¡Qué vergüenza, señores congresistas!

Dos hechos ocurridos en los últimos días escandalizan el máximo recinto de nuestra democracia: el voto de censura que absolvió al MinHacienda, y los dineros motorizados.

No se justifica que la moción de censura contra el ministro de hacienda y crédito público, no se hubiese votado afirmativamente, cuando más del 90% de los colombianos la apoyaban, las razones para este debate son más que suficientes, puesto que en la venta de Isagen se cometieron una serie de irregularidades, que todos esperábamos de los señores congresistas,  honraran su palabra como lo prometieron tan pronto salió a flote la negociación.

Fueron muchas las manifestaciones de apoyo al voto de censura, no solo de los medios de comunicación, sino también de la empresa privada, puesto que considerábamos a Isagén patrimonio  de  todos y con su venta sumados al desastre de Reficar y Guatapé, la oscuridad para Colombia empieza a llegar, no por el fenómeno del niño, sino, por culpa de los chanchullos y peculados que se cometen en casi todas las electrificadoras del país.

Pero hay algo que nos está inquietando y es a donde van o fueron a parar los dineros de Isagén, existe un mutismo total, todo parece indicar que no van a ser destinados a obras de infraestructura como lo prometió el presidente Santos, sino para cancelar las toneladas de mermelada que costó su reelección.   

A ustedes, señores congresistas, los eligió el pueblo democráticamente para legislar y defender sus intereses, más no para confabularse con negociados de alto nivel o pasar de agache, donde la mermelada cunde por doquier con el fin de tolerar turbiedades en contra de la economía y los precarios intereses de los colombianos, lesionando de paso a las clases menos favorecidas.

Cuando aún empezaba el mes de enero del presente año, el gobierno nos cogió de sorpresa con la venta de Isagen, una de las electrificadoras más rentables de nuestro País y que abastece de energía vastos territorios con muy buena rentabilidad para sus departamentos y municipios.   

Pero, lo más grave de todo, es que el negociado, venía configurándose desde años atrás a espaldas de la opinión pública, razón por la cual cuando se descubrió el chanchullo ya todo estaba plenamente calculado, para ser vendida a un solo postor, razón por la cual los dirigentes de los diferentes partidos políticos prometieron ante el País adelantar un debate con el fin de esclarecer los hechos y aprobar una moción de censura contra el actual Ministro de Hacienda y Crédito Público, Mauricio Cárdenas.

El debate se inició el día miércoles 6 de abril, y fue votada el 12, con 64 votos en contra y 24 a favor, lamentablemente no hubo mayoría para aprobarla, puesto que los partidos que conforman la unidad nacional del gobierno hacen mayoría, no obstante que el 92% de los colombianos está de acuerdo en que el ministro Cárdenas debe renunciar. 

Es bueno que los señores congresistas sepan que sus electores muy seguramente se las van a cobrar en una próxima contienda electoral, no se justifica que legislen en contra de los interese del pueblo colombiano, que los eligieron para salvaguardar sus intereses, mas no para negociarlos al mejor postor a punta de mermelada.

El segundo aspecto que tiene estupefacto a los colombianos son los 614 millones de pesos encontrados en un vehículo que figura a nombre del Senado y conducido por Javier Rojas, hijo de magdalena Morera, directora financiera del Senado de la República, sobre este caso se está destapando todo un carrusel de corrupción, puesto que según fuentes fidedignas, son más de 80 vehículos los que fueron subastados hace más de dos años, pero, que no se han hecho los traspasos correspondientes, puesto que, esto permite a sus nuevos propietarios disfrutar de una serie de prerrogativas como si continuaran como vehículos oficiales adscritos al Congreso de la República.

Pero el caso de los 614 millones de pesos, parece el más grave, puesto que según fuentes autorizadas son dineros de las Bacrim, que actúan en contubernio con algunos senadores y representantes, razón por la cual el señor Procurador General de la Nación, doctor Alejandro Ordoñez, ha manifestado que pondrá todo su empeño para que la fiscalía y demás organismos competentes adelanten la investigaciones de rigor.

Según se cree estamos frente a una organización Bacrim – política, que es indispensable que las autoridades competentes las desmantelen y actúen con diligencia, puesto que se trata de depurar el máximo poder legislativo de una serie de vicios que desde hace muchos años indignan al pueblo Colombiano.

No olvidemos que la administración pública se encuentra parcelada a la clase política que la maneja a su acomodo, haciendo nombrar a sus recomendados, que son sabios y eficientes de acuerdo al número de votos que aporten en las campañas reeleccionistas, es muy frecuente ver funcionarios desempeñando altos cargos sin el lleno de los requisitos legales, pero como son cuota del honorable senador o representante, lo gradúan así sea a las volandas o aportando documentación falsa. 

Lamentablemente en el Congreso de la República, no pasa legislatura sin hechos que lamentar, por eso se requiere de una reforma política urgente con el fin de dar oportunidad a las nuevas generaciones que están ansiosas de prestar el servicio a la Patria desde el poder legislativo, pero, que lamentablemente se encuentra manejado por toda una jauría de gamonales que se consideran invencibles en las urnas, gracias a los engranajes electorales que saben tejer a la perfección con el fin de hacerse reelegir.  

Solamente a partir de una reforma política seria y eficiente, permitiendo que los congresistas solamente sean elegidos por una sola vez, y que sus emolumentos se gradúe en forma razonable, a partir de ese momento, empezaremos a destruir el fenómeno de la corrupción que a decir verdad se cría y se reproduce en las corporaciones legislativas, producto de la corrupción política.

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