Mackenzie y los molinos de viento

“Non fuyades, cobardes y viles criaturas, que un solo caballero es el que os acomete.” (Don Quijote en “Don Quijote de la Mancha” de Miguel de Cervantes Saavedra.)

Eduardo Mackenzie es un erudito, una pluma brillante para el periodismo colombiano, agudo, elocuente y prolífico como pocos, quizá el mayor conocedor y estudioso del fenómeno de las guerrillas en Colombia, un referente para entender el contexto de la geopolítica regional y nacional. Hombre a quien le tengo gran aprecio, admiración y respeto.

Don Quijote de la Mancha, lanza en ristre contra los molinos de viento, define plenamente al Mackenzie que hemos estado leyendo en los últimos meses quien, cual Quijote, esgrime columnas como lanzas contra su propio fantasma del candidato presidencial del Centro Democrático, Iván Duque, desde antes de que resultase ungido como único.

Sobre el Centro Democrático

En su columna de ayer, 9 de enero, titulada “Lo del ‘fuego amigo’ es un embuchado”, se lee que desde las orillas de Iván Duque están tratando de “izquierdizar” al Centro Democrático para “contar con la complacencia mediática y con los votos del santismo, del mamertismo y de los verdes” en un proceso de lo que él llama “reorientación ideológica del CD”.

Y es que no hay molino de viento más grande que éste, si nos vamos al documento fundante del Centro Democrático, cuando no era más que una idea, disponible en la página web del Partido bajo el nombre de “Declaración Política”¹. Yo mismo me encargué, cuando no había ni partido ni página web y éramos unos pocos construyendo un sueño, de rescatar este documento y darle el realce que se merecía en un enlace directo como la piedra angular de lo que a futuro sería el proyecto y que hoy es una realidad.

Vale la pena traer a colación algunos apartes de los primeros párrafos de la Declaración Política del 20 de enero de 2013 donde se lee, siendo mías las negrillas, lo siguiente:

“Los asistentes decidieron adelantar un proceso que permita construir una alternativa de Centro Democrático, entendida como un proyecto amplio, participativo, incluyente y suprapartidista, a partir de una plataforma moderna, desarrollista y propositiva…”.

“Se orientarán todos los esfuerzos a conformar una organización permanente y decisiva en la política colombiana, que subraye el carácter ético del servicio público y la eficacia, eficiencia y trasparencia en el manejo del Estado, en beneficio de todos los ciudadanos.”

“La plataforma será construida con todos los sectores. Hacemos una invitación especial al Partido Conservador, al Partido de la U, a sectores liberales y de la izquierda democrática, a otros movimientos políticos y a ciudadanos sin partido.”

Hablar de “izquierdizar” al Centro Democrático sólo porque a Iván Duque lo respaldaron en su aspiración los matices de izquierda del Partido es desconocer la vocación con la que fue creado. Y es que en su columna, la de un Mackenzie obnubilado por las distancias transatlánticas que le separan de la realidad del Centro Democrático, se lee que “Los inventores del deslizamiento semántico quieren hacer creer que como en el uribismo han cohabitado diversos matices de derecha, hay que abrirle ahora la puerta a las corrientes de moda, a la izquierda vegetariana, a los depredadores de la invasión global y hasta a los enemigos de la democracia, para poder hacer del CD un punto de convergencia “inclusivo” y “de todos”.

Cosa extraña una afirmación de éstas en un historiador investigador del calibre de Mackenzie, difícil de contradecir en sus argumentos, como bien lo comprobara recientemente cuando le dio, como se dice vulgarmente, sopa y seco a la mamertada que salió a criticar a María Fernanda Cabal por sus comentarios sobre la “Masacre de las Bananeras”, ofreciéndole su respaldo y reforzando académicamente sus afirmaciones, puesto que como bien quedó plasmado para la historia en la Declaración Política, el Centro Democrático nació como una iniciativa de centro, democrática, donde convergen todos los sectores incluida la izquierda democrática.

