Rechazado por sus colegas, así debutó el representante Santrich en el Congreso

La sesión de la Comisión Séptima y la plenaria de la Cámara de Representantes fueron levantadas minutos después de que el exjefe guerrillero se estrenara en su curul.

La Comisión Séptima de la Cámara de Representantes sesionaba con normalidad este miércoles. Se discutían proyectos de ley, se rendían ponencias, intervenían los parlamentarios. Todo cambió al medio día cuando su nuevo integrante, el representante Jesús Santrich del partido Farc, apareció en el recinto y por primera vez ocupó su curul en el Congreso. El silencio fue casi sepulcral cuando caminó hasta la silla que le corresponde. Debutaba como congresista.

Santrich llegó acompañado por el representante Olmedo Restrepo, también del partido Farc, y por Benedicto de Jesús González, quien ocupó temporalmente la curul de Santrich hasta que la Corte Suprema de Justicia le concedió la libertad. Se sentó. Con su mano hizo reconocimiento de la curul, agarró el micrófono por si llegaba el momento de intervenir, y al percatarse de la presencia de las cámaras de los noticieros de televisión les sonrío y con su mano derecha hizo la señal de la V de la victoria.

La presencia de Santrich en el Capitolio no ha dejado a nadie indiferente. Desde que se posesionó, en la mañana del martes, han sido más las voces de rechazo a su nueva condición de congresista. Como el exguerrillero de las Farc es investigado por presunto narcotráfico, muchos de sus colegas, especialmente los parlamentarios del Centro Democrático, han manifestado su indignación y lo han comparado con el capo del narcotráfico Pablo Escobar que en los años 80 también ocupó una silla en la Cámara de Representantes.

Pocos segundos después de que Santrich se sentó en su curul, la representante Jeniffer Arias, del Centro Democrático, pidió la palabra y manifestó su incomodidad por compartir recinto con el exjefe guerrillero. Lo señaló directamente de haber asesinado a uno de sus familiares, y al advertir su condición de víctima manifestó su voluntad de retirarse de la sesión mientras estuviera sentado Santrich en la comisión.

“No soy capaz de estar sentada acá con una persona que asesinó a un miembro de mi familia. en nombre de las víctimas del narcotráfico y de la guerra no soy capaz de estar acá sentada. Hoy siento que es una burla con quienes han sido víctimas”, dijo Arias con la voz entrecortada y al borde de las lágrimas, antes de marcharse del recinto.

Esa actitud de rechazo fue replicada por el presidente de la Comisión Séptima, el también uribista Jairo Cristancho, quien por la presencia de Santrich en el recinto decidió levantar abruptamente la sesión.

“Es indignante, es una burla para el país, es un desafío a la sociedad colombiana lo que usted está haciendo Santrich, y más llegando y colocando los dedos de victoria ante las cámaras. Que venga usted con esa elegancia a decir que la ‘V’ de la victoria… no. Eso está muy mal hecho. A mí me parece que es una burla. Usted está requerido por la justicia (…) no soy capaz de seguir presidiendo esta comisión, y levanto sesión el día de hoy”, fueron las palabras de Cristancho.

Ante la sorpresa del resto de parlamentarios que se encontraban discutiendo un proyecto de ley la sesión de la comisión fue levantada. Acto seguido Santrich se levantó y aprovechó las cámaras de televisión para dar declaraciones a los periodistas.

“No me voy a dejar provocar. Este es un escenario para el debate político, para confrontación de ideas y lo que cabe en este momento es la comprensión y la tolerancia. Voy a tener una actitud positiva porque de lo que se trata es de sacar adelante esa prospectiva de paz que promovemos desde la Farc”, dijo Santrich.

Horas más tarde el uribismo le tenía preparada otra ‘bienvenida’ al exjefe guerrillero. Las curules de la bancada del Centro Democrático exhibían en frente carteles con una fotografía de Santrich con la leyenda: “en el Congreso no queremos narcotraficantes, fuera Santrich”.

“Hoy es un día luctuoso para la democracia, a esta Cámara de Representantes, a este sagrado recinto regresó la mafia”, dijo el uribista Óscar Darío Pérez.

