Inaceptable su sesgo

En dicho editorial se habla de que Zuluaga fraguaba un “golpe” contra la campaña del impoluto Santos, al que pretenden casi hacerle un altar, pero lo que queda claro es que Zuluaga sólo preguntaba qué podría hacer Santos que pudiera dispararlo en las encuestas y además asegurar su reelección.

Zuluaga pensaba que ese golpe iba a ser dirigido a la guerrilla, es decir, un golpe militar a alguno de sus comandantes, pero la artimaña de Santos resultó, con todo este show orquestado por su campaña y sus medios de “comunicación”, en un ataque certero a la campaña uribista: o sea, los medios y el Gobierno asociándose para destruir a todo aquel que se oponga. De ahí que sean ya muy comunes palabras como ultraderecha, fascista, enemigos de la paz, etc.

En el texto se habla de que es la justicia la que debe probar si hubo o no infiltración a la campaña de Zuluaga. Vaya, qué gran contraste. Por un lado dejan casi por seguro que Zuluaga se ha asociado con Sepúlveda y juntos pretendían destruir el proceso de paz, pero en el video no se ve qué sería eso tan descomunalmente terrible que podría usar la campaña para destruir el proceso. En pocas palabras, el escritor del editorial se dejó llevar por la euforia que le provoca su odio contra el uribismo al ver esto como el verdadero “golpe” que destruiría la campaña a tan sólo una semana de los comicios.

¿A qué clase de era oscura pretenden llevarnos los medios y la clase política corrupta colombiana? Me hago la pregunta, muy parecida a una expresada en el editorial.

Lo pregunto porque es francamente escalofriante la probadita que nos están dando en el caso de que un gobierno de corte extremista de izquierda se tome el poder en este país. Señores de El Espectador: ese es el verdadero peligro, y ahora ustedes sólo pretenden disfrazarlo con el fin de favorecer a sus jefes en el poder, pero eventualmente terminará afectando a cada habitante de esta nación, incluyendo a sus hijos y demás descendientes. Porque no crean que el establecimiento de una dictadura castro-chavista no los va a afectar, quizá no tanto en lo ideológico, porque queda clara su fascinación por las ideas “revolucionarias”, pero creo que llegará un momento en el que podrían reflexionar cuando les empiece a faltar el papel higiénico.

Es bien sabida la gran complicidad de los medios bogotanos con la clase política corrupta y criminal de este país. Lo demuestra el gran poderío que sus medios impresos, televisivos y radiales aplican a todos los demás. Pero lo realmente triste es ver cómo un medio que ha sufrido la persecución de criminales de la talla de Pablo Escobar y otros termina por avalar, aprobar y hasta defender la tesis de darle impunidad a una banda de asesinos, con el pretexto de la paz.

Se trata de reconocer el chantaje de unos criminales que con bombas y torturas han pretendido someter a la sociedad a sus designios y llevarnos a la verdadera era oscura a la que un párrafo del editorial hace referencia.

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