Santos las hirió de muerte, Petro las remataría

Este país es tan fuerte, o Dios le tiene tanto pesar, que, aunque con heridas graves que demorarán mucho en sanar, espero sobreviva hasta el 7 de agosto. El actual gobierno, el más nefasto de nuestra historia republicana, más dañino que el del “camarada” Samper, hizo todo lo posible por hacer inviable a Colombia, destruyó el esfuerzo de casi dos siglos de intentar consolidar instituciones, dinamitó las fronteras entre las ramas del poder público, y lo peor de todo, institucionalizó la idea para las futuras generaciones que “Ser pillo paga”, de lo que son cómplices todos los candidatos que apoyan el acuerdo de impunipaz. Pero como dicen las leyes de Murphy, “todo es susceptible de empeorar”.

Una de las leyes de Turambar establece que: “Si usted intuye que hay cuatro posibilidades de que una ciudad sea tomada por asalto y las evita, siempre aparecerá espontáneamente una quinta posibilidad que permita el paso de un Dragón con mala leche”. Ese dragón es Petro, el candidato chavista, que, aunque parezca increíble, es muchísimo más peligroso y perjudicial que Samper y Santos amasados en una sola entidad.

Habrá tiempo para exponer el riesgo que representa la llegada de un personaje tan nocivo en muchos aspectos vitales del país. En esta ocasión me referiré al futuro de las fuerzas militares y la policía. El gobierno Santos las hirió de muerte al escupir sobre las tumbas de los soldados que ofrecieron sus vidas para defender la ley y a los colombianos, cuando dejó impunes y además premió con cargos y dineros públicos a quienes los asesinaron. Eso no lo hace ningún país decente, porque es decirles a quienes se sacrifican por el bien de todos, que son estúpidos. Pero si eso mató la moral, el arma más poderosa de un ejército, tanto que sus altos mandos cambiaron los cascos por rodilleras y cambiaron la doctrina militar por una diseñada para beneficiar a bandidos, lo que se vendría con el candidato Petro es mucho más grave. Si el gobierno actual le hizo eso a nuestros soldados y policías, aunque dice en público que los respeta y admira, ¿Ustedes se imaginan lo que les pasará a los miembros de la fuerza pública si el presidente es alguien que adicionalmente los desprecia y los consideró toda su vida sus enemigos?

La semana pasada el candidato chavista, que intenta fallidamente ocultar sus odios maquillándolos con populismo, dijo en forma insultante y mostrando su rencor por los uniformados que: “quienes no estudian se convierten en policías, o buscan un puesto en el ejército o terminan también como integrantes de ejércitos privados de narcotraficantes”.

¿Ese es el comandante de las fuerzas militares que necesita Colombia? En vez de mejorar sus condiciones, educarlos mejor, así como exigirles más y erradicar a los que se hayan corrompido, ¿vamos a permitir que este candidato sea el presidente que insulte a quienes nos defienden y los iguale a los delincuentes?.

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