El Gobierno colombiano propuso como candidato a juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) y fue elegido en junio de 2012, al exjuez de la Corte Constitucional, Humberto Sierra Porto. Autor de sentencias discutibles que no es del caso analizar, Sierra se posesionó como juez en enero de 2013 y en noviembre del mismo año fue elegido presidente de la Corte IDH por un período de dos años. Como vicepresidente fue elegido también un magistrado recién entrado. Hecho insólito porque hasta esa elección la Corte IDH había sido muy respetuosa de elegir como presidente y vicepresidente a los magistrados más antiguos. Durante esa elección el presidente de la Corte IDH era el peruano Diego García Sayán. Este aspiraba a ser Secretario General de la OEA y solicitó al presidente Sierra que lo excusara para poder dedicarse de lleno a promover su candidatura. Sierra le aceptó la excusa, violando el artículo 19.2 del Estatuto, según constancia que dejaron entonces los jueces Ventura de Costa Rica y Vío Grossi de Chile para quienes “son absolutamente incompatibles el cargo de juez de la misma, de orden judicial, con la actividad de candidato a la Secretaría General de la OEA, de naturaleza política (…) teniendo en cuenta, a este último efecto, el precedente del juez Carlos Roberto Reina, quien para presentarse como candidato a la Presidencia de Honduras, renunció previamente a la Corte”. Por presiones en su propio país, García Sayán renunció a su candidatura pero regresó tan campante a la Corte IDH, luego de haber “negociado apoyos con los Estados miembros y sus gobiernos; mismos a quienes la Corte sienta cotidianamente en el banquillo de los acusados”, poniendo en duda la imparcialidad e independencia del órgano, como lo dijo el exjuez Asdrúbal Aguiar.
Ahora resulta que el presidente del Ecuador, Rafael Correa, donó un millón de dólares a la Corte y “fue recibido bajo palio por el presidente del organismo (Sierra) y saludado como uno de los campeones de los derechos humanos". Como lo sabemos, Correa es un declarado y agresivo enemigo del sistema interamericano de derechos humanos y de la Relatoría para la Libertad de Expresión en la Comisión. Pero Sierra invita a Correa y lo recibe en la Corte para reconocerle su trayectoria “en la defensa y promoción de los derechos humanos”.
Correa ha propuesto como candidato a magistrado de la Corte IDH a Patricio Pazmiño, presidente del cooptado y sometido Tribunal Constitucional de Ecuador, uno de los autores de la nueva Constitución ecuatoriana en la que, como lo dijo el propio Pazmiño, se considera como caduco el sistema democrático tradicional y se ha dado un nuevo giro a la libertad de expresión.
¿Será que vamos a votar por este candidato para ayudar a que se acabe de desacreditar la Corte IDH?
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Coda. Según la Convención sobre Relaciones Diplomáticas, un Estado puede en cualquier momento declarar a un miembro del cuerpo diplomático persona non grata. Pero Maduro declaró como tal a Felipe González, expresidente del Gobierno español, que no pertenece a ningún cuerpo diplomático.
