Narcotraficantes siguen minando el proceso de paz en Colombia

La captura de un poderoso disidente de las FARC quien habría cobrado un millón de dólares a narcotraficantes para incluirlos en el proceso de paz en Colombia haciéndolos pasar por guerrilleros desmobilizados, deja al descubierto algunos de los desafíos que todavía enfrenta la Justicia Especial para la Paz (JEP).

Luis Eduardo Carvajal, alias “Rambo” era, hasta su captura en 2018, un importante líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Se lo acusa de cobrar a narcotraficantes para acreditarlos como miembros de la extinta guerrilla y así ser cobijados por la JEP.

Uno de los casos más destacados es el de Olindo Perlaza Caicedo, alias “Olindillo”, quien le habría pagado un millón de dólares a alias Rambo para beneficiarse de la garantía de no extradicción que ofrece la JEP para crimenes cometidos por la exguerrilla antes de la firma de los Acuerdos de Paz en 2016. Olindillo fue detenido la semana pasada.

Hasta abril de 2019, la JEP ha expulsado del proceso a 43 personas a quienes se les comprobaron falsos vínculos con las FARC y que por lo tanto quedaron a disposición de la justicia ordinaria colombiana.

El Alto Comisionado para la Paz, la Legalidad y la Convivencia de Colombia, Miguel Ceballos, dijo que una investigación a cargo de la Administración para el Control de Drogas (DEA por sus siglas en inglés) y la policía de Colombia había encotrado a algunos de los “más grandes narcotraficantes del mundo” escondidos dentro del sistema de la JEP, reportó Red Noticias.

Rambo, un excomandante de la columna Daniel aldana de las FARC, enfrenta una posible extradición a los Estados Unidos bajo cargos de obstrucción a la justicia.

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