Y es que no sólo desconoce los principios que dieron origen al CD al afirmar que en él conviven sólo matices de derecha, sino que trata de incoherentes (o pendejos) a los directivos del Partido cuando plantea que se le están abriendo las puertas a los enemigos de la Democracia, cuando su defensa es su pilar fundamental.

Sobre Iván Duque

Pero trascendamos al Partido. Vámonos a Iván Duque. Un hombre que lleva más de 20 años de formación orientada a servirle al país y al que no hay quien le dé la talla en un debate de los del sonajero presidencial externos a la coalición del NO. Abogado, con estudios superiores en filosofía, humanidades y economía en universidades de talla mundial como Harvard, Georgetown y American University, con experiencia laboral en organismos internacionales. De origen liberal, demócrata, defensor de la república y la institucionalidad, capitalista con alto sentido social. Llamarlo de izquierda es tildar de zurdo al mismísimo presidente Álvaro Uribe, porque en estos hitos, se parecen mucho. Y no sólo se parecen, Duque trabajó al lado de Uribe desde que era un jovencito en el equipo económico de sus dos presidencias.

Pero no nos quedemos en su hoja de vida. Por sus obras los conoceréis, dice la frase. Detengámonos sólo en la demostración de que son molinos de viento: ha defendido la Democracia en América Latina alrededor del mundo, ayudó en la materialización del libro de Uribe, hizo parte de la construcción de programa económico de la candidatura presidencial de Óscar Iván Zuluaga, fue uno de los impulsores del NO en el Plebiscito cuando aún muchos dudaban y planteaban el abstencionismo y fue quien hizo la exposición en su demanda. Fue impulsor de la defensa de la Democracia en Venezuela en los ámbitos parlamentarios latinoamericanos y demandó al dictador Nicolás Maduro en La Haya.

Sobre la sombra de izquierda

En la más reciente entrevista que le hiciera Yamid Amat, Duque se mostró como un demócrata, capitalista, republicano con alto sentido social. No vi la sombra de izquierda por ningún lado. Y si a su pasado en épocas de juventud o a familiares nos vamos, no existe argumento alguno que le manche más que a cualquier joven de 20 años que se esté perfilando políticamente en la vida. Y yo me pregunto, ¿con qué autoridad podría un Mackenzie juzgar por épocas de juventud a Duque? Yo mismo que pasé por las tres universidades públicas más grandes de Colombia me vi seducido por la izquierda entre vino y notas de Silvio, canelazos y adoctrinadores elenos que terminaron amenazándome por borrarles un grafiti que decía: fuera yankies de Colombia.

Mackenzie participó en el renacimiento de la revista de origen liberal Semana en el año 1982, por iniciativa de Felipe López Caballero, hijo de Alfonso López Michelsen, bajo la batuta de Plinio Apuleyo Mendoza, con las máquinas de escribir y compañeros heredados de la revista Alternativa, la misma de Enrique Santos y Gabriel García Márquez, que casualmente compartía el nombre que llevara inicialmente el M-19: Alternativa Democrática. Y algunos de sus compañeros, cuenta la historia, tenían amores por dicho movimiento, que valga decir, aún estaba en la ilegalidad.

Quien siendo joven no sea de izquierda, no tiene corazón. Quien siendo adulto lo siga siendo es un… dice la versión coloquial de la famosa frase. Y es que cabe recordar, no sólo la vocación de centro aglutinador de matices entre izquierda y derecha democráticas por la defensa de la República que dio origen al Partido, sino también la presencia de instituciones de la izquierda histórica de Colombia que han ayudado a consolidar el Partido, como José Obdulio Gaviria o el erudito Jaime Jaramillo Panesso, que pasará a la historia como el padre de la Escuela Nacional Sindical después de haber militado en la Juco y el Moir y ser hoy presidente honorario del Partido, quienes hoy son víctimas de esa izquierda utópica en que creyeron de jóvenes.

