11 de agosto, día de la libertad

A pesar de que el Gobierno no ha querido coadyuvar esta iniciativa, ya sea por temor o por simple insensibilidad, mantengo en pie la iniciativa de exigirles a todos los grupos armados ilegales la devolución de la totalidad de menores reclutados forzosamente el próximo 11 de agosto.

La indolencia del Ejecutivo frente a esta muy importante iniciativa, no mina la voluntad y el empeño de quienes estamos comprometidos con hacer de Colombia un país sin niños llevados forzosamente al infierno de la guerra. Sin importar los compromisos subrepticios que seguramente ha adquirido el señor Santos con sus conmilitones de La Habana, no estamos dispuestos a permitir que el futuro de nuestra patria encarnado en los niños siga siendo objeto de vejaciones y malos tratos por parte de las organizaciones terroristas.

Algunos a quienes les he compartido esta iniciativa con el fin de lograr que se sumen a la misma, me han dicho que estoy transitando por el camino de la ingenuidad al creer que el 11 de agosto, como por arte de birlibirloque, las FARC, el ELN y las BACRIM, van a liberar a todos los menores que abusivamente tienen en sus campamentos del crimen. No pierdo la esperanza. Como católica creo en los milagros y no descarto que ese día se convierta en una fecha que marcará para siempre y con letras de diamante el libro de la historia de Colombia por ser el día en el que le pusimos fin al reclutamiento forzado de menores.

Al margen de lo que suceda el 11 de agosto próximo, nos queda la satisfacción de que por primera vez y de manera enérgica el pueblo colombiano se plantó frente a los criminales y sin temor ninguno les exigió que cesaran de una vez y para siempre la macabra práctica de reclutar a los niños para convertirlos a la fuerza y contra su voluntad en actores generadores de violencia y sufrimiento.

Esta no es una iniciativa de partido ni de facción, ni mucho menos de fe religiosa. La demanda para que todos los menores de edad sean respetados y sus derechos al libre desarrollo de su personalidad sean enaltecidos, es un asunto que convoca a la ciudadanía en pleno, independientemente de las diferencias en materia ideológica.

A pocos días de cumplirse la fecha fijada para lograr la devolución de todos los menores de edad en poder de los criminales, invito a todos quienes estas letras leen a sumarse y que mancomunadamente y a una sola voz les digamos a esos salvajes que exigimos, sin dilaciones ni excusas, el retorno de la totalidad de niñas y niños que han sido arrancados de sus hogares.

Extiendo, así mismo, esta invitación al Gobierno Nacional. Hermoso mensaje enviaría una posición firme en este sentido, así se irriten y vociferen los señores a los que ha convertido en sus interlocutores políticos.

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