Una paz mal entendida

Aunque muchos creen que de La Habana llegará la paz, se trata solo de un acuerdo con el mayor grupo insurgente.

La paz no llegará con ese acuerdo. Tampoco si se logra suscribir con el Eln o se reduce la influencia de las bandas criminales y narcotraficantes.

Para que llegue la paz hay que entrar en paz con el territorio. Con sus habitantes y lo que contiene. Un territorio en buen estado y para todos, no arrasado y para unos pocos como se ha venido estructurando.

El Plan Nacional de Desarrollo da vía libre a los pines (proyectos de interés nacional y estratégicos): cualquiera en construcción, infraestructura, minería, agroindustria es considerado de inmediato como de utilidad pública e interés social, según análisis de la U. Nacional. Los pines son jalonados por el sector privado.

En el campo agrario a la competitividad rural, impulsada por el gran capital en grandes extensiones, como los Llanos y la Orinoquia, se destinará 87 % de los recursos y solo 1,7 % al acceso a la tierra para los pobladores. Y un pine prima sobre el derecho a la tierra de un campesino sobre un baldío y no se le podría adjudicar.

Esto, independiente de la vocación de las tierras y que la región juega un papel regulador del ciclo del agua que no ha sido considerado. Esa zona contiene 32 % de las aguas del país.

La recordada Resolución 0045 de la Agencia Nacional de Minería de delimitación de áreas estratégicas mineras en la Amazonia y Orinoquia solo permite grandes empresas.

El nuevo presidente de Ecopetrol afirma que Colombia no se puede dar el lujo de despreciar el fracking, tecnología cuestionada en el mundo, sin estudios serios acá y de alto consumo de agua que puede contaminar acuíferos, patrimonio de todos. En otras palabras, sí puede darse el lujo de perder estos.

Esta semana expertos desnudaron la planeación ingenua, casi pecaminosa, para recuperar el río Magdalena con serias consecuencias ambientales.

Se publica el catálogo de plantas, un paso para saber su utilidad (ese debería ser el futuro). Hay cientos amenazadas; el Minambiente recibe complacido la publicación pero no anuncia la intención de protegerlas. No es prioridad.

Ideam entregó las proyecciones del cambio climático. Son graves, pero se han tomado folclóricamente. Si La Guajira no tiene agua, ¿qué será con solo 1° C más de temperatura?

Sí. Se entrega el país a la explotación desenfrenada de recursos, sin consideraciones y sin beneficiar a todos. Antes, se pasa sobre el derecho a un territorio sano y sostenible.

¿Puede existir paz así?.

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