Con bastante frecuencia las Farc parecen olvidar que el proceso de paz aún no termina y que los colombianos no propiamente los reconocemos por sus aportes a la formulación de políticas públicas sino por su indiscutible habilidad para hacer daño.
En sus voceros advertimos las palabras de asesinos y no las recomendaciones de sabios estadistas. Por tanto, lo que ellos afirman y pretenden hacernos ver como aportes a la deliberación democrática en la formulación de políticas públicas, no serán más que amenazas hasta tanto no firmen la paz, entreguen las armas, confiesen sus crímenes y reparen a sus víctimas. Como bien dice el refrán, por más que uno madrugue no amanece más temprano.
Pero como los vemos tan activos, preparando cuadernos temáticos y proponiendo toda clase de iniciativas sectoriales, me pareció oportuno contribuir con al menos 10 puntos de una agenda que, aplicándose por parte de las Farc, tendría claros e inmediatos impactos positivos sectoriales. Aquí va:
1. Política de Infancia y Adolescencia: no reclutar más niños y dejar en libertad a aquellos que permanecen abusados en sus filas.
2. Política Rural: suspender la siembra de minas quiebrapatas y contribuir al desminado, así como no promover más cultivos ilícitos, que son el primer eslabón en la cadena del narcotráfico y el que más tragedias significa para el campesino.
3. Política Energética: para aumentar los recursos de provenientes de las regalías, las Farc podrían simplemente dejar de robar hidrocarburos y evitar la voladura de oleoductos, así como acabar con la instigación de bloqueos y otras amenazas que impiden el transporte de los mismos.
4. Lucha contra la corrupción: denunciar a los políticos locales con quienes se apropian del presupuesto público.
5. Política Tributaria: harían de Colombia un país más competitivo si detuvieran la extorsión y el boleteo, principalmente a quienes generan desarrollo productivo.
6. Política Minera: suspender la explotación ilegal e indiscriminada de toda clase de yacimientos de coltán, níquel, oro y tungsteno, así como acabar con el uso contaminante del mercurio.
7. Política Ambiental: le sería fácil a las Farc detener la deforestación de la selva y la destrucción de parques naturales para sembrar coca y también acabar con la contaminación de ríos y selvas producto del procesamiento de la droga, el hurto de hidrocarburos y los ataques a la infraestructura petrolera.
8. Política contra la Evasión: las Farc podrían declarar sus bienes en Colombia y en el Exterior para que se sometan a extinción de dominio y así se posible reparar a sus víctimas y aumentar cobertura de programas sociales.
9. Política Educativa: los niños y jóvenes colombianos agradecerían que dejaran de amenazar sus profesores y no instalaran campos minados en los jardines de escuelas y colegios.
10. Política de Equidad para la Mujer: a las mujeres combatientes podrían dejar de utilizarlas y someterlas. Es imperativo que dejen de violarlas, obligarlas a abortar y someterlas a constantes maltratos y vejámenes.