Y valga resaltar esos dos nombres otrora de izquierda, porque casualmente, uno de los mayores dedos inquisidores sobre Duque es el de Ricardo Puentes, quien le endilga a José Obdulio Gaviria y a los matices de izquierda que han rodeado a Uribe durante toda su carrera política, el ser los artífices de que Uribe se decidiera por crear su propio Partido lejos de la toldas de la desprestigiada U². Puentes es un periodista aguerrido y a uno de los cuales el Coronel (R) Luis Alfonso Plazas Vega le agradeciera sus oficios por develar la verdad en el caso del Palacio de Justicia del que salió absuelto.

Se lee en palabras de Puentes odas a José Obdulio como la siguiente: “Porque José Obdulio, hay que decirlo, es el gestor de esto que estamos viviendo hoy. Fue él quien desde la Fundación Centro de Pensamiento Primero Colombia entendió la necesidad de que el ex presidente Uribe regresara a la política activa; fue él quien nos llevó a proponerle a Uribe que se lanzara al Senado desde un nuevo movimiento político, y fue José Obdulio quien con paciencia y fe de carbonero logró concretar todo esto que vivimos hoy.”

Y, al igual que hoy con Duque, Puentes hace 4 años se fue contra Óscar Iván Zuluaga sembrando sobre él un manto de duda en su coherencia política, lealtad a Uribe y honorabilidad. Se leen frases de Puentes de la época como la siguiente: “…y así atraer a su filas a quienes aún piensan que Zuluaga será muy distinto a Juan Manuel Santos, con quien está unido por mucho más que una camaradería ministerial.”²

Para luego, un mes antes de elecciones presidenciales, invitar a votar por él por ser la única opción para frenar al castrochavismo, visible en frases como: “…confío en que el Dr. Oscar Iván Zuluaga le brinde al país un gobierno que lave con estropajo la costra de cochinerías en que nos sumió Juan Manuel Santos.”³

Hoy, tras defender a ultranza la aspiración de Francisco Santos hace 4 años y de ensalzar a quien lo postulara, José Obdulio Gaviria, e irse contra Zuluaga, Ricardo Puentes arremete contra Uribe, José Obdulio y contra Duque, en frases como la siguiente: “José Obdulio Gaviria llevó a Santos al uribismo, y Uribe lo apoyó. José Obdulio repite e impone a un discípulo de Santos, y Uribe nos vuelve a chantar, a las malas, el candidato que las FARC quieren. Será ese, se los aseguro, el que apuntale la obra de Santos y reafirme el propósito de los bandidos de meternos en el despeñadero comunista del Foro de Sao Paulo.”⁴

La paradoja

Palo porque bogas, palo porque no bogas, decían los abuelos. Ricardo Puentes defendía a ultranza a Uribe y su proyecto político, a José Obdulio Gaviria como su artífice, a Francisco Santos cuando era su candidato y atacó a Zuluaga visceralmente cuando ganó el aval del Partido para luego invitar a votar por él porque sería el salvador de la Patria de las fauces del castrochavismo. Hoy ataca al Centro Democrático, a Uribe, a José Obdulio y al candidato favorito de José Obdulio, Iván Duque.

Por su parte Mackenzie, todo un ratón de biblioteca, del que Puentes afirma haberle investigado a Duque hasta la torta de la Primera Comunión, no había estudiado la piedra angular del Partido Centro Democrático, la Declaración Política, ni la trayectoria de Duque, por lo visto. Se le lee a Puentes que “junto a Lia Fowler y Eduardo Mackenzie -quienes hicieron sesudos análisis e investigaciones de la ideología de Duque- hemos venido advirtiendo sobre el izquierdismo abierto y confeso del candidato naranja.”⁴ Pues ni tan sesudos mi estimado Watson.

