¿Por qué fracasa Colombia?

La respuesta aparece en libro titulado ¿Por qué fracasan los países? escrito por dos autorizados profesores: Daron Acemoglu, del MIT y James A. Robinson de Harvard. Este libro lleva ya siete ediciones en español y está recomendado por seis premios Nobel de economía.

El libro comienza observando que hace 200 años presentaban similares niveles de pobreza Estados Unidos y Colombia. Las colosales diferencias existentes en hoy en la riqueza no se pueden explicar con teorías mono causales simples como religión, raza, geografía, extensión territorial, devenir de la historia, estupidez o corrupción de las élites. Sin embargo, incluyen como explicación particular para Colombia “que, por falta de autoridad, hayan tolerado nuestros gobiernos el surgimiento de grupos armados fragmentados y enfrentados en vastas zonas del país”.

Para los profesores aludidos, resulta crucial la relación entre prosperidad e instituciones políticas y económicas inclusivas, esto es, las que hacen respetar los derechos de propiedad privada, las que alcanzan cierto grado de pluralismo y centralización política para preservar el orden, las que ofrecen igualdad de oportunidades en justicia, educación, salud, empleo, servicios públicos e infraestructura.

Fatales resultan para ellos las instituciones políticas y económicas extractivas que actúan en beneficio de las élites, como en las dictaduras de Stalin, Mao, Castro y Chávez. La eliminación o el debilitamiento de la producción y la inversión privada tipifican estas instituciones. Otro distintivo, dominar poderes, a saber: Militar, e Informativo. Característico de ellas es corromper las prácticas políticas para perpetuarse en el poder. ¿Acaso no se debe nuestra pobreza a la proliferación de instituciones extractivas?

Las instituciones extractivas se agotan, finalmente, como sucedió con el comunismo, el cual, tras unos éxitos iniciales antes de los años 60, sucumbió en la década de los 80 del siglo pasado. Con ello demostraron que “el comunismo es el camino más largo para llegar al capitalismo”.

Las instituciones políticas y económicas inclusivas son el resultado, emergen de coyunturas críticas como la revolución industrial en Gran Bretaña, el comercio en el Atlántico tras el descubrimiento de América. El monumental fracaso de Mao en China con su Gran Salto Adelante y su Revolución Cultural, se identifican como las coyunturas críticas para que los sucesores de Mao optaran por una mezcla exitosa de capitalismo y autoritarismo. “También es clave la suerte, porque la historia se desarrolla siempre de manera circunstancial”, concluyen nuestros autores.

En alguna parte de libro comentan la frase de Karl Marx, quien dijo: “La historia se repite, la primera vez como tragedia y la segunda como farsa”. Esto es precisamente lo que ha sucedido en Colombia con las negociaciones de paz. Terminaron en tragedia las negociaciones de paz de Belisario Betancur y de Andrés Pastrana. Ahora nos hallamos en la etapa de la farsa, farsa del presidente Santos y farsa de las propias Farc en La Habana. El fracaso en estas negociaciones podría ser la coyuntura crítica benéfica para que Colombia corrija su rumbo. De acuerdo con las teorías de los autores citados, “no consideran posible en Colombia un crecimiento elevado y sostenible”, de continuar como vamos.

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