Los papeles de Panamá vs la pulcritud interna

¿Cuál fue la motivación para que “Los papeles de Panamá” fueran ‘revelados’ por el consorcio Internacional de Periodistas de Investigación? Porque existe el SECRETO BANCARIO y leyes de confidencialidad a nivel mundial y porque otros sistemas de presión para que ese secreto se flexibilice no han funcionado al servicio de intereses políticos o financieros de diferentes gobiernos. ¿Por qué no funcionan esos medios legales? Porque a los ricos del mundo y a muchos políticos no les conviene. ¿Por qué de los 90 países que conforman CENTROS FINANCIEROS con características de ‘paraísos fiscales’ se escogió a Panamá y no a Suiza? Panamá es un estado débil que se puede presionar mejor. Además, no ceo que los periodistas se metan con las autoridades del Estado de Delaware en EE UU, EL PARAISO FISCAL de Gringolandia por excelencia.

Me llamó la atención que uno de los primeros nombres que salió a la palestra fue el de Vladimir Putin, una persona de interés político, con muchos enemigos. La razón de que sea ‘la prima donna’ del escándalo es sencilla: La sanción contra Rusia por su participación en el conflicto de Ucrania, ya que no se pudo aislar a Rusia del sistema financiero mundial como lo propuso David Cameron (Leer The UK Has A Plan To Cut Off Russian Businesses From The Rest Of The World – El Reino Unido tiene un plan para aislar los negocios rusos del resto del mundo) Además, puede haber otros intereses en juego. Leer (The Law Firm That Works with Oligarchs, Money Launderers, and Dictators – La firma de abogados que trabaja para los oligarcas, lavadores de dinero y dictadores) Si consideramos que el fisco norteamericano pierde 100 mil millones de dólares anualmente por la evasión de impuestos de sus coterráneos en paraísos fiscales cuyos capitales en el extranjero suman UN TRILLÓN de dólares ¿Será que veremos esos nombres expuestos en el escándalo?

Un paraíso fiscal es un país, o un estado dentro de un país confederado, que exime del pago de impuestos a los inversionistas extranjeros o federales que mantienen cuentas bancarias o constituyen sociedades en su territorio. Típicamente conviven dos sistemas fiscales diferentes.

Mientras los ciudadanos y empresas residentes en el propio país están obligados al pago de sus impuestos como en cualquier otro lugar del mundo, los extranjeros gozan en la mayoría de los casos de una exención total, o al menos de una reducción considerable de los impuestos que deben pagar. Esto es así siempre y cuando no realicen negocios dentro del propio paraíso fiscal.

Los estados que aplican este tipo de políticas tributarias lo hacen con la intención de atraer divisas extranjeras para fortalecer su economía. En su mayoría se trata de pequeños países que cuentan con pocos recursos naturales o industriales, o grandes países que sencillamente les gusta el dinero. Difícilmente podrían subsistir de no ser por la boyante industria financiera que crece a la sombra de los capitales extranjeros.

Es decir, un paraíso fiscal es una actividad totalmente legal; sin embargo, en este caso el debate se presenta por ‘el abuso de formas legales’ (constituir empresas de fachada) o derechos de expresión e información tanto de las oficinas que pretenden facilitar una ‘eficiencia financiera’ como de parte de los denunciantes del caso. ¿Cómo se filtró la información confidencial de Mossack & Fonseca?)

Dentro del universo moral de la lucha contra el terrorismo, el lavado de activos y el narcotráfico, los paraísos fiscales se prestan para el uso legal de transferencias y operaciones camufladas de ‘buenos’ y ‘malos’; y para el reclamo de gobiernos. Pero nadie se pegunta por qué el narcotráfico, el terrorismo y el lavado de activos florecen en países que no son paraísos fiscales y la negociación con esos grupos no merecen una sanción internacional. Sin embargo, si los paraísos fiscales son actividades respaldados por la legalidad vigente ¿Por qué se teje un manto de duda alrededor de ellos? Para aprovechar políticamente la ley de la sospecha.

Veamos un ejemplo como hipótesis. Supongamos que el poderoso grupo financiero de un país compra uno de los bancos panameños y a través de ese banco se monta una operación ficticia de lavado de activos por parte de un grupo de interés. Un escándalo en el momento oportuno, pondría presión sobre los accionistas secretos o públicos de los dueños del grupo en el país de origen. ¿A dónde conduciría la ‘investigación de los gobiernos’ sobre ese escándalo? Ahora a Putin se le verá rodeado de los mafiosos mejicanos. Por ese motivo hay paraísos fiscales para las élites mundiales que no aparecerán en el escándalo, y otros para los ricos del montón.

En el mundo financiero el valor de la pulcritud es su tarjeta de presentación. Todos los días vemos el arreglo personal, el esmero para trabajar, el cuidado de las oficinas de representación y de atención al público, la claridad de los términos de negocios, la asesoría para crear la buena impresión del mundo financiero o cualquier acontecimiento que se considere importante. Asociamos con la pulcritud el orden, la disciplina, la educación, cultura y buenos modales, la perseverancia y la congruencia ética. Pensamos que la apariencia externa es la realidad interna de algunas organizaciones. Pero no es así. ¿Se cubrirá el escándalo panameño con la pulcritud externa? Es la única opción, porque la otra, la interna, es desconocida en el campo de los negocios. Describámosla.

Supongamos que, por un ataque espiritual, a su cabeza entra un mal pensamiento. Muchos se toleran. Pero hay otros como matar a la madre, por ejemplo, que al presentarse, así sea por un segundo, producen en la persona de bien un estremecimiento de rechazo visceral, un movimiento de protección de algo muy limpio y puro en nuestra intimidad. Ponga a prueba su sensibilidad sobre esa verdad ensayando una mentira inimaginable sobre usted mismo. Observe su reacción. Nos damos cuenta de que nuestra seguridad interior, nuestro valor como persona, está al alcance de un pensamiento. Es decir, el enemigo está en casa. Hay un área de nuestra alma que no ha sido contaminada por la violencia ‘normal’ o la mentira habitual. Esa área es sagrada porque es inocente. Usted ha descubierto su verdadera alma, la que fue creada por Dios, en donde se da la verdadera pulcritud; no el alma que ha sido condicionada por la sociedad de la que habla Freud. Gracias a ella usted es fuerte en medio de las dificultades. Ahora imagine esa sensibilidad hacia lo correcto en el mundo de los negocios y la política. Es muy difícil imaginarla.

¿Es importante conocer y defender esa alma pura que usted descubrió en usted mismo? Sí. Porque el verdadero negocio de nuestra vida es llegar a la meta para ser invitado a un banquete en donde no se puede fingir el origen, la alcurnia, la pulcritud. No hay apariencias. Se ES lo que se ES. No hay dentro ni fuera, no hay forma; y, sin embargo, ese algo dinamiza, da sentido, es sabio y nos orienta en todo momento, en todas nuestras actividades, si tomamos la decisión de escucharlo. Algunos hombres de negocios con una sensibilidad especial luchan porque el verdadero campo de los negocios sea un servicio desinteresado, sin engaños, con la utilidad justa. Por eso existe el Banco de los Pobres y entidades similares que nos indican que la pulcritud interior no es asunto de clase. Nada parecido a los centros financieros del escándalo, los gobiernos avivatos que lo aprovecharán, ni las falsas promesas socialistas.

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