A pesar de que se firmó el Acuerdo de Paz con las Farc y que esto, según el Gobierno, iba a redundar en un cambio radical en las problemáticas generadas por la violencia, esto no se ha visto en la región del Catatumbo en Norte de Santander, por el contrario, se ha recrudecido.

Esto es lo que revela un informe del Centro de Investigación y Educación Popular, Cinep, a través del Banco de Datos de Derechos Humanos y Violencia Política, donde analizan el periodo entre enero y junio de 2018 sobre el panorama de violencia en esta región y el área metropolitana de Cúcuta.

Losa beneficios de la firma de la paz no se sienten, debido a las disputas entre otros actores armados, sumado al negocio de la coca, lo cual ha recrudecido problemáticas como el secuestro, amenazas a líderes y aumento de los cultivos ilícitos.

El director de la Fundación Progresar de Cúcuta, Wilfredo Cañizares, denunció para RCN Radio, que solo en esta región hay cerca de 30 mil hectáreas sembradas con hoja de coca. Pero lo más preocupante es que la presencia de carteles mexicanos está aumentando las resiembras, debido a que ellos son los principales compradores de la pasta del estupefaciente.

Afirmó que «desde el año 2016 se comenzó a saber de la presencia de los mexicanos en la región y luego se confirmó la presencia del cartel de Sinaloa como el gran comprador de la coca que se produce en la región».

Bajo sus cálculos, el Catatumbo produce entre los 70 mil y los 90 mil kilos de coca al año. «No es posible guardar un secreto de quien está comprando y la presencia de los carteles mexicanos se hizo pública porque la venta de la coca estaba en una especie de parálisis y el precio tenía incluso una tendencia a la baja, hasta cuando llegaron los mexicanos y se notó el flujo de dinero en efectivo», señaló Cañizares.

Además, la crisis migratoria le está dando la opción a Los Rastrojos y las Autodefensas Gaitanistas para reclutar a ciudadanos venezolanos para tareas ilícitas. «La crisis migratoria es innegable y ha tenido un efecto en los delitos de impacto social como en los delitos de calle como el hurto, pero también ha tenido un impacto por ejemplo en mano de obra para raspar hoja de coca en el Catatumbo”.

El Alto Comisionado de paz Miguel Ceballos, alertó sobre la ‘resiembra’ de minas antipersona en el Catatumbo y por su parte la Fundación Progresar y el Cinep han documentado este año seis accidentes con este tipo de artefactos en donde dos de las víctimas han sido menores de edad.

«Unos minan para proteger su territorio. Otros minan para atacar al contrario, ambos minan en territorios, caminos, ríos, carreteras. No entendemos qué objetivo militar puede ser minar una escuela cuando lo único que están poniendo en riesgo es la vida de los niños y las niñas», precisó Cañizares.

En la región del Catatumbo delinquen el Eln, disidencias de Farc, las Águilas Negras, el Clan del Golfo, Los Rastrojos y residuos del Epl, quienes se disputan los territorios dejados por el frente 33 de las Farc.