Contravía

El empeño del Gobierno por negociar la paz a cualquier precio está creando una situación paradójica. Mientras por un lado se publicita la reconciliación con los criminales de guerra y se les ofrece perdón y olvido, por el otro lado se persigue de manera constante al presidente Uribe que rescató el sistema democrático de un colapso inminente y a los militares que dieron la batalla. Cosas de la política. Pero no se trata de una situación inédita; en Colombia la ingratitud con los héroes es una constante desde la época de la independencia. Bolívar tuvo que salir rumbo al exilio y a la muerte en medio de la noche y el entusiasmo de sus enemigos que se declaraban hastiados de su ingerencia en la Nueva República, donde tuvieron amplio espacio antiguos enemigos de la independencia como el general Obando.

La vida de Laureano Gómez fue falsificada con propaganda negra construida por los seguidores del dictador Rojas Pinilla para justificar el golpe de estado y esa leyenda ha sobrevivido los años desconociendo los hechos históricos. La época de la “violencia” ha sido contada en novelas, películas, y textos de enseñanza de manera sesgada y exagerada para ultrajar la memoria de unos y ocultar los actos perversos de otros. Hay muchos mas ejemplos de tergiversación de los hechos, lo cual complementado con el acomodamiento de los dirigentes que hoy son amigos y mañana los más empecinados contradictores, ha construido una sociedad donde la mentira y la traición son meritorias siempre y cuando produzcan como resultado la conservación del poder establecido.

Lo que anuncia un pésimo pronóstico para el Centro Democrático, el presidente Uribe y el país en el corto plazo. Por fortuna en el largo plazo el país ha demostrado ser capaz de detenerse al borde del precipicio como lo hizo con el frente nacional y el desmonte del paramilitarismo. Lo que no quiere decir que sea fácil pues recuperar el rumbo siempre implica sacrificios y una gran dosis de injusticia. Frente a lo primero los colombianos tienen amplia experiencia que seguramente no dudarán en repetir, y en lo segundo, contando con la ayuda del sistema judicial que ya está practicando, seguramente se conseguirá ampliamente.

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