PETRO Y LA LEY DEL EMBUDO

En el lenguaje coloquial, se dice que en Colombia todos llevamos un embudo, para favorecer nuestro interés, y la excepción no podía ser con la destitución del Alcalde Petro, que se ha convertido en un galimatías, especialmente por la tutelitis que han impulsado los seguidores del burgomaestre contra la decisión del Procurador, suspendiendo por 10 días la ejecución del fallo, en esas condiciones se nota que hay manejo con diferentes raseros para alcanzar los objetivos, pero llama poderosamente la atención el énfasis que el Alcalde de Bogotá, le ha puesto a organismos internacionales como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos CIDH, para que realice medidas cautelares en contra del Procurador y así evitar la suspensión, pero es sabido que la coherencia del Alcalde no es su fortaleza.

Recordando que Petro hace casi dos años cerró la plaza de toros de Santa María, dejando sin empleo a miles de trabajadores directos e indirectos, y desconociendo la Convención de la UNESCO(Organización de las Naciones Unidas para la Ciencia y la Cultura) sobre protección y promoción de la diversidad de las expresiones culturales, en la Conferencia General de esa entidad el 20 de octubre de 2005, advirtiendo que dicha Convención tiene carácter vinculante, en otras palabras es de obligatorio cumplimiento para las naciones signatarias, a ello se agrega, la ley 916 o reglamento taurino de 2004, en donde los espectáculos de esa índole son considerados como expresión artística del ser humano, por lo cual los trabajadores del sector hacen parte del arte y la cultura, y de hecho están protegidos por las normas internacionales de la OIT y UNESCO, en ese orden de ideas, el país puede estar expuesto a una sanción por los caprichos del Alcalde y ese no es un problema de gustarnos o no, la fiesta brava.

Lo que significa que el Alcalde de Bogotá mientras se lanza presuroso a defenderse de un fallo de la Procuraduría en la CIDH, no se toma la molestia junto con sus asesores de por lo menos averiguar que implicaciones internacionales tienen sus alcaldadas, especialmente con la UNESCO, eso demuestra categóricamente que hay una ley del embudo de parte de la administración capitalina, irrespetando la diversidad del arte y desconociendo la consulta previa que se le debió haber hecho a una minoría cultural como es  la taurina, entonces esa doble moral para actuar de acuerdo a las conveniencias, no permite que los ciudadanos confíen en sus dirigentes afectando la institucionalidad y menoscabando la credibilidad de los Gobernantes, pues con la contumacia y el personalismo de Petro, que no quiere cumplir con las normas disciplinarias vigentes, se crean una especie de castas con la Justicia, en donde privilegiados como el Alcalde son intocables y las personas del común, si  tienen que asumir los rigores de la ley.

Pero llama poderosamente la atención como el grupo terrorista de las Farc, fungió como hada madrina del Alcalde desde La Habana con sus cabecillas, defendiéndolo virulentamente y atacando con ferocidad al Procurador, mostrando el gobierno del Presidente Santos, sumisión absoluta ante la postura de la banda armada, porque por dignidad se debería haber levantado de la mesa y suspendido los diálogos en Cuba, de la misma manera es bueno saber por boca del Alcalde, si está de beneplácito por la actitud de la narcoguerrilla, pues hay que disipar ambigüedades ya que Petro podría estar con el vale todo, para posesionarse mejor.

En este maremágnum por la destitución de Petro ha habido un cumulo de exabruptos, como el conflicto de intereses en que está inmerso el Magistrado del Tribunal Administrativo de Cundinamarca, que favoreció al Alcalde con las Tutelas, también si el burgomaestre sale airoso, en el país se creara un apartheid jurídico, en donde gentes de la llamada izquierda y con prosapia guerrillera serán venerados y los de la llamada derecha segregados, recibiendo “todo el peso de la ley” así que el manoseo sufrido por el código disciplinario a instancias de los abogados y la clientela petrista, es demostrativo de que Colombia sigue siendo un banana republica de acuerdo a la ley del embudo que quiere patentar el caballero de marras.

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