#SOYINCAPAZ

Si Twitter y otras redes sociales cuantifican las etiquetas o hashtag usados a diario en Colombia y cualquier otro organismo evalúa la cantidad de campañas que se lanzan en nuestro país para que tomemos conciencia de algo o apoyemos a los más necesitados o donemos dinero para alguna obra de caridad, entre muchas cosas más, con seguridad ocuparíamos el primer lugar, lejos del segundo, en estos dos ítems. También seríamos los número uno en perder tiempo en causas inútiles.

La última campaña + etiqueta que se inventaron es #SoyCapaz. La iniciativa surgió supuestamente de la empresa privada y a ella se unieron la mayoría de medios de información y sus directores y periodistas más reconocidos. Cada uno tiene libertad en Colombia (aun) de perder su tiempo en lo que desee y usar su tiempo en apoyar lo que considera importante. La mayoría lo hace por cumplir y para la foto, con eso seguro se sienten bien y creen cumplirle a la sociedad. Allá cada uno con su conciencia, por muy negra que la tenga.

No es mi objetivo llevarle la contraria a nadie, pero hoy este espacio lo dedicaré a confesar la verdad, aunque duela, de que soy incapaz (para seguir la moda #SoyIncapaz), veamos:

1.  #SoyIncapaz de perdonar a las Farc y mucho menos si ellas no le piden perdón al país.

2.  #SoyIncapaz de reconocerle una mínima posibilidad política al terrorismo descarnado del grupo criminal más antiguo del mundo, si ellos no reconocen una a una a sus víctimas y les piden perdón.

3.  #SoyIncapaz de aceptar que los cabecillas cínicos que están en La Habana, lleguen al Congreso de la República sin pagar por sus crímenes en la cárcel.

4.  #SoyIncapaz de permitir que ante una posible desmovilización de las Farc, sus armas, manchadas de sangre, no sean entregadas al Estado.

5.  #SoyIncapaz de creer en la voluntad de paz de aquellos a quienes no les tiembla la mano para asesinar colombianos indefensos, secuestrar, extorsionar, reclutar niños para la guerra, violar mujeres, acabar con poblaciones enteras.

6.  #SoyIncapaz de entender cómo el gobierno actual puede decir que el proceso en La Habana va por buen camino, mientras Colombia vive el día a día llena de miedo.

Y #SoyIncapaz de mucho más pero quiero invitarlos a ustedes, los pocos o muchos que lean este “Re-creo”, a que me digan de qué son incapaces. Pero no es rechazar por rechazar una iniciativa, que parece pensada desde la Casa de Nariño para ir allanando el camino a un posible acuerdo, es expresar desde el alma sus posiciones y construir así entre todos una cadena de rechazo a tantos hechos que son nuestro pan de cada día pero que al repetirse, ya parecen paisaje y parte de nuestra vida.

Por último: Dios quiera que los equivocados seamos los miles de colombianos que rechazamos a las Farc y el proceso de La Habana, los hechos indican que no es así pero Dios quiera que seamos nosotros.

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