Ante la claudicación del gobierno de Santos frente al castrochavismo, que orienta a los terroristas de las Farc que dialogan en La Habana, es indudable que está en juego la integración y la soberanía nacional, ya que tácticamente para el engendro marxista del Socialismo del Siglo XXl, en la actual coyuntura la reelección es un paso importante hacia sus fines estratégicos de tomarse el poder político, siendo el actual mandatario una especie de Kerenski Presidente provisional por pocos meses en la Rusia de 1917, antes que los bolcheviques asaltaran a Petrogrado.
Entonces para el próximo 25 de mayo cuando se disputa, la primera vuelta presidencial se debería tener un candidato de consenso para enfrentar a Juan Manuel Santos, sin embargo se sabe que existen tres candidatos que podrían poner en peligro la reelección, si se juntan para ese propósito, ellos son el candidato del Centro Democrático Oscar Iván Zuluaga, la Candidata Conservadora Marta Lucía Ramírez y Enrique Peñalosa, que a pesar de que fue elegido con una gran votación en la consulta de la Alianza Verde, no es del agrado de los sectores hirsutos de la llamada izquierda en ese partido, al haber sido acompañado en la anterior campaña para la Alcaldía de Bogotá por el Expresidente Uribe, pero aquí hay que manejar la situación de una manera pragmática, porque el interés de la nación está por encima de las pequeñas causas.
En ese orden de ideas, se podría acompañar a cualquier candidato de los tres antes mencionados, que llegue a la segunda vuelta, si no existe un acuerdo anterior, resaltando que según las encuestas Santos no sube del 25% y será muy difícil que despegue, porque en las elecciones parlamentarias del pasado 9 de marzo se empleó a fondo toda la maquinaria gobiernista, y ya para las justa presidencial están exhaustos los caciques políticos, que con la credencial de congresista en el bolsillo no acompañarán con el mismo entusiasmo al Presidente-candidato.
Algo similar a lo sucedido con el candidato del liberalismo el Expresidente Alfonso López M, en 1982, que quería hacerse reelegir habiendo estado en el gobierno entre 1974 a 1978 y los barones electorales de aquella época, ya elegidos lo dejaron colgado de la brocha, siendo el triunfo para el candidato Conservador Belisario Betancourt, ahí tiene un espejo el actual Mandatario.
Así que hay que armar una coalición democrática contra la reelección, porque con Santos se continuará por el camino del entreguismo, en donde no sólo se consolidará la pérdida de los 90 mil kilómetros de mar territorial frente a Nicaragua, sino que en el diferendo marítimo con Venezuela también Colombia seguirá perdiendo soberanía por el chantaje que hace el chavismo a través de las Farc, por aquello de continuar con el conflicto por parte de la narcoguerrilla, si el gobierno colombiano no cede a las pretensiones de los jefes terroristas apadrinados por el régimen chavista.
Se espera un éxito electoral en la primera vuelta del candidato del Centro Democrático Oscar Iván Zuluaga, ganando de una, o pasando a la segunda vuelta, pero si ello no llegase a ocurrir, necesariamente debe de haber coalición con los candidatos más afectos al uribismo y mejor posesionados como son Marta Lucía Ramírez y Peñalosa, para salirle al paso a la reelección, en donde es sabido que con la candidata del Conservatismo será más fácil el respaldo, mientras que con el exalcalde de Bogotá, por estar dentro de un partido que es una conjunción de sectores variopintos, se debe llegar a acuerdos programáticos, en donde se defienda íntegramente la soberanía patria, además de no hacerle concesiones al terrorismo.
