Más mesura, señor Fiscal

Ya son varias las salidas en falso de un funcionario que está llamado a no excederse en sus declaraciones.

La entrevista que el fiscal Eduardo Montealegre le concedió al periodista Yamid Amat, publicada en este diario el pasado domingo, alborotó el ambiente político. Y no era para menos. Por ser demasiado atrevidas, las respuestas del alto funcionario despertaron honda preocupación entre la opinión pública.

Montealegre ratificó la propuesta que hizo la Comisión Interinstitucional de la Rama Judicial en el sentido de convocar una asamblea nacional constituyente para, como lo dijo María Isabel Rueda, “refundar la patria”. Ante el rechazo que esa propuesta encontró en todos los círculos políticos, el Fiscal dijo que demandará ante la Corte Constitucional la reforma de equilibrio de poderes porque, en su concepto, le daría más poder al Presidente.

La entrevista concedida a Yamid Amat fue la segunda salida en falso en menos de una semana de un funcionario que está llamado a no excederse en sus declaraciones.

Montealegre está pisando terrenos que le son vedados. Así lo han dicho analistas que saben hasta dónde llegan sus atribuciones como fiscal. No es, pues, de su incumbencia el tema que está tratando el Congreso de la República. Pero se mete en él porque sabe que la reforma de equilibrio de poderes le cierra la puerta para poder litigar ante esa instancia después de que abandone el cargo, que era lo que estaba buscando con su ‘lobby’ ante los congresistas una funcionaria de su despacho, que se atrevió a decir que de aprobarse esa inhabilidad su jefe no tendría con qué “mercar”.

¿Qué pretende el Fiscal con demandar esta reforma? No otra cosa que sembrar la duda sobre la legitimidad que tiene el Congreso para reformar la justicia. Lo otro es darle fortaleza a la propuesta que desde el inicio de las conversaciones en La Habana vienen haciendo los negociadores de la guerrilla en el sentido de que para refrendar lo acordado en la mesa de diálogo se debe convocar una constituyente.

En este caso, lo que está haciendo el Fiscal con sus declaraciones es darle la razón al grupo guerrillero. De allí que diga, sin sonrojarse, que ellos deben entrar a formar parte de esta asamblea si se firma un acuerdo de paz. Si está de acuerdo con que se les impongan penas alternativas, ¿cómo no va a querer que redacten una constitución a la medida de sus intereses?

¿Por qué razón la entrevista levantó tanta polvareda? Simplemente, porque mandó golpes a diestra y siniestra. Acusó al expresidente Álvaro Uribe Vélez de haberles entregado, a través del Consejo Superior de la Judicatura, la justicia a los políticos de profesión. Al ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, lo señala de haberse montado en el barco de la reforma porque quiere deslegitimar a la justicia. Critica el Marco Jurídico para la Paz porque prohíbe la participación en política de los insurgentes que hayan cometido graves violaciones de los derechos humanos. Se quejó de las “frecuentes agresiones verbales” del Congreso contra la Fiscalía, señalando que “algunos parlamentarios utilizan un lenguaje incendiario” para referirse al ente que él dirige. A la senadora Claudia López la acusó de haber dicho que la Fiscalía actuaba como una banda criminal.

Colombia le pide al señor Fiscal General de la Nación más mesura en sus declaraciones. No es echándole leña al fuego como se puede conseguir que sus propuestas tengan aceptación. La verdad, hay hechos que hacen pensar en que Eduardo Montealegre quiere atizar una hoguera para conseguir su propósito de que las cosas en la justicia continúen igual. Parece estar de acuerdo con la llamada puerta giratoria y, además, no le gusta que les quiten a los magistrados la facultad de nominar al Contralor General de la República. Tampoco parece gustarle la eliminación de la Comisión de Acusación de la Cámara para darle paso a un tribunal de aforados que cumpla con su deber de juzgar a los magistrados.

Le haría mucho bien al país que el señor Fiscal se dedicara más a lo suyo que a opinar sobre temas que no son de su resorte. Lo dijo claramente el exministro Alfonso Gómez Méndez: “Los altos funcionarios olvidaron su misión constitucional para convertirse en actores políticos”. Ojalá esta salida en falso le sirva al Fiscal para no volverse a entrometer en asuntos que no le incumben.

Eduardo Montealegre le está haciendo el favor a la guerrilla para conseguir que sus militantes no paguen un día de cárcel por sus crímenes atroces. Con la propuesta que desató la polémica le está haciendo eco a lo que quiere el grupo guerrillero. Que no es otra cosa que lograr una constituyente donde puedan ser mayoría para imponer el modelo de gobierno que ellos quieren para Colombia.

Share on facebook
Facebook
Share on google
Google+
Share on twitter
Twitter
Share on linkedin
LinkedIn

Buscar

Facebook

Ingresar