Narcoterrorismo ha instalado su feudo en el Catatumbo

Juan Carlos Capacho Delgado. Concejal San José de Cúcuta, Centro Democrático.

Son las provincias las que más han sufrido el abandono del Gobierno de Juan Manuel Santos.

El Norte de Santander y la región del Catatumbo es una de ellas. Zona que históricamente  ha sufrido con la presencia de los grupos narco terroristas: Farc, Eln, Epl y Bacrim, quienes han reclamado  este territorio para instalar su feudo y ahora, bajo la figura de Zona de Reserva del Catatumbo (ZRC), la cual es una realidad según notificación reciente que hicieron Samper,  Iragorri y el ministro Cristo, al asegurar que es compromiso del Gobierno su creación. 

Al entregar el Catatumbo, zona geoestratégica, se cederían aguas internacionales, selva, frontera con Venezuela, reserva indígena y riqueza minera del país, pero lo más grave es la entrega del corredor estratégico  a las Farc para sus asociaciones criminales con el chavismo.

Abandono del Gobierno, suspensión de erradicación y fumigación de cultivos ilícitos en la zona, ha tenido su resultado en el incremento  alarmante de los cultivos ilícitos  pasando de 3.000 hectáreas en 2011 a más de 35.500 en 2016 según reporte de la Oficina Nacional para el Control de las Drogas de Estados Unidos (ONDCP). Los primeros síntomas del control territorial que ejercen estos grupos se advierten en las olas de violencia, homicidios, desapariciones, secuestros, extorsión y desplazamientos.

Ingresar  a este territorio hasta para la Fuerza Pública es toda una odisea, a sus pobladores les está prohibido cualquier tipo de acercamiento, nadie les provee de comida o víveres, están confinados en sus cuarteles para minimizar la posibilidad de ser víctima de francotiradores u otro tipo de atentados,  solo pueden salir de estos municipios por vía aérea. 

Los pobladores están constreñidos por estos grupos violentos, los casos de Ramón Cabrales, Henry Pérez, Melisa Trillos nos dan una radiografía de esta penosa  situación.  Quedará a su suerte  el  ciudadano extranjero que circule por la zona.

Los casos de Salud Hernández, Diego de Pablos, Pablo Melo, periodistas secuestrados recientemente, nos alertan. 
Nuestro rechazo a la mordaza, secuestro que se impone hoy a la libertad y libertad de prensa. ¿Dónde está Salud Hernández, Diego de Pablos y Pablo Melo? los queremos ¡libres y sanos ya! 

Así las cosas, los habitantes del área metropolitana de Cúcuta y demás municipios quedaremos rodeados, condenados a vivir asediados y secuestrados en nuestras ciudades como sucedió en las décadas de los ochenta y noventa.

¿Cómo puede la ciudadanía creer en los acuerdos de La Habana en medio de esta contrariedad?

El Estado tiene el deber de proteger la vida, bienes, garantizar  el derecho a la libre circulación y expresión de todos los ciudadanos. Debe este Gobierno acabar la alcahuetería que hoy nos suma en pérdida del control territorial, escaldas de violencia, homicidios, secuestros, desplazamientos, extorsión  e inundación sin precedentes de los cultivos de coca. 

@JuanCapacho

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