«Santos se ha convertido en un títere del terrorismo»

El expresidente de Colombia Álvaro Uribe arremete contra su sucesor por considerar que ha dado alas a la narcoguerrilla de las FARC y por apoyar a la «tiranía» de Nicolás Maduro.

Álvaro Uribe Vélez, uno de los presidentes más controvertidos y al mismo tiempo popular de Colombia (2002-2010), acaba de ser elegido senador por Centro Democrático. El partido recién creado ha sido la segunda fuerza más votada en las legislativas del pasado 9 de marzo. Uribe (Medellín, 1952) niega que su candidato a las presidenciales de mayo, Óscar Iván Zuluaga, sea su títere. Y aprovecha para criticar al actual mandatario colombiano, Juan Manuel Santos, por actuar como marioneta de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC, en las negociaciones que se desarrollan en La Habana.

-¿Será un opositor feroz en el Congreso?

-Seré un defensor de las ideas que hemos profesado para tener un país seguro, con alta tasa de inversión, con política social, con un buen equilibrio entre democracia representativa y participativa, y un Estado austero, pero expansivo en lo social.

-¿Cuál será su postura respecto a las leyes relacionadas con el proceso de paz con la guerrilla?

-Nos oponemos a la impunidad. Puede haber reducción de penas, pero no debe haber impunidad para delitos atroces ni elegibilidad política para sus responsables. Además, los temas fundamentales de la agenda nacional no hay por qué discutirlos con el terrorismo. Colombia es una democracia respetable donde no debe admitirse esa discusión.

-¿Qué posibilidades cree que tiene Óscar Iván Zuluaga, candidato de Centro Democrático y dos veces su ministro, de llegar a la presidencia de Colombia?

-Óscar Iván Zuluaga es un hombre firme, no sabe de trampas como el presidente Santos. Es un político decente. Un economista sólido. Su dirección de la economía como ministro de Hacienda permitió que Colombia superara la crisis con gran éxito. Fue fundamental para que nuestro país pasara de una tasa de inversión del 14% al 28%. Tiene una gran sensibilidad por los temas sociales y un gran proyecto educativo. Además, es un hombre de un concepto de Estado austero, por contraste con el gobierno Santos, que ha sido un gobierno derrochón, que ha corrompido la política con la compra de parlamentarios, con dineros que muchos parlamentarios han usado para la compra de votos. Zuluaga es todo lo contrario del actual gobierno para bien de Colombia.

«Se les ha permitido recuperar su poder criminal y ser actor político desde Cuba»

-¿Por qué cree que los caricaturistas dibujan a Zuluaga como su títere?

-Yo nunca pretendí que Santos fuera mi títere. Pretendí que fuera honrado con las propuestas electorales. Lo que frustra es que haya hecho trampa a las propuestas electorales y se haya convertido en un títere del terrorismo. Lo que nunca será Zuluaga será títere del terrorismo como Santos.

-¿Qué balance hace del mandato de Juan Manuel Santos?

-Ha hecho todo lo contrario a lo que prometió. Se ha deteriorado la seguridad, ha igualado a las Fuerzas Armadas con el terrorismo, ha aumentado la drogadicción. Aceptaba que los terroristas eran terroristas, ahora los llama actores políticos con todas las consecuencias. La legislación de Santos y el tratamiento que les ha dado ha convertido a criminales, que son el cartel de droga más grande del mundo, en actores políticos. Unos criminales que estaban en la víspera de la desarticulación, hoy han recuperado su poder criminal y actúan como portavoces políticos desde Cuba, justificando sus atrocidades en virtud de la facilitación que les ha dado el gobierno Santos. Hace tres semanas asesinaron a dos policías indefensos. Enseguida tuvieron el cinismo de decir desde Cuba que los habían asesinado con garrote para evitar el ruido de los disparos porque estaba el Ejército cerca. Todo esto va produciendo desánimo en la inversión, dificultades para la política social.

