Cuatro años de estragos

"Serán hasta el 2014, cuando la doctrina de Seguridad Democrática, que nunca fue derrotada en las urnas, regrese triunfante al poder."

En sus dos últimos años, Santos va a facilitar a las Farc y al Eln obtener grandes triunfos políticos. Y ciertos medios de comunicación los celebrarán como expresión de "avances democráticos hacia la paz".

En los próximos dos años, varias columnistas cantarán loas al hecho de que Colombia, con Santos, fue una democracia tan integral, que ninguna autoridad judicial se atrevió nunca a perseguir a "/las y los / voceras y voceros / políticas y políticos/" de las Farc y el Eln.

En los dos años que faltan a Santos, ciertos respetables y democráticos jueces colombianos harán llover boletas de libertad para los "dirigentes políticos y sindicales farianos y elenos" que aún queden en la cárcel (comenzaron con el secretario de Fensuagro).

Ciertas columnistas se congratularán por el fin de la "abusiva era Uribe", cuando las Fuerzas Armadas "reprimieron a la oposición por la minucia de expresar en forma desmedida y deslenguada" apoyo a los terroristas.

En los dos últimos años de Santos, dos columnistas de nombre María defenderán sistemáticamente la libertad de Piedad Córdoba contra la prédica "derechista" que pide perseguirla por: 1) incitar a levantamientos indígenas contra el Estado colombiano; 2) aconsejar que saquen a pedradas a la Fuerza Pública de una base militar. En los próximos dos años de "democracia santista", nadie será perseguido judicialmente por sindicar al Ejército de "sembrar minas antipersonas en una zona habitada por indígenas". No importa que sea un infundio y que tenga un claro propósito cómplice, propagandístico y exculpatorio de las Farc.

En los próximos dos años del régimen "negociacionista", quienes pronuncien discursos de apoyo político a las Farc y al Eln no serán considerados criminales sino "deslenguados"; y tendrán pleno derecho a "desbordarse", sin que nadie ose "censurarlos". En los próximos dos años, los "políticos" de las Farc, como Yesid Arteta, disfrutarán su confortable refugio "político" en Europa, sin que Santos y la canciller Holguín mencionen las incómodas circulares rojas que piden para Restrepo (Arteta tiene condena por un asesinato).

Y, al contrario: en los próximos dos años de estragos 'apaciguacionistas', columnistas y juristas fletados pedirán que metan a la cárcel al presidente Uribe, para impedirle que emita más trinos "desestabilizadores". En los dos próximos años de régimen de la "solución negociada", las dos columnistas escribirán al unísono sobre la conveniencia de que se capture a Luis Carlos Restrepo, sindicado de conspirar políticamente contra el buen nombre de Santos y de las Farc; y dirán que ven con buenos ojos que se mantenga en prisión al exministro Arias, porque encabezó la "descabezada y antidemocrática" campaña "ni un centímetro de despeje"; y pedirán que se desvertebre el "verdadero peligro político para la nación", esa inguandia uribista del Puro Frente Democrático.

¡Sí! Por dos años seguirán corriendo ríos de leche y miel para el colectivo de abogados que: 1) presta apoyo jurídico a guerrilleros presos y a la Marcha Patriótica; 2) persigue al gobierno Uribe en los tribunales; 3) pretende la condena de Luis Carlos Restrepo de quien se declara 'víctima' (¿?); 4) persigue al coronel Plazas, al general Uscátegui y a miles de militares y policías; 5) reclama millonarias indemnizaciones al Estado.

Pero hay una relación necesaria de causa-efecto entre esos éxitos políticos de las Farc y el Eln con los estragos que padeceremos en el remate de este "cuatrienio bobo": más ataques terroristas, secuestros, desplazamientos, muerte, desolación… Todo ello será hasta el 2014, cuando la doctrina de Seguridad Democrática, que nunca fue derrotada en las urnas, regrese triunfante al poder.

Artículo de José Obdulio Gaviria
Publicado en El Tiempo, 31/07/2012

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