Lo que sí es inquietante es la razón del porqué los ataques cuando se calienta la arena política. Primero desde la izquierda del Partido señalando a la derecha del Partido de ser afín a las Farc y luego hacia la izquierda del Partido señalándola de lo mismo.

Ahora bien, estamos frente a un momento coyuntural e histórico en las que podrían ser las últimas elecciones democráticas que tengamos. El Centro Democrático escogió a Iván Duque en un proceso consensuado entre los 5 precandidatos y los otros 4 ofrecieron su respaldo tras el resultado final. Es apenas obvio que las 4 bases de militantes de los 4 no favorecidos resulten adoloridas por no ser ungido su candidato. Pero el duelo pasa y el respaldo al candidato único del Partido tiene que ser a coro para enfrentar a los contendores de la coalición del NO.

Si se es militante del Centro Democrático, no sólo es obvio que se respalda a Duque, sino que además es un deber estatutario del militante so pena de incurrir en falta gravísima. Tras la elección del candidato único de la coalición del NO, los candidatos y sus bases que no resulten favorecidos, deberán pasar el duelo pronto para respaldar al unísono al avalado.

La doctrina supera al caudillo y el interés supremo de la Patria a la persona. Y en eso están de acuerdo Duque y Ordóñez, Andrés Pastrana y Uribe. Cualquiera que resulte avalado por la coalición del NO, necesitará de los votos que sumen las bases de sus contrapartes, porque la misión es ganar en primera vuelta. La contienda ahora no es izquierda contra derecha: es demócratas contra populistas totalitarios de corte castrochavista, ladrones de países.

Bien lo dijo Uribe una vez en Twitter: “El Centro Democrático es democracia social, ajena a los anquilosados conceptos de izquierda y derecha”⁵.

¿Por qué algunos de las bases no lo entienden? ¿Por qué no Mackenzie?

Por la responsabilidad histórica que tenemos en nuestras manos, por nuestra vejez y la Patria de las futuras generaciones, quien tenga algo que decir, que lo diga ya, con pruebas determinantes en mano y no con mantos de dudas, o que calle para siempre. Porque los demócratas republicanos tenemos que estar más unidos que nunca y dar el debate interno con altura y respeto, sumando. Las divisiones y los egos fueron los errores de la MUD en Venezuela, no los nuestros en Colombia.

A ninguno del sonajero le da solo para ganarse la presidencia en primera vuelta como necesitamos y ése fue el gran error de Marta Lucía Ramírez hace 4 años que tanto le costó al país: esperar la segunda vuelta para sumarse a Zuluaga. En este momento la ecuación es simple: quien pretenda dividir la coalición del NO y rechazar a los arrepentidos del SI deberá entenderse como orate o castrochavista.

Notas:

1. Declaración Política. Documento que dio origen a la creación de lo que hoy es el Partido Centro Democrático. http://centrodemocratico.com/?q=pagina/declaracion-politica  

2. El silencio de Francisco Santos. Ricardo Puentes Melo. Noviembre 5 de 2013. Periodismo Sin Fronteras. http://www.periodismosinfronteras.org/el-silencio-de-francisco-santos.html  

3. O es Zuluaga, o gana el castrocomunismo. Ricardo Puentes Melo. Marzo 23 de 2014. Periodismo Sin Fronteras. http://www.periodismosinfronteras.org/o-es-zuluaga-o-gana-el-castrocomunismo.html  

4. Vuelve y juega. Uribe nos impone a la creatura de Santos. Ricardo Puentes Melo. Diciembre 12 de 2017. Periodismo Sin Fronteras. http://www.periodismosinfronteras.org/vuelve-y-juega-uribe-nos-impone-a-la-creatura-de-santos.html  

5. https://twitter.com/AlvaroUribeVel/status/471082724154146817

Twitter: @mauroville

Medellín, 10 de enero de 2018.

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