SANTOS Y SUS ENREDOS

Juan Carlos Pinzón, Ministro de Defensa, informó al Presidente Uribe que el Secretariado de las FARC ha ordenado su asesinato (de Uribe).

Hasta ahí, normal. Es de la naturaleza de toda organización terrorista planear asesinatos. Y es también natural que sea el jefe de la oposición la presa más apetecible (“objetivo militar” dirán los eufemistas) de los terroristas.

Y, claro, también es lógico  que el Ministro de Defensa (en una república democrática) esté preocupado y se solidarice con el Expresidente amenazado. Que tome medidas preventivas (represivas no puede, por que está en marcha un proceso de paz), es lo menos que se podía esperar de él.

El régimen, pués, recomendó al jefe de la oposición no moverse mucho, no “exponerse” por ahí haciendo marchas, recorridos por carreteras y manifestaciones públicas en coliseos, calles y plazas. Consejo prudente, también.

Lo que no cabe en mi mollera es esto: 1) el jefe del Secretariado de las FARC ha anunciado que a las Farc les parece muy bien que Santos se reelija y, 2) Santos ha tildado a Uribe de “mano negra”, “buitre” y “guerrerista”. Es decir, Uribe ha sido declarado enemigo por Santos y por las Farc.

Por otra parte, una carátula de la revista Semana celebró, entusiasta, que se hubiera alcanzado un principio de acuerdo entre Santos y el Secretariado. ¿En qué materia? Casualmente, en el tema de la “participación política”.

Santos y las Farc están participando en política. Lo hacen muy tranquilos, acompañados por un cubrimiento de medios que envidiarían Madonna y Shakira. Y, Uribe, que también quiere participar en política y hasta está inscrito como candidato al Senado, ¿puede? ¡Ah…, eso sí no! El Secretariado, al mismo tiempo que firma acuerdos con Santos para participar en política, ordenó a la “Teófilo” que garanticen que el jefe de la oposición no participará en política. ¿Mediante qué expediente? El más drástico y eficaz: ¡amenazándolo de muerte!

Y el Ministro de Defensa de Santos, ese Presidente que comparte carátula en revista Semana con Timochenko, previno a Uribe de los peligros a los que está sometido por obra de Timochenko y su Secretariado. Vaya, vaya. A cualquiera, al menos mal pensado, se le vienen a la cabeza de inmediato el “cui prodest”, el ¿a quién beneficia?, una pregunta que recomendaban hacer los romanos cuando se investigaba un crimen. A nosotros, que nos la hemos hecho, nos ha surgido una muy incómoda evidencia, a la que casi nadie quiere referirse pero a la que yo sí me referiré: amenazar de muerte a Uribe para que se retire del activismo político, conviene tanto a Santos como a las Farc.

Por eso, tan envenenada puede ser la amenaza que hacen las Farc -si es que de veras la hacen-; como interesada puede ser la prevención que mandó a hacer Santos, a través de su Ministro, sobre el peligro que corre Uribe. O, ¿alguien duda que a ambos, a Santos y a las Farc, les interesa que Uribe no recorra el país; o que las gentes que quisieran acompañarlo en sus giras se retiren por físico miedo a un atentado?

Una semana después del anuncio oficial sobre el descubrimiento del plan asesino, las cosas no podrían estar más enredadas. Ya nadie sabe qué creer. Veamos:

  1. El propio Presidente Santos, según su Ministro, fue quien le dio la orden de prevenir al Expresidente  y que le reforzara los dispositivos de seguridad.
  2. En clara maniobra distractiva, el gobierno incluyo como segundo “objetivo militar de las Farc”, unas horas después, al Fiscal General.
  3. Eso dio ocasión para que el Expresidente Samper, aliado de Santos, protestara ante las Farc por amenazar al fiscal “que ha sido solidario con la paz”. Respecto al atentado contra Uribe, Samper dijo entender “el interés de las Farc de hacerle daño”.
  4. Días después y seguramente luego de que se preparan versiones conjuntas Santos – Timochenko sobre el atentado, el primero dijo que no, que eso eran informaciones viejas, que cero preocupación. Incluso Santos ordenó bajar la guardia y disminuir las medidas de protección a Uribe.
  5. No obstante, y para acabar de enredar lo que ya está bien enredado, el gobierno dejó saber que en el mismo computador en donde encontraron las amenazas contra Uribe, encontraron también las evidencias de que la “Teofilo” fue la que hizo el atentado contra Fernando Londoño. Es decir, reconocieron indirectamente que las conversaciones Santos-Farc comenzaron con un atentado contra un jefe opositor a Santos y a las Farc y  conmemoraron el primer aniversario con la preparación de otro atentado, esta vez contra Uribe, mientras que Santos niega la autoría y se deshace en elogios y salamerías con sus nuevos mejores amigos de La Habana.
Share on facebook
Facebook
Share on google
Google+
Share on twitter
Twitter
Share on linkedin
LinkedIn

Buscar

Facebook

Ingresar