PRESIDENTE, TANTO DULCE EMPALAGA

Fueron muchas las promesas que hizo el presidente Santos como candidato hace cuatro años, que escasamente podría cumplir el 50% de las mismas. Además, ahora Juan Manuel con su equipo de gobierno hacen a última hora anuncios que sería imposible ejecutar de aquí al siete de agosto.

Los ministros ya fungen como jefes de debate no del presidente Santos, sino del candidato Juan Manuel; anunciando para Antioquia duplicar las inversiones en las Autopistas de la Prosperidad, el ministro de Vivienda promete el subsidio de arriendos y el de Minas dice que rebajará la gasolina, seguramente hasta que pasen las elecciones. Santos no tiene más que las dádivas que puede dar desde el Gobierno, con recursos de todos los colombianos.

Las cuñas en televisión, en donde habla de un país mejor en los últimos años, son la verdadera utopía. Familias felices, que ahora todo lo tienen, aparecen dando sus impresionantes testimonios de vida.

Pero lo más grave es que esos anuncios hechos a través de la Autoridad Nacional de Televisión, cuestan millonadas que pagan los mismos colombianos, y no son más que propaganda electoral, que deja en desventaja a los demás candidatos presidenciales.

Que el Presidente no pretenda hacernos pensar que somos una nueva nación gracias a él, y que en estos últimos cuatro años nos transformamos en un mejor país, y que la historia se partió en un antes y un después, desde que asumió el poder.

El candidato Santos nos quiere endulzar a todos, y nos hace creer que sin él, en los próximos cuatro años, no habrá paz ni seguridad ni vivienda ni salud ni educación, ni carreteras…nada de nada. En otras palabras, el país se acabaría sin Juan Manuel.

No señor. Cualquier otro candidato o candidata que llegue al poder tiene claros los temas que requiere Colombia, y por eso no resulta tan lamentable que Santos no haya asistido a los dos debates de candidatos a la Presidencia hechos por el Canal regional Teleantioquia, y por el periódico El Colombiano con la Cámara de Comercio de Medellín.

Juan Manuel poco tiene para ofrecernos, así que se vio bien esa silla vacía en medio de ambos foros electorales. En estas tierras nos empalaga tanta mermelada sobre la galleta. Santos lo sabe.

Sin embargo, a la gente se le engaña una sola vez, pero a la próxima no. Millones de colombianos han acudido en busca de la ayuda del Gobierno y solo han encontrado anuncios y promesas incumplidas.

La confianza, señor Presidente, es muy difícil de ganar, pero igual de fácil se pierde. Esta patria está cansada y sale a protestar, y esa protesta es válida y lo único que la infiltra es la necesidad del pueblo, cansado de esperar que se cumplan los ofrecimientos de su anterior campaña, señor candidato Presidente.

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