De maduro… a santos

Algunos colombianos nos aterramos de las atroces prácticas que el gobierno venezolano viene aplicando en contra de sus opositores, digo algunos porque para el presidente Santos no hay nada extraño ni irregular en la nación vecina…

En Venezuela parecen cooptar todas las Altas Cortes, para que en un aparente acto de independencia de poderes, ataquen a los “enemigos” y le den un aire de legalidad a las arbitrarias acusaciones. Encarcelan a todos los opositores con cargos inventados y sacados de contexto, por un aparato policial y fiscal que son del bolsillo del presidente Maduro. Hacen creer que la economía se desencuadernó por culpa de los opositores y sus aliados norteamericanos. Dejan que la moneda se devalúe a niveles desbordados y dicen que es una bendición para el aparato productivo nacional. Ahuyentan la inversión extranjera en todos los frentes, en especial el sector petrolero, entre otros movimientos socio-económicos.

Una de las pocas diferencias entre ese régimen y el nuestro es que seguramente el presidente Maduro no es tan cínico como para esperar que le den un premio Nobel de cualquier cosa y el Presidente Santos, dice el rumor, sí está dispuesto a dejar que este país se lo lleve el diablo con tal de recibir su soñado premio Nobel.

Cómo puede un observador imparcial aceptar que a una terrorista como “Karina”, la independiente y no parcializada justicia colombiana, le dé 11 años de cárcel después de haber asesinado, torturado, secuestrado, desplazado, etc. etc. a cientos de colombianos si no a miles. Y cómo al exsenador Iván Moreno, después de los hechos ocurridos en Bogotá con el famoso Carrusel de la contratación fue condenado a 14 años (y a su mano derecha, Clara Rojas “no la tocaron ni con el pétalo de una rosa”) y además al exministro Arias, quien contrató con un ente internacional, reconocido por su transparencia e independencia, recibió una condena de 17 años… Explíquenme por favor, cómo se definen estas penas. A la par que también condenan a María del Pilar Hurtado y a Bernardo Moreno a penas muy pocas veces aplicadas en Colombia, tanto en tiempos de largas condenas en la cárcel, como en multas exuberantes, como si ellos tuviesen dinero a granel, como sí lo tienen las Farc.

Y otro punto para que nuestra honorable e independiente justicia explique es, ¿¿de dónde para acá el delito más grave que existe para la humanidad es escuchar conversaciones ajenas?? Muy seguramente los narcoterroristas de La Habana, que han cometido pequeños delitos como miles de homicidios, miles de secuestros, miles de toneladas de cocaína exportadas, miles de menores reclutados a la fuerza, cientos de miles de personas desplazadas y otro sinnúmero de pecadillos veniales, no pagarán cárcel, ni cancelarán dinero alguno… ¿¿Entre tanto, unos funcionarios que se atrevieron a escuchar unas conversaciones ajenas, cosa que todos los organismos de seguridad del mundo entero hacen a diario terminaran casi que condenados a cadena perpetua y obligados a pagar cifras astronómicas??

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