Nicolás Maduro es el actual presidente de Venezuela, sucesor de su mentor y jefe Hugo Chávez, elegido en votación popular, por cierto bastante cuestionada de fraude y con mínima diferencia de su contrincante opositor Henrique Capriles. En el poco tiempo que lleva gobernando este hombre, mediocre, incapaz e inculto está conduciendo a ese país a la ruina tanto moral, social como económica.
Maduro quien no trabaja, pues su principal labor es reunirse en mítines políticos con los abúlicos seguidores chavistas del régimen, quienes por fervor al desaparecido jefe o por temor a ser despedidos o enjuiciados por traición a la patria, si no asisten a vitorear o ensalzar al Presidente, entonces hacen presencia con camisetas rojas o tricolor a escucharle las barbaridades y arengas de ese mendaz personaje.
Ante su incapacidad de control del país y buscando salidas que generen tensiones, ahora la está arremetiendo contra Colombia señalando irresponsablemente, que desde este país se le está fraguando un golpe de Estado con paramilitares y dirige esta acción hacia el expresidente Uribe.
Es grave que un presidente en ejercicio tome estas actitudes y acusaciones, pues una cosa es no estar de acuerdo con ese presidente y sistema que tiene acabados a los hermanos venezolanos y otra que se promueva un golpe de Estado. Personas simples como es mi caso que veo con horror cómo se mata a jóvenes estudiantes en las calles por protestar, cómo se arremete brutalmente contra los políticos de la oposición como ha sido el caso de Leopoldo López, Antonio Ledezma, Corina Machado, Julio Borges y los otros secuestrados y perseguidos por el Gobierno, nos indignamos. Eso mismo le sucede al expresidente Álvaro Uribe y muchos políticos colombianos. Pero que ellos promuevan un golpe de Estado solo cabe en esa mente temerosa, paranoica y estratégica para confundir a la opinión de su país y buscar pretexto para seguir arremetiendo contra gente que no está de acuerdo allá con él, entre ellos muchos colombianos residentes que han sido perseguidos, encarcelados y expropiado arbitrariamente sus bienes.
Quienes pensamos con el deseo que se caiga Maduro, que se termine de una vez por todas ese régimen tiránico y que se acabe esa nefasta experiencia de la revolución bolivariana y socialismo del siglo XXI, somos muchos entre colombianos y principalmente venezolanos, porque cada día que pase es peor para ese estupendo país y su buena gente que no merece esa suerte por la que está pasando.
Presidente Canal Teleamiga Internacional
