Un manejo reprochable, fraudulento e hipócrita es el que se quiere dar con las supuestas victimas que viajarán a La Habana, en representación de miles de ellas, seleccionadas adoctrinadas y con claros intereses políticos, no obstante se alega transparencia en el proceso, pero donde es incuestionable la participación activa de Iván Cepeda y Piedad Córdoba, quienes a través de sus asociaciones y ONG, buscan invisibilidad y ocultamiento de las verdaderas y reales, o llevando víctimas genéricas como las del paramilitarismo, algo vergonzoso e infame, aceptado por el permisivo y alcahuete gobierno, títere de las Farc, buscando menguar el impacto de su daño y atrocidades, y eludir su responsabilidad, para acceder a la impunidad mas aberrante y urticante.
Esa organización terrorista ya ha dicho públicamente que no se arrepiente de nada, como lo dijo el orate de Timochenko: “Somos guerrilleros colombianos, militantes activos de una organización revolucionaria que recién cumplió cincuenta años de lucha invencible. Nos sentimos orgullosos de ello, no nos arrepentimos ni siquiera por un instante de lo hecho”.
Todo está dicho, la arremetida de violencia y atentados por parte de la guerrilla, es producto del envalentonamiento y soberbia que les acompaña, ante el arrodillamiento del gobierno, presumen y saben que el presidente es un tonto, alucinado, fácil de engañar y dispuesto a tolerarles todo lo que quieran, lo saben y se aprovechan de ello.
“En estos tres foros sobre representación de las víctimas hemos sentido que no hay esa veeduría y no creemos en ellos porque en las relatorías finales el mensaje de las víctimas directas no se tiene en cuenta. Allí hay un libreto ya preestablecido con criterios de una corriente ideológica liderada por el doctor Iván Cepeda y la doctora Piedad Córdoba”, señaló. el general Mendieta secuestrado 12 años por las Farc, y quien no fue aceptado como víctima.
Asociaciones como el Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo (Cajar), la Comisión Colombiana de Juristas (CCJ), y otras entidades como el Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado (Movice), la Fundación Manuel Cepeda Vargas, la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz, el Cinep, la Escuela Nacional Sindical (ENS), la Corporación Nuevo Arco Iris (CNAI), tienen un sesgo político e ideológico marcado, la izquierda, y son quienes manipulan el proceso de las victimas, por lo cual además reciben ayudas internacionales.
Ya basta de ardides, triquiñuelas y juego sucio, ¿acaso no fue suficiente con el triunfo en las elecciones, basado en la dádiva mezquina, la corrupción y el clientelismo mas vil, ahora quieren desaparecer las víctimas reales de las Farc, ocultarlas, invisibilizarlas?, la paz -cueste lo que cueste-, será una paz, efímera, sin justicia, sin razonabilidad, necesariedad y proporcionalidad.
