Las normas pétreas y la segunda vuelta

La posición del oficialista FMLN ha sido un constante ataque contra la independencia de la justicia y amenaza con la destitución de los magistrados de la Sala de lo Constitucional, único órgano que equilibra los frenos y contrapesos que deben existir en un sistema de división de poderes.

La Constitución de 1983 estableció aspectos innovadores como las normas pétreas, grabadas en piedra, para proteger el sistema político pluralista y la forma de gobierno republicana, democrática y representativa. En la exposición de motivos denominado Informe Unico de la Constitución se determinó que el pluralismo ideológico es la convivencia temporal y espacial, dentro de un régimen de libertad, de múltiples ideologías y cuando es democrático no tiene ninguna exclusión.

La Comisión preparó el proyecto de Constitución considerando que los procedimientos anteriores  de reforma eran demasiado rígidos, estableciendo nueva normativa más flexible, mediante dos votaciones en dos Asambleas Legislativas, el primer acuerdo con votación simple y el segundo de ratificación  mediante votación calificada de dos tercios siendo ambos acuerdos constitucionales sin recurrir a una Asamblea Constituyente. Pero al mismo tiempo los constituyentes de la época crearon un blindaje para  las normas pétreas que conforman la estructura medular de un sistema político pluralista y una forma de gobierno democrática, republicana y representativa agregando la alternabilidad en la presidencia de la República y el territorio, las que no pueden reformarse en ningún caso.

Con los Acuerdos de Paz en 1991 y 1992 se “acordó introducir reformas que permitieran el restablecimiento de la paz y la armonía social, la libertad y el respeto a los derechos fundamentales de la persona”. Las reformas fueron adoptadas entre otros actores  por el partido ARENA en el gobierno y el grupo alzado en armas FMLN, convertido en partido político por decreto legislativo. Reformas consideradas como “la más alta expresión de un pueblo civilizado que se ha sometido al orden jurídico y constituyen la vivencia de un auténtico estado de derecho que se reordena, a partir de un nuevo pacto fundamental, que es garantía de una paz permanente y duradera”.

Dicho en otras palabra el FMLN al firmar los Acuerdos de Paz aceptaron incorporarse a una sociedad organizada jurídicamente por la Constitución de 1983 bajo un sistema pluralista de una democracia representativa y aceptó el sistema de reforma constitucional que señala el Art. 248 Cn. Reconoció la existencia y respeto a las normas pétreas del sistema pluralista y la forma de gobierno republicana democrática representativa, el territorio de la República y la alternabilidad en el ejercicio de la Presidencia de la República. Y otras que no permiten el control político total ejercidos por una misma persona o por una sola entidad política.

Han transcurrido 30 años de la Constitución de 1983 y 22 años de los Acuerdos de Paz y ahora que el oficialismo del FMLN avizora el poder hacen declaraciones políticas de sus verdaderos propósitos que por mucho tiempo escondieron, declaran reformar las normas pétreas, sustituir la democracia representativa por la democracia participativa o popular mediante referéndum o plebiscitos que instrumentalizan adquiriendo el clientelismo político con dádivas, subsidios, bonos, regalos, dinero y demás mediante el financiamiento de ALBA una agencia del gobierno extranjero de Venezuela sin que sea cooperación para el país sino para el oficialista FMLN. Los dirigentes del oficialismo como el diputado presidente de la Asamblea Legislativaa manifiestan su disposición de destituir la Sala de lo Constitucional, mantener desacato permanente y reformar la Constitución, al igual que en países del Socialismo del Siglo XXI, que apenas llegan al poder superan la alternabilidad controlando una Corte o Sala Constitucional genuflexa o reforman la Constitución para aprobar la reelección indefinida del presidente o le otorgan poderes habilitantes para hacer lo que quieran, acallan las voces de la libertad de expresión como se ve en Nicaragua, Venezuela, Ecuador y Bolivia. Evitan criticas para su gobierno, cancelando, acosando o confiscando  los medios escritos, de radio y televisivos como se ve en  esos países. La posición del oficialista FMLN ha sido un constante ataque contra la independencia de la justicia y amenaza con la destitución de los magistrados de la Sala de lo Constitucional, único órgano que equilibra los frenos y contrapesos que deben existir en un  sistema de división de poderes. Como estas declaraciones de la dirigencia del FMLN pudieran afectar los resultados electorales, su fórmula presidencial por razones electoreras reniega de su ideario revolucionario y manifiesta lo contrario; pero no resulta creíble porque insisten que ese “faro de luz” que pregonan para imitar que es Venezuela reprime sangrientamente la manifestación de la libertad de expresión y de prensa, pero por la ayuda económica que reciben de Alba no se atreven a denunciar a su par ideológico. Es momento de definiciones, queremos un país cuyo entorno constitucional y legal nos pueda garantizar libertades con seguridad; o el que pregona un cambio radical para el control total político imitando el “faro de luz” de Venezuela donde reprimen sangrientamente la libertad de expresión y de prensa.

Acudamos a votar por nuestras libertades.

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