Venezuela y Maduro, sin una cerveza para brindar por tanta prosperidad

Los más fervientes seguidores del “chavismo” podrán decir que los medios y los periodistas les hacemos mala prensa a sus gobernantes, pero la realidad económica de Venezuela es tan indefendible y desastrosa que no hay alternativa: se trata de un país deprimido.

Los diarios dan la noticia de que empiezan a agotarse las unidades de la conocida cerveza Polar. Que también produce malta. Recuerdo que el influjo de esa marca era tal, en otros tiempos, que en Santa Marta, Colombia, cuando estaba chico, se tomaba su “maltín”, una lata pequeña y atractiva de la que salía la bebida espumosa.

Pero ahora leo en el diario El Tiempo: “Como ocurrió en su momento con productos como el papel higiénico, la leche o la pasta, esta semana pudo verse a muchos venezolanos comprando con apuro las que, por ahora y quién sabe por cuánto tiempo, serán las últimas latas y botellas de cervezas Polar, luego de que el viernes suspendió operaciones la cuarta y última planta de esa cervecería por falta de materia prima. Las otras tres plantas se paralizaron durante la semana”.

El gobierno de Nicolás Maduro se empeña en vender una imagen edulcorada de la realidad de su patria, pero los indicadores son implacables. La inflación es la de un globo que no aguanta un pitazo más de helio. En febrero, el portal BBC Mundo hablaba de un 180 por ciento, “la más alta del mundo”. “Algunos analistas han advertido sobre la posibilidad de una hiperinflación de más del 500%”. En 2016, claro.

Pero los áulicos del gobierno Maduro, los “bolimentirosos”, quieren tapar el sol con las manos. Dice una nota de la Agencia Venezolana de Noticias (AVN):

“El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, alertó este viernes que las embestidas de la derecha, que está aliada con fuerzas imperiales, tiene como objetivo dar al traste con la Patria, con las conquista sociales y con el legado de Hugo Chávez, de reivindicar las luchas del pueblo venezolano.

“La campaña diaria es para destruir la nación, es para acabar con el sueño de nuestra patria, para destruir la Constitución, el legado de Hugo Chávez y las conquistas del pueblo”, asegura un texto en el portal Aporrea.org.

Pero así como Polar está frenada por la falta de dólares y cebada malteada, los venezolanos sufren porque no hay harina para el pan, condones para el sexo, analgésicos para el dolor de cabeza y aceites para freír un patacón.

Presidente Maduro, si las cosas siguen así, no quedará con qué brindar por esta publicitada prosperidad, que solo es presentable y creíble en la prensa del Palacio de Miraflores.

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