Juan José Gaviria y Simón Ospina acaban de publicar su primera novela, PARA MATAR A UN AMIGO. Jaime Jaramillo Panesso escribió esta carta a Juan José. Jaime me la compartió y yo la comparto con ustedes:
Para matar a un amigo.
Mi querido Juan José:
Leí embelesado tu novela.
Me sorprende que hecha al alimón con Simón Ospina, mantenga el ritmo y el estilo. No se si utilizaron un tercero. Pero ahí está. Es como hacer poesía a dos manos. No creo que exista.-
Es la novela de los últimos treinta años donde la decadencia de la vieja casta antioqueña, la que alguna vez tuvo en sus manos la consigna de la “ciudad industrial de Colombia”, fue derrotada por sus propias debilidades, no por el narcotráfico. Efectos de una tara autárquica, no llegaron más allá del Ferrocarril de Antioquia, salvo excepciones. Les faltó las virtudes de la burguesía inglesa y del empresariado yanqui.-
Para matar a un amigo se puede leer desde dos visiones. La sociológica que es la sustancia del tema. La policíaca que es el enhebramiento del suspenso. Ambas válidas y que demuestran las calidades de los autores. Hay perlas que destaco.- 1. La utilización de palabras que superan nuestra pobreza cotidiana (dosel, teselas, baldaquín). 2. Figuras que resaltan por su originalidad: "sólo se oía el tintineo de los cubos de hielo en los vasos de cristal”. “El mundo es una ilusión, un juego que no podemos ver porque los jugadores son eternos y viven en el espacio” y otros. 3. Reflexiones sociales en varios capítulos (p.e. pag 123 sobre las clases medias, pag 174 a 176 sobre la compasión, las mayorías, etc.) que no dan pie para el discurso político demagógico, pero que ponen su gota de pensamiento. En conclusión, no hay espacio para lo panfletario.- 4. Existen escenas que son de alta calidad. Por ejemplo la sesión satánica es un descubrimiento. El capítulo 31 sobre la imagen de la virgen Rosa Mística es una joyita de literatura.
Hay una novelita dentro de la novela: cap 24 donde me parece excesiva la concesión que le hacen a un escrito presunto familiar. Y otro que sobra a mi entender, cuando el Milicio “piensa” sobre el puente de la 10 mirando las aguas turbias del río Medellín.
Se equivoca Gossaín: "historia de unos jóvenes de buena familia empujados a la locura por los tedios de la vida fácil”.- Vida fácil si se dejaran llevar por el hedonismo y el consumismo y pasaran los años gastando hasta envejecer con sus mujeres y añicos. Es lo contrario: la vida difícil sin modelos a quién imitar, sin conciencia de patria y valores ciudadanos, sin entorno de amor. Esa es la vida más difícil que termina captada por las aventuras de los emergentes que tiene como centro de la existencia la muerte.
Decir que te felicito es un ritual. Hay madera en vos. Hay madera en vos y en los dos.
Un estrecho abrazo.
Medellín, julio 11 de 2012
Jaime Jaramillo Panesso
