Verdad y respeto

En vísperas a que se vote Sí o No el plebiscito que aprobará o desaprobará lo pactado entre el Gobierno y las Farc en La Habana, es urgente e indispensable una gran dosis de verdad y respeto. Es lo que todos los colombianos esperamos, desde el ciudadano más humilde hasta el más encumbrado.

Especialmente de aquellos que ejercen el liderazgo de la Nación, comenzando por toda la Rama Ejecutiva, del presidente para abajo, la totalidad de los legisladores y, naturalmente, toda la Rama Judicial.

Los líderes de los partidos deben encabezar campañas de verdad y respeto y los medios deben esmerarse en presentar contenidos que sean estrictos en este sentido.

Desgraciadamente, nada de esto se está dando en este momento. Al contrario, nunca los colombianos habíamos sido bombardeados por una acumulación tan grande de mentiras, exageraciones, amenazas y desinformación. No en vano tantos nos sentimos tratados como imbéciles o niños ignorantes. Cada noticia trae más desconcierto a la población. Al punto que hay una desagradable sensación de malestar, casi furia, entre el pueblo.

Los que pujan por el Sí, no ahorran insultos y amenazas contra los que votarán No y viceversa. Pero tanto los unos como los otros no saben a ciencia cierta qué es lo que van a votar.

El 3 de septiembre oí en la televisión al expresidente Gaviria amenazar, en su particular tono de voz, a los del No, asegurando: “¡Quien vote No, está condenando a Colombia a 20 años más de guerra!” ¿De dónde sacaría semejante cifra, semejante amenaza? ¿Se la soplaron los de las Farc? Trata Gaviria de asustar a los colombianos con el “coco” si no obedecen su dictamen de votar Sí. ¿Si esto no es matoneo y desinformación, entonces, qué es?

Para dilucidar preocupantes dudas sobre el acuerdo, el procurador Alejandro Ordóñez, respetuosamente envió al presidente 60 preguntas. El secretario del presidente se las devolvió sin que Santos contestara una sola.

¿Por qué negarse a contestar si no solo el procurador, sino toda la nación está ansiosa de aclarar esas preguntas, y muchas más, para poder votar de una manera informada, inteligente y justa que realmente nos lleve a la paz?

El Gobierno ha dicho que dará a conocer los acuerdos una vez firmados ¡ni un minuto antes! Pero ya la campaña por el Sí, encabezada por la Presidencia y todos sus aliados está en pleno trote, a un costo inmenso del erario público.

Sí ¿a qué? Si solo sabemos lo que con gotero nos filtran cuando les parece. ¿No es esto un irrespeto hacia el ciudadano común?

Esto ha forzado a que la campaña por el No alerte a los colombianos sobre el abuso de lo que está ocurrido. Hoy hay total desinformación. Luego, será muy tarde o muy apresurado para medir las consecuencias de lo pactado. Y al que no le guste ¡a tragar sapos!

Ordoñez afirmó: “El presidente de la Republica debe decirles a los colombianos por qué se niega a responder a las preguntas de la Procuraduría, si no hay nada que ocultar y todo es transparente”.

¿Si lo que se van a firmar en La Habana es tan positivo para el país, por qué Santos no destapa de una vez por todas sus cartas? ¡Qué mala manera de impulsar la paz! Los colombianos exigimos más verdad y respeto. Menos matoneo y amenazas.

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