A las Farc: una concesión y tres cabezas

"Conocido el antecedente de las "reuniones exploratorias", algunos hechos toman una dimensión monstruosa."

4 de abril: esta columna informó que 'Mauricio', el 'médico', como lo llaman sus cofrades, sucesor de 'Jojoy' en el Bloque Oriental, estaba despachando desde lujosa oficina en La Habana. En El Colombiano, Rafael Nieto expresó su sorpresa porque nadie desmintió ni nadie comentó tamaña afirmación. ¡Confirmado! Todos vimos a 'Mauricio' en la TV. Su desfachatez y soberbia solo son equiparables con la pusilanimidad y desvergüenza de la representación "plenipotenciaria" del régimen: Jaramillo y Frank Pearl.

Con cinismo que dio la vuelta al mundo, el 'Médico', máximo y directo responsable de la conducción de la banda móvil 'Teófilo Forero', anunció el primer consenso monstruoso entre los 'plenipotenciarios' de las "altas partes" contratantes: pretender llevar a la cárcel al enemigo número uno del terrorismo en Colombia, Álvaro Uribe Vélez. Primera cabeza para las Farc y Santos: la de Uribe. ¡Ilusos! Uribe terminará, como siempre, dándoles otra muenda política.

Santos, empeñado en lograr cualquier arreglo, parecería dispuesto a una gran concesión al terrorismo: derogatoria (¿denuncia?) del Tratado de Roma. Por eso el grito 'timoso' de "prometimos vencer y venceremos". 'Timo' dijo que no le jala a una "miserable rendición y entrega", sino que llega a La Habana en plan de refundar la patria con Santos. Como lo entiende cualquier lego, el Tratado de Roma prohíbe pactar la impunidad en contraprestación al abandono de las armas.

A pesar de eso, las Farc notificaron a través de su nuevo órgano oficial, 'Movimiento Bolivariano', que "los diálogos que se inician abren una ventana de esperanza, siempre y cuando NO se parta de la falsa premisa de que la paz es la entrega de las armas y la desmovilización de los insurgentes". En su primera alocución, 'París' y el 'Médico' no estuvieron en la misma tónica de Mancuso y sus compadres de la Auc respecto a abandonar las armas y aceptar una temporada de cárcel. 'París' lo ratificó en El Espectador: "No asociamos la dejación de armas con la rendición ni con entrega (sino con) continuar la lucha por nuestros objetivos y banderas". ¿No queda claro, pues, que las "altas partes" han pactado la impunidad?

Conocido el antecedente de las "reuniones exploratorias", algunos hechos toman una dimensión monstruosa, porque parecerían responder a la entrega en bandeja de plata de dos cabezas más: Luis Carlos Restrepo y Fernando Londoño. Restrepo denunció a tres personas que conspiraron en el seno del propio gobierno Uribe para desestabilizar y destruir la reputación de los principales actores de la política de Seguridad Democrática. Mencionó a Juan Santos, Sergio Jaramillo y Frank Pearl. Como para ambas "altas partes", Restrepo es la encarnación del mal (en sana lógica equivaldría a la personificación del bien, es decir, de la lucha antiterrorista), presentían que terminaría convirtiéndose en una fastidiosa piedra en el zapato. Restrepo sería un férreo opositor a la claudicación del Estado ante 'Timo' y su banda. Pues, ¡a sacarlo del ring! Hoy, por acción del Gobierno y de la fiscalía de Vivian Morales, obra contra Restrepo una circular roja, mientras que Chávez, Castro y Santos preparan alfombra roja para 'Iván Márquez' y el 'Médico'. ¡Cuánta falta le hacen hoy a la patria las luces del perseguido y acallado Restrepo!

El 15 de mayo, una "alta parte" intentó acallar a Fernando Londoño con una bomba 'lapa', mientras la otra parte hacía aprobar un marco jurídico de impunidad. ¿Cómo se llegó a ese acuerdo habanero para exculpar a las Farc? A través de la televisión del nuevo mejor amigo de Santos, Chávez. Esa TV dijo que Londoño había intentado suicidarse. ¡Ay!, ¡el comunismo del siglo XXI se las trae!

Artículo de José Obdulio Gaviria
Publicado en El Tiempo, 11/09/2012

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