En la recta final por la Presidencia, han aflorado las más contradictorias opiniones, algunas de las cuales quisiéramos examinar. Ingrid Betancourt en El Tiempo del 8-5-2014 sostiene que: “Zuluaga, quien ha sido exitoso posicionándose en contra del proceso de paz, ha presentado opiniones programáticas atractivas para una multitud de colombianos que trabajan duro y aspiran a vivir mejor”.
Examinemos hasta aquí. Solamente los anarquistas no querrían la paz. Como en La Habana, nada estaba acordado hasta que mucho se hubiera cedido, tanto O.I. Zuluaga como Marta Lucía Ramírez, exigían claridad de las partes, frente a tanta incertidumbre. Ante los formidables resultados de la primera vuelta para el Partido Conservador y el Centro Democrático -que somos lo mismo- las Farc tuvieron que salir a decir apresuradamente que sí indemnizarían a las víctimas; y como además pretendían dejar las armas, sin entregarlas; obligaron al General retirado negociador en Cuba, impetrarles enfáticamente que tenían que entregarlas.
Además, afirma Ingrid: “Santos por su lado, ha sido monotemático, en su defensa de la paz; no ha sabido comunicar los logros de su Gobierno y ha querido evitar la confrontación, probablemente por lealtad con quien fuera su antiguo jefe”. ¡Pues no! Queridísima Colombo-Francesita; porque nadie sabe a ciencia cierta, si Santos sigue siendo liberal (¿y de la “U” qué?), o socialista o comunista o ateo y desde luego que cualquiera de los motes sigue siendo respetable; y ¿leal con Uribe?
Por su parte, Plinio Apuleyo Mendoza, contertulio de García Márquez; intelectual no de pacotilla como muchos de los que adhirieron a Santos, sostiene en su columna de El Tiempo-del 6-6-2014, “Lo que realmente está en Juego” que: “Es una tontería hablar de un Partido Conservador dividido. Sus bases electorales mostraron una vigorosa independencia al dar la espalda a las prebendas oficiales votando con entusiasmo por Marta Lucía, cuya campaña, de admirable nitidez, se apoyó esencialmente en principios y programas”. ¡Cierto! Un anodino político como lo es Juan Manuel Santos, como ya perdió la fe en su ideario liberal; quiso envilecer al ideario conservador “mermelando” a sus parlamentarios; salvo honrosas excepciones de quienes no padecen de azúcar en sus venas azules.
Cualquiera que sea el resultado de las urnas, llamaremos a los réprobos a que se arrepientan y vuelvan a las toldas del Partido -porque Dios no quiere que los pecadores mueran sino que se arrepientan y vivan, como decía Gilberto Alzate Avendaño- para que trabajemos en bancada con nuestros hermanos del Centro Democrático; y en manada, como lo hacían los Leopardos, el grupo político más formidable que ha tenido la República; de ahora en adelante comandado por la Jefe de la colectividad, Marta Lucía Ramírez y con las otras Tigresas del Centro Democrático; afortunadamente lideradas por el egregio Álvaro Uribe; las que ya rugen por todo el País; y porque la Nación avizora que en ese caballo enclenque en que monta J.M.Santos no irá a ningún Pereira; y que es mejor acompañar al brioso que monta Óscar Iván Zuluaga, quien ya intuye el Nuevo Día, con el que soñara Roosevelt para su amada patria, Estados Unidos.
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