Según el Ejército, el grupo ofrece pagos de entre $2’500.000 y $3'000.000 a los excombatientes.

Habitantes de Jamundí alertaron a la Alcaldía sobre la presencia de grupos armados o bandas ilegales en inmediaciones de la vereda San Antonio, en Villacolombia, en la zona de La Merced y en el área urbana de ese municipio vallecaucano.

La alerta se conoce casi dos semanas después del asesinato de cuatro hombre, integrantes de una misma familia. El cuádruple crimen ocurrió el 11 de enero pasado.El alcalde de Jamundí, Édgar Yandy, señaló que estos grupos han sido vistos por la zona de Timba y luego se internan en el área rural, recorriendo un corredor límitrofe con el departamento del Cauca.

Por ello, soldados intensificaron los operativos en los 535 kilómetros cuadrados que abarca la zona rural de Jamundí.

El municipio es aquejado, según la Policía y el Ejército, por la presencia de hombres del ‘Epl-Los Pelusos’ que han venido ofreciendo pagos mensuales a exintegrantes de las Farc para reclutarlos en sus filas, y así, enfrentarse a otros disidentes y a guerrilleros del Eln.

Es una lucha sin cuartel por la comercialización de droga en esta región del occidente del país y por la cual, el grupo ‘Epl-Los pelusos’ está en la mira de las autoridades, pues sería responsable del cuádruple homicidio ocurrido el viernes 11 de enero, a 300 metros de la vereda San Antonio, en el corregimiento Villacolombia.

Según el Ejército y la Policía del departamento, ‘Los pelusos’ estarían ofreciendo pagos de entre 2’500.000 y 3'000.000 de pesos mensuales a quienes pertenecieron a las Farc para que desde lo alto de las montañas de Jamundí se mantenga la producción de droga para procesarla cerca de los caseríos de Villacolombia y de La Liberia, también de Jamundí, para luego comercializarla. Pero también para enfrentarse a quienes buscan dominar el territorio. Por eso, en esta área rural, más de 1.500 pobladores viven con zozobra y mantienen silencio por temor a alguna represalia.

Las cuatro víctimas de los asesinatos en Villacolombia, a 45 minutos del casco urbano de Jamundí, fueron identificadas por una de sus familiares como los hermanos José Ancízar Bravo, de 27 años; Jhonny Fidencio Bravo, de 34; y Silvio José Bravo, de 38; además, del primo de ellos, Ferney Bravo, de 43 años. De acuerdo con la familiar, Silvio José tenía dos hijos, mientras que José Ancízar tuvo una hija, al igual que Jhonny Fidencio.

Todos eran oriundos de Nariño, pero vivían en Santander de Quilichao, municipio del norte del Cauca y vecino de Jamundí, en el sur del Valle. Según la hermana de estas cuatro víctimas, que provenían de una familia de 10 hijos, todos eran campesinos, no tenían amenazas y habían ido a Jamundí a vacunar un ganado.

El Ejército reconoció que este es un paso estratégico para la comercialización de coca. Este corredor alcanza a Santander de Quilichao y al municipio Suárez, también en el norte del Cauca. En esta última localidad, otras seis personas murieron en enfrentamientos entre disidentes de las Farc y Epl, como aliado de ‘Los pelusos’, el 8 de diciembre de 2017.

Luego de conocerse el asesinato de los cuatro hombres que fueron lanzados desde una camionieta en un lote de Villacolombia, la Policía Metropolitana de Cali manifestó que ‘Los pelusos’ son un grupo dedicado a cultivos de coca que, además, según autoridades ambientales del Valle, han venido deteriorando los bosques.

De hecho, por esta actividad y por minería ilegal, en zona rural de Jamundí hay déficit de suelo en más de 17.800 hectáreas.
A su vez, la Tercera Brigada del Ejército ha detectado campos minados y el uso de fusiles AK47 y granadas por parte del ‘Epl-Los pelusos’, en esta convulsionada zona de Jamundí.