-¿Se tenían que haber interrumpido las conversaciones de paz entre el Ejecutivo y las FARC en la Habana hasta la celebración de las elecciones en Colombia?

-Eso no es el tema. El tema es haberlas empezado sin exigirle al terrorismo un cese de las actividades criminales, es permitir que avancen cuando el terrorismo incrementa su acción criminal, derriba helicópteros, extorsiona a los colombianos, secuestra, asesina, pone coches-bomba, sigue incurriendo en atrocidades. El tema es haberle permitido al terrorismo, que estaba prácticamente desarticulado, recuperar su poder criminal y ser actor político desde Cuba.

-Pero usted también intentó lanzar un proceso de paz.

-Nosotros siempre anunciamos que el grupo que aceptara un cese de actividades criminales, el gobierno dialogaría con él.

-¿Cree que Santos ha bajado la guardia en las operaciones contra la guerrilla? Durante su presidencia han caído cabecillas clave como «Mono Jojoy» y «Alfonso Cano».

-Eso venía de un trabajo de ocho años. Hoy en el país se ve un incremento doloroso de la inseguridad, en unas regiones más acentuado que en otras.

-¿Cuál ha sido su reacción al conocer que la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) de Estados Unidos le espió?

-Si me espiaron, deberían publicar el espionaje sobre mí. Cuando se actúa en la vida pública, aquello que se dice en privado hay que estar dispuesto a sostenerlo en público. Uno no puede ser de trampas, que es lo que ha sufrido Colombia en este gobierno.

«Santos se ha convertido en legitimador de la tiranía de Venezuela»

-¿Qué le parece la destitución de la diputada opositora venezolana María Corina Machado?

-Me parece muy doloroso por Venezuela y muy vergonzoso por el continente y por Colombia. Fue uno de los países que en la OEA (Organización de Estados Americanos), para vengüenza de nuestra democracia, votó o acompañó la tesis de que se suspendiera la sesión para que no hablara la diputada. Santos, como ministro y periodista, quiso dar la impresión de que era la labor más radical del continente contra la tiranía de Venezuela. Llegado al gobierno, se convirtió en un legitimador de la tiranía de Venezuela. Todo por temor a las FARC. Colombia hoy se pone del lado de la tiranía de Venezuela.

-El chavismo le acusa de ser el instigador de las protestas que hoy sacuden a Venezuela.

-El castrochavismo en Venezuela primero incitó al odio de clases, después quebró la economía, como consecuencia arruinó a los trabajadores. El año pasado la inflación fue del 56% y el incremento del salario del 10%. Finalmente tiene las tiendas vacías por el desabastecimiento y las cárceles llenas de disidentes. La evolución ha sido de la incitación al odio de clases a la consolidación de la tiranía que finalmente aplasta a la democracia. Se necesita que muchas voces en el mundo democrático apoyen a la oposición democrática de Venezuela en su valerosa lucha.

«Bogotá tuvo plenas pruebas de la protección de Caracas a las FARC»

-¿El gobierno venezolano colabora con las FARC?

-Basta mirar en Youtube la apología del finado presidente Hugo Chávez del terrorismo colombiano. Colombia tuvo plenas pruebas de la protección de la tiranía de Venezuela al terrorismo colombiano. Por eso es inadmisible hoy la postura de Santos, que como ministro de Defensa denunciaba esa complicidad y como presidente legitima la dictadura de Venezuela para promover la paz de Colombia.

-¿Cree que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, es colombiano?

-Ese tema es muy importante para la Constitución venezolana, pero no tengo información sobre ello.

-¿Qué balance hace de su presidencia entre 2002 y 2010, cuando dejó el poder con una popularidad del 70%?

