¡Salvemos la democracia!

Mañana es una fecha trascendental para Colombia, tendremos que ir a votar en unas elecciones parlamentarias, que representan una encrucijada histórica para el país, se definirá la hoja de ruta de la democracia.

Para simplificar me referiré solamente al Senado, son 9 las listas (mas la opción del voto en blanco) las que se disputan, pero en realidad son dos versiones las que se enfrentan.

Por un lado está la opción del triunfo de la violencia comunista y el narcoterrorismo, que se presenta con el eufemismo del bando de la paz. Esta opción tiene dos vertientes, una muy pequeña en término de opción de voto (le calculo alrededor de 10 Senadores) representada por dos listas la del Polo y la de Alianza Verde. Esta opción tiene el mérito de ser honesta, pues se presenta tal cual es: la izquierda democrática, aunque esto es relativo, pues en ellas hay conspicuos representantes de las Farc como Iván Cepeda y Carlos Lozano. La otra vertiente, actúa diferente, son partidarios de entregarle el poder a las Farc, pero disfrazan sus objetivos, presentándose como miembros del centro.

Esta es la opción liderada por el Presidente traidor al mandato popular Juan Manuel Santos y constituidos por los partidos de la mesa de Unidad Nacional: Liberal, la U y Cambio Radical. Es un caso vergonzoso de la venalidad pues aquí es un ínfimo número el que está convencido ideológicamente del postulado farcsantista, pero la inmensa mayoría se deja dominar por la mermelada gubernamental. Sinceramente prefiero a un fariano de cepa como Carlos Lozano, a un parlamentario que le da todo el poder a las Farc a través del Marco Jurídico de la Impunidad, por un fajo de dólares, como Roy Barreras. Aunque de nuevo, esto es relativo, pues los farianos de cepa, también son adictos a los dólares, como lo demuestra el narcotráfico de las Farc y los negocios con los casos que representa del Colectivo de Abogados.

En el limbo están el voto en blanco y la lista conservadora. El primero porque significa una pérdida del voto, la segunda porque si bien es el más conspicuo representante de la ley y el orden desde el punto de vista ideológico, demostró plegarse a la mermelada, de manera que su posición en el próximo período está sujeta a quién tendrá la mayoría, si llegase a estar en el gobierno una posición anti Socialismo del Siglo XXI, los Gerlein y Cepeda estarán con ella, pero igualmente si las Farc salen triunfando, ellos estarán allí; por lo tanto votar por la lista conservadora, es una apuesta en este sentido.

La segunda opción es la que enfrentará la entrega de Colombia al castro chavismo y por lo tanto es el baluarte de la defensa de la democracia colombiana. Obviamente esta opción es la del Centro Democrático liderado por Uribe. El que quiera seguir viviendo en democracia, sin el  dominio de criminales de lesa humanidad y sin escasez de alimentos votará por esta lista. Todas las encuestas señalan que esta será la opción triunfadora obteniendo unos 30 Senadores. De confirmarse esta tendencia habrá en Congreso una bancada fuerte que impedirá la entrega del país a las Farc.

Pero este triunfo será solamente una batalla ganada, necesitamos ganar también la presidencial para ganar la guerra, pues de reelegirse Santos la mesa de la Unidad Nacional mas la izquierda y con el apoyo de la bancada conservadora que como sabemos es gobiernera, sería mayoría para legislar a favor de las Farc. Por lo tanto se necesita ganar la Presidencia, para que los Conservadores se unan al Centro Democrático y así con el apoyo de uno que otro que votaría a conciencia, tener una mayoría que impida esto. Está claro que para  triunfar en las presidenciales se deben unir las candidaturas de Martha Lucía Ramírez y Oscar Iván Zuluaga, y esto debe hacerse en una semana, para impedir el triunfo en primera vuelta de Santos o el paso de Peñaloza a la segunda, que son dos posibilidades si el uribismo va dividido.

Concluyamos que en estas elecciones los colombianos tenemos el deber de salvar la democracia votando por el Centro Democrático, y luego de esto los candidatos tienen el deber de unirse esta semana para  asegurar el triunfo impidiendo así la posibilidad del triunfo del castro chavismo, tanto el pueblo como el liderazgo político tienen pues un deber: ¡Salvemos la democracia!

Director editorial pensamientocolombia.org

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