Ojo con el Centro Democrático

Después de la euforia del triunfo por parte de la Unidad Nacional, el que crea que por ese hecho el Centro Democrático está acabado, podría estar equivocado, ya que si analizamos detenidamente su votación, podemos concluir que de los 6.905.001 votos obtenidos, por lo menos cerca de 5 millones de votos son del Uribismo, con los cuales dispone de entrada para enfrentar las próximas elecciones regionales. Eso significa que en ciudades y departamentos tan importantes como Bogotá, Medellín, Ibagué, Manizales, Cundinamarca, Antioquia, Tolima y Caldas, tiene la primera opción.

Caso contrario sucede con los 7.816.986 votos de Santos que, debido a una coalición tan amplia y diversa conformada por fuerzas tan diferentes y de vertientes políticas tan opuestas, tiene muy dividida la votación y solo podrá garantizar triunfos en las próximas regionales si y solo si el Presidente logra mantener todas las complejas uniones regionales, pues, el Santismo por sí solo no tiene la fuerza, ni la votación suficiente para obtener triunfos locales. Recordemos que muchos de sus votos no fueron por el presidente, que tenía imagen negativa superior al 60% antes de las elecciones, sino porque muchas personas votaron para evitar que Uribe volviera al poder, sobre todo el partido liberal, cambio radical, la izquierda y algunos conservadores. El voto no fue a favor de Santos, sino en contra de Uribe; mientras que los votos del Centro Democrático son Uribistas de pasión.

Analicemos el caso de Bogotá, donde Santos sacó 1.337.349 votos y Zuluaga 1.075.638 sufragios, la única manera de ganarle la Alcaldía es que se repita esta coalición, lo cual es muy difícil, casi imposible. A quién corresponden estos votos?  A quién apoyará Santos? Si sabemos que en la capital apoyaron a Santos el Partido de la U, el Partido Liberal, Cambio Radical, Petro, el Polo, Mockus, una facción de la Alianza Verde. Si la coalición no se da, tendríamos varios candidatos del santismo como Rafael Pardo, Gina Parody, Clara López, David Luna, los candidatos de Petro y Cambio Radical, mientras que el Centro Democrático ya tiene como único candidato a Pacho Santos.

Otro ejemplo es Pereira, donde Zuluaga sacó 93.304 y Santos sacó 81.014, es decir, que si conserva la tendencia, para ganarle al Uribismo tendría que conservarse la coalición, lo cual resulta muy difícil, ya que tanto la U como el Parido Liberal quieren poner su propio candidato, dadas las marcadas diferencias entre ambos, después que la “U” ganara las elecciones pasadas y que los liberales están en franca oposición. Para ganarle al Centro democrático deberían unirse el Partido Liberal y el Partido de la U, por lo menos, una facción del Partido Conservador, UNIR, Cambio Radical y algún sector de los Verdes.

La ventaja del Centro Democrático es que esta ciudad es Uribista y además, va a sacar un candidato único.

En el caso de la gobernación de Risaralda, la división es mayor. UNIR, anhela repetir con candidato propio, el partido Liberal ya tiene candidato, La U, Cambio Radical, el MIRA, los verdes y el Polo, en su mayoría, esperan sacar candidato propio o hacer algunas pequeñas alianzas, que de ninguna manera serán contrapeso para el Uribismo, que le ganó al Santismo por más de 40 mil votos en este departamento. Si el Partido Conservador mantiene la alianza con el Centro Democrático y sacan candidatos únicos para Alcaldía de Pereira y Gobernación de Risaralda, sería una dupla difícil de vencer.

En conclusión, en esta región Uribista, el Centro Democrático es un actor que no se puede menospreciar y si saca listas propias, con buenos candidatos a gobernación, alcaldías, diputados y concejales, tendrá muchas opciones de quedarse con un pedazo  interesante de la torta.

Ojo con esto…podría darse otra vez una confrontación entre Uribismo y Santismo, con la diferencia que el Uribismo iría unido y el Santismo dividido, ya que este llegó al poder con unas alianzas muy complejas y frágiles, difíciles de sostener en el tiempo, con el agravante del sinnúmero de compromisos que el Presidente debe cumplir y con una férrea oposición que muy probablemente desnudará en menos de un año los incumplimientos del gobierno. Una cosa es ahora, después del triunfo todo es alegría, pero, Colombia es un país con problemas complejos que no se resolverán en poco tiempo y menos cuando los últimos gobiernos no los han abordado estructuralmente.

El Santismo debe disfrutar su triunfo, pero, debe estar atento con la amenaza latente de que esa gran alianza se disuelva y se impongan esas realidades, disputas y odios regionales que en un año podrán ser capitalizadas por un Uribismo consolidado y con candidatos únicos.

jesusmariahernandezcruz@gmail.com

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