militares, inclusive para el mando actual que, como debe ser, obedece las decisiones de su Comandante en Jefe, aunque no tiene que aplaudirlas. Además, el posible desmonte de una felonía importada de Alemania por el fiscal, la teoría Roxin, que convirtió nuestra Fuerzas Militares en una organización criminal, cedería el paso a la pérdida definitiva del Fuero Militar, desmantelado desde el gobierno de Uribe.

Todo este esquema, ha sido otro éxito de las farc que desde Cuba lograron deshacerse de la Justicia Constitucional Colombiana, crear un Tribunal particular para su juzgamiento y traer a los militares a la encerrona. La realidad es que todo está por verse, empezando por cambiar la Constitución, que se hará al mejor estilo chavista y enfatizando nuestra condición de “banana republic”, como ya lo advierten organizaciones internacionales.

Es tiempo que las Reservas salgan de su letargo y se activen políticamente: sus pensiones, sus servicios sociales y su libertad estarán en peligro, pues mientras atienden los requerimientos del Tribunal Especial, sus enemigos narcoterroristas se dedicarán a hacer política y a fabricar leyes bajo la velada amenaza de las armas que no entregarán y el ejercicio de la extorsión, su especialidad.

Share on facebook
Facebook
Share on google
Google+
Share on twitter
Twitter
Share on linkedin
LinkedIn

Buscar

Facebook

Ingresar