El rol histórico que Álvaro Uribe ha cumplido hasta ahora, bastará para que cualquier historiador imparcial tenga que reconocer que ha sido un hombre de gran importancia en el proceso de liberar a Colombia de la vergüenza de la desgracia de la guerrilla y del terrorismo en todas sus manifestaciones, de la humillación y de la triste creencia de quienes piensan que con mentiras traiciones e hipocresías se puede mantener engañado al pueblo Colombiano. Pero el rol histórico de Álvaro Uribe no ha terminado, ahora asume uno de sus mayores retos, ahora acepta una gran responsabilidad, la de enfrentar con el valor y coraje que siempre le acompañan, la conspiración Santos-Castro-Madurista, que pretende desacreditar la democracia, incorporar al terrorismo en funciones legislativas y, arrancarle a los jóvenes su fe en el porvenir del País como está sucediendo en Venezuela.
Uribe cree en el papel fundamental del Parlamento, considera que es la más alta tribuna de la democracia y es un instrumento fundamental para el desarrollo del país, pero en este momento lamentablemente está en crisis y reclama la presencia de líderes que como él, le devuelvan su papel protagónico y se conviertan en la voz y expresión más eficaz para el respaldo a los verdaderos anhelos y necesidades del pueblo Colombiano.
Uribe proclama a Colombia como una patria con fraguada en su ejemplar historia, que le confiere el derecho de aspirar a un futuro de justicia, de libertad y de grandeza, como lo hizo en su gobierno. Ahora, desde el Senado de la República luchará para lograrlo y darle a las clases necesitadas un grado humano de bienestar y seguridad social, propiciara la solidaridad y armonía entre todas las clases y grupos sociales, mediante el reconocimiento de los derechos de cada uno, legislará para que todo hombre apto para el trabajo tenga el derecho a que se le facilite la oportunidad de hacerlo y poder mejorar sus condiciones de vida como premisa de la estabilidad social.
Uribe exalta el valor trascendental de la familia y de la educación, por eso reclama al estado velar porque no se menoscaben los principios de la vida cívica, las normadmorales y el interés colectivo. Desde el Congreso protegerá la economía y el derecho a la iniciativa privada, procurará una justa distribución de los bienes, reclamará una labor intensa y fecunda de progreso material y moral, una acción honesta y progresista en los cuadros de la administración pública y, consciente como está de los angustiosos problemas que aquejan a la población campesina, defenderá sus derechos y la utilización y aprovechamiento de sus tierras.
Uribe desde el Congreso combatirá al terrorismo y al castromadurismo como sistemas contrarios a la paz social y a la justicia, atentatorios a la soberanía y seguridad nacional y enemigos de la democracia , luchará sin descanso contra los adversarios de la grandeza y la libertad de la nación y denunciará los errores y torpezas del gobierno de Juan Manuel Santos, quien podrá estar todos los días retratado en todos los diarios y declarando en todos los medios de comunicación manejados por él y su gobierno, pero Álvaro Uribe también estará todos los días metido en un sitio donde no se podrá ver, pero si se podrá sentir, por ejemplo, como lo hemos palpado en la frontera colombo-venezolana. Donde está en el corazón de la mayoría de los Colombianos. Pa' lante Gran Colombiano, usted es un hombre con visión de futuro.