-El país mejoró sustancialmente la seguridad. Un país de 22.000 millones de dólares de inversión total, pasó a 90.000 millones. Se frenó el crecimiento de la pobreza y el desempleo. Al final de nuestro gobierno el país no quedó convertido en una maravilla, pero iba por muy buen camino. Tenía un desempeño sobresaliente en seguridad, en inversión, en política social. Hoy vuelve a un desempeño mediocre que puede llegar a ser funesto. Mi gobierno puso unas semillas muy buenas. Apenas era el principio de una tendencia. Seguramente también cometí errores propios del ser humano.

-¿Cuál ha sido el coste personal de esos años? ¿Sufrió, por ejemplo, cuando sus hijos fueron señalados por corrupción?

-Hay que afrontar todo cuando se ha procedido con patriotismo.

-¿Cómo es que estrechos colaboradores terminaron involucrados en escuchas ilegales (Bernardo Moreno, ex secretario general de la presidencia; Jorge Noguera, exdirector del Departamento Administrativo de Seguridad, DAS), así como congresistas próximos acabaron en la cárcel por la llamada «parapolítica», por sus nexos con los paramilitares (exsenador Álvaro Araújo)?

-Yo fui elegido presidente de Colombia prácticamente sin respaldo parlamentario. Después de estar en la presidencia, algunos parlamentarios empezaron a apoyar nuestras reformas. Gracias a la seguridad de nuestro gobierno, Colombia desmanteló el paramilitarismo y se adelantaron las investigaciones de la «parapolítica», en la que hay casos justos e injustos. Por supuesto, la Justicia colombiana está en deuda de investigar la relación de las narcoguerrillas y el terrorismo. La verdad es que la oposición, que en mi gobierno tuvo las mismas garantías y la misma protección que tuvieron mis más cercanos colaboradores, cuando no encontró argumentos en contra de mi gobierno, empezó a hablar de interceptaciones ilegales -que hoy todavía hay en Colombia y que a mí me hicieron como presidente- que obedecen a manos criminales, no a mi presidencia. Porque yo he sido un hombre de combate con las cartas sobre la mesa. No un tramposo, como el actual gobierno.

«No aspiré a la presidencia para acumular honores»

-¿Considera que los éxitos de su política de seguridad democrática se han visto empañados por denuncias de violaciones a los derechos humanos, como los llamados «falsos positivos» (civiles presentados como guerrilleros muertos en combate)?

-Lo que hizo mi gobierno fue que todo hecho que fuera motivo de preocupación en el accionar de la Fuerza Pública, saliera a la luz pública. Y salieron a la luz por decisión del propio presidente, que era yo. Hubo casos de acusaciones, casos reales de asesinato de inocentes por temas de narcotráfico. Se sancionó a los responsables. Y ha habido casos de falsas acusaciones. Cuando nuestro gobierno avanzaba en materia de seguridad, con todas las garantías y con todo el respeto a los derechos democráticos, aquellos que sentían que sus intereses relacionados con el terrorismo empezaban a ser amenazados, entonces buscaban una u otra manera de afectar a nuestro gobierno. Colombia, por la vía democrática, con el total respeto a las libertades, en nuestro gobierno hizo un gran avance. Y lo hizo en materia de seguridad, de inversión y en materia de política social.

-¿Qué responde a quienes afirman que usted es un mal expresidente por sus continuas críticas a su sucesor y exministro de Defensa?

-El actual gobierno fue elegido con la promesa de que le daría continuidad a nuestras tres políticas fundamentales y asumió una actitud tramposa. Ha hecho todo lo contrario. En buena parte responsable en la elección, he debido salir en defensa de las políticas que eligieron al actual gobierno y que este ha pisoteado. Yo no aspiré a la presidencia de Colombia para acumular honores. He sido un combatiente por la democracia de mi país y mientras Dios me dé vida y salud, así seguiré.

Share on facebook
Facebook
Share on google
Google+
Share on twitter
Twitter
Share on linkedin
LinkedIn

Buscar

Facebook

Ingresar