Usando sus testaferros criollos, la camarilla chavista que dirige el ignorantón de Maduro, pretende sabotear la producción de petróleo en Colombia, en revancha porque los principales directivos de la Canadiense Pacific Rubiales Corporatión, que produce la cuarta parte del crudo que se extrae en Colombia, eran los máximos ejecutivos de PDVSA, petrolera estatal Venezolana, que después de la huelga del 2002, expulso a 22.000 trabajadores de esa compañía, por no seguir las directrices despóticas de Chávez.
Así que el castrochavismo de fuera y de adentro, siguiendo los legados del comunismo totalitario, no pueden permitir, que el crudo Colombiano reemplace en cierta medida al petróleo Venezolano, que se le vende a USA, siendo prácticamente la única nación que se lo paga de contado al régimen chavista, porque lo demás se lo regalan a los países del ALBA y la China lo recibe en parte de pago ante la gigantesca deuda que Venezuela tiene con la nación Asiática.
En esas condiciones no solo se conspira en contra de la producción petrolera nacional, con la voladura de oleoductos por parte de los grupos terroristas de las Farc y Eln o mediante el secuestro y la extorsión, sino que en el caso especifico de Campos Rubiales, se montan romerías desde Bogotá hasta Puerto Gaitán, por parte de un sindicato como la USO ( que no tiene afiliados en esa empresa) haciéndose acompañar de algunos parlamentarios de la llamada izquierda que de manera oportunista y desconociendo la voluntad de los trabajadores, pretenden azuzar un conflicto, que no existe, pues en esa Compañía hay una organización Sindical que responsable y concertadamente representa a los miles de Trabajadores llamado UTEN, la cual tiene firmada una Convención Colectiva que favorece, claramente las aspiraciones de los obreros.
Entonces el Gobierno Nacional, a través del Ministerio de Trabajo, debe tomar cartas en el asunto ante esa situación, porque los trabajadores petroleros de esa región de Colombia, no se pueden convertir en masa de maniobra de las veleidades, caprichos y apetitos del chavismo, que tiene sus lacayos en el país, que siguen las orientaciones del socialismo del siglo XXI, buscando perturbar la explotación del crudo, haciéndole el juego a las posiciones revanchistas de la camarilla chavista en contra de los directivos Venezolanos de Pacific Rubiales.
También es curioso como la Señora Piedad Córdoba y el Senador del Polo Alexander López, se rasgan las vestiduras por el crudo que se extrae en Colombia, pero de manera hipócrita, se callan ante la explotación que buscan efectuar las principales compañías del mundo, del petróleo pesado en la faja del Orinoco, con la complacencia del Gobierno Venezolano, cuya extracción en pocos años convertiría a la cordillera oriental en un verdadero desierto, importándoles más a este par de personajes la cuestión política e ideológica antes que la parte humana y ambiental, lo cual demuestra que los seguidores de Chávez en Venezuela y Colombia tienen comportamiento de hienas.
El Gobierno de Santos, debe hacer respetar la dignidad y soberanía Nacional en materia de hidrocarburos, investigando el porqué desde Venezuela se orquestan conjuras en contra de compañías que legalmente explotan el crudo en el país, y de paso hacer cumplir la ley en cuanto a la representatividad de los Trabajadores que tiene el Sindicato UTEN en Campo Rubiales, evitando las tramoyas que se urden interna y externamente.