Pasadas las 4:30 de la tarde, Santrich hizo su ingreso al salón elíptico a la plenaria de la Cámara. Allí lo acompañaron, como tratando de arroparlo, las senadoras Victoria Sandino y Griselda Lobo. Y volvió a repetir la señal de la V de la victoria a su ingreso. En ese mismo momento los parlamentarios del Centro Democrático se levantaron de sus asientos, algunos silbaron y en su mayoría levantaron los carteles para manifestar el rechazo a la presencia de Santrich.

Cristian Garcés, del Centro Democrático, leyó un comunicado en el que llamó narcoterrorista a Santrich y exigió que fuera extraditado. “Esta es una mancha de sangre y coca que quedará grabada en la historia de Colombia”. Su comunicado fue respaldado por las bancadas del Partido Conservador, del Mira, Cambio Radical, y el Partido de la U.

Edward Rodríguez, también uribista, llamó mafioso, narcotraficante y asesino a Santrich hasta en dos oportunidades. “Es usted el verdadero enemigo de la paz”, dijo. El congresista le pidió a la Corte Suprema de Justicia que vincule formalmente mediante indagatoria a Santrich y que para ello fuera capturado. “Alias Santrich no descansaré hasta que se haga justicia en Colombia y usted sea extraditado”.

José Daniel López, de Cambio Radical, rechazó la actitud “desafiante” de Santrich que ingresó a la Cámara con la V de la victoria. “A quien menos le ayuda, a quien más perjudica su actitud provocadora y retadora con el país es a quienes defendemos el acuerdo de paz”.

López le pidió a Corte Suprema máxima celeridad en el proceso que adelanta contra Santrich. “Si le hizo conejo al acuerdo de paz le hizo conejo a los colombianos que defienden el acuerdo de paz”.

Jaime Felipe Losada, del Partido Conservador, reiteró su decisión de declinar a ser el presidente de la Cámara de Representantes para el tercer periodo porque “un mafioso y un criminal tomó posesión como representante (…) No puedo presidir con un mafioso cuando debería de estar preso en una cárcel de los Estados Unidos”.

La Alianza Verde, partido que ha respaldado el proceso de paz también manifestó su rechazo a la presencia de Santrich en el Congreso. “Defendemos la paz, no defendemos a Santrich”, dijo el congresista Inti Asprilla.

Wilmer Leal leyó un comunicado de la Alianza Verde en el que destacaron que los dirigentes del partido Farc han cumplido con el acuerdo de paz pero le exigieron a Santrich. “La defensa de la paz implica exigir el cumplimiento de los acuerdos por parte del Estado y de las Farc”, por eso le exigieron a Santrich cumplir con el acuerdo y a la Corte Suprema de Justicia determinar con celeridad si el exjefe guerrillero cometió delitos después de la firma de la paz.

La representante Katherine Miranda (Alianza Verde) abandonó la plenaria y explicó que lo hacía como un acto de sanción social a Jesús Santrich y el daño que le hace al acuerdo de paz. "Siempre he defendido y defenderé la paz, pido celeridad a la Corte Suprema de Justicia".

El senador Iván Cepeda (Polo Democrático) aseguró que Jesús Santrich va a cumplir con su deber de comparecer ante la justicia, “ha estado más de un año en la cárcel, se ha sometido a la JEP y ha ido a la Corte Suprema de Justicia para cumplir con su deber. Ese debe ser el camino, el de someterse a la justicia y a las instituciones”.

Cepeda pidió a los congresistas acatar las decisiones judiciales y respetar los principios del debido proceso, derecho a la defensa y la presunción de inocencia en este caso. “El presidente de la República debe ser el primero en demostrar que acata la Constitución. Si mañana la corte toma decisiones hay que acatarlas”.

El congresista del Polo también manifestó que el narcotráfico ha permeado las instituciones y que algunos de los que han comparado el caso de Santrich con Pablo Escobar “también tuvieron nexos con el narcotráfico por lo que no tienen autoridad moral”. Hizo un llamado al presidente Iván Duque, al Centro Democrático y al propio Santrich a dejar la arrogancia.

Minutos después se interrumpió el debate de control político sobre el TLC con Estados Unidos y la plenaria de la Cámara fue levantada ante la ausencia de la mayoría de congresistas que se salieron del recinto en rechazo a la presencia del exjefe guerrillero. Como estaba previsto, el estreno de Santrich en el Congreso iba a ser accidentado. Y así fue.

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