Uribe para la historia

 


Como ahora lo que se usa en Colombia es rajar del expresidente Álvaro Uribe y decir que su gobierno fue el más corrupto de la historia del país, muchos se quedaron estupefactos con los elogiosos comentarios que el riguroso historiador Malcom Deas realizó sobre Uribe y su obra de gobierno.


En la estupenda entrevista que le hizo Margarita Vidal, el reputadísimo profesor de Oxford afirmó: “Me parece que lo que Uribe hizo en su primer período fue muy necesario y muy corajudo”; “el presidente Uribe tiene una inteligencia política excepcional”; “Uribe no fue complaciente frente al problema de los paramilitares”; “El Presidente ha reposicionado el país internacionalmente de forma muy inteligente. Creo que no era un viraje posible sin ciertas cosas que hizo el presidente Uribe”.


¿Porqué afirma esto alguien que posee la imparcialidad que le da ser extranjero, con el conocimiento que tiene del país y con la visión que le da ser historiador? 


No es que Deas sea la versión británica de José Obdulio Gaviria, como pensarán los antirubistas radicales. Lo que ocurre es que en su condición de historiador, el académico ve la obra de Uribe de una forma desapasionada y con una perspectiva histórica.


Y no con la sangre caliente con la que opinan quienes están metidos en la política menuda colombiana. Lo que jamás podrían hacer ni los furibistas ni los antirubistas extremos. Además Deas es inglés, lo que le permite ver las cosas sin el tropicalismo con las que las vemos aquí, en donde una persona puede pasar de ser un Dios al Diablo de un día para otro y sin escalas.


 Estoy seguro de que dentro de 30 o 40 años el gobierno de Uribe será visto como lo ve Deas hoy. Y no será recordado por las chuzadas, ni por el escándalo de Agro Ingreso Seguro sino porque le devolvió al país su viabilidad.


 Los libros de historia consignarán que cuando Uribe accedió al poder en el 2002, Colombia era un país inviable, arrinconado por un feroz ejército guerrillero que estaba a las puertas de las principales ciudades y que impedía que los colombianos se movieran libremente por su propio territorio.


 Esos mismos textos dirán que tras los ocho años de Uribe, ese ejército guerrillero quedó reducido a una banda terrorista refugiada en lo más profundo de la selva, fragmentada y con sus principales cabecillas muertos o en prisión. Afirmarán también que ese enorme avance en materia en seguridad, permitió que Colombia se volviera un país atractivo para la inversión y que la economía se recompusiera.


 En cambio, muy poco se ocuparán esos textos de los errores que Uribe y sus colaboradores cometieron, que sin duda también los hubo. Pero en este país ha habido escándalos mucho más graves que Agro Ingreso Seguro. Y el DAS siempre fue utilizado para hacerle inteligencia a los opositores. Si hay un hecho inflado es la famosa yidispolítica porque todos los gobiernos han usado su poder burocrático para sacar adelante sus iniciativas.


 En fin. Aunque en estos momentos en que está de moda rajar de él resulte políticamente incorrecto decirlo, lo cierto es que lo que hizo Uribe por este país es histórico, mientras que las metidas de pata que se cometieron en su gobierno no tienen ese alcance.


 


 


Diego Martínez Lloreda


 El País/Colombia


Agosto 7 de 2011

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