Hoy, los ciudadanos pueden invertir su voto en candidatos que ayuden a fortalecer y renovar la democracia local. Por ello, deben obrar con la misma decencia que luego exigirán a los elegidos.

Respetados ciudadanos, los invitamos a una reflexión sencilla y profunda, por las implicaciones que tiene para la vida de nuestros municipios y departamentos: los votos que ustedes den hoy por los 112 mil 832 candidatos que hay en todo el país son definitivos para regenerar el tejido de la democracia y su desarrollo político, social y económico. Voten basados en argumentos de razón, no impulsados por emociones o, peor aún, llevados por intereses egoístas o tramposos.

Ejercer el derecho al voto en un país cruzado todavía por muchos conflictos violentos, debilidades y deficiencias institucionales, cadenas de corrupción y mafias, exige una mayúscula responsabilidad. ¿Cómo quieren ver ustedes sus regiones y ciudades en los próximos años? ¿Qué podrán demandar de los gobernantes mañana si a la hora de eligir no actuaron con responsabilidad (informados y con criterio) y transparencia (con autonomía y limpieza)?

Esta jornada representa la oportunidad de cerrar el paso a la politiquería tradicional (clientelista y burocrática) y a las redes de compra y venta de votos mediante las cuales después desangran los presupuestos y las arcas municipales y departamentales. Este día es una invitación para que obren, ciudadanos, conscientes del enorme peso que tienen sus decisiones a la hora de inspirar y alentar cambios que concreten la filosofía y los contenidos de la Constitución Nacional: Colombia es un Estado Social de Derecho.

A todo ello, por supuesto, lo amenazan factores objetivos de inseguridad y corrupción, pero no importa, hay que votar y votar bien.

Aunque las condiciones de seguridad y facilidad para sufragar han mejorado en los últimos diez años, la Misión de Observación Electoral (MOE) reportó esta semana que 438 municipios de Colombia tienen riesgos por factores de violencia, 80 de ellos de violencia extrema, y 59 más enfrentan riesgos electorales (de fraudes) extremos.

En Antioquia, donde habrá 12 mil 537 mesas para votar, hay casos que preocupan como los de Ituango, Briceño, Campamento y El Bagre, aunque en total son nueve las localidades con riesgo extremo por violencia. En Medellín y el Valle de Aburrá se espera que la Policía Metropolitana proteja a la ciudadanía de la presión de combos delincuenciales que, según la MOE, podrían afectar la libertad de los electores. Se espera que ante las alertas de la Misión, las autoridades garanticen seguridad.

El Gobierno Nacional sostiene que cumplió su tarea de frenar la trashumancia electoral, pero en contraste hubo numerosas quejas ciudadanas respecto de la anulación de 1 millón 533 mil 246 cédulas. Un alto número de esas cancelaciones fue impugnado porque, según los afectados, se apoyó en bases de datos desactualizadas y poco confiables.

Entre tanto, muchos medios de comunicación y organizaciones se esforzaron por ayudar a cualificar el criterio de la gente. Desde EL COLOMBIANO abrimos el sitio Candidatos Transparentes, con el objetivo de dar información precisa y verificada de las hojas de vida, la experiencia y la financiación de los aspirantes.

No obstante las imperfecciones y amenazas mencionadas, que aún afectan el sistema electoral, el país está preparado para una apasionante y en general ordenada jornada electoral. Ciudadanos, por eso les reiteramos la invitación: ¡a votar con decencia y compromiso! Este es uno de nuestros deberes esenciales. El que permitirá que después nos sintamos con derecho a exigir buenos gobiernos y mejores resultados.