Senador Rangel pide al gobierno que ratifique o rectifique cifras sobre deterioro de la seguridad

El senador del Centro Democrático, Alfredo Rangel, al radicar una constancia sobre el deterioro de la seguridad en el país, le solicitó este martes al presidente Juan Manuel Santos que ratifique o rectifique las cifras oficiales que publicó esta colectividad y que el Jefe de Estado calificó de “engañosas” en una entrevista radial.

Durante su intervención en la plenaria del Senado, el congresista aseguró que “esta mañana, en una cadena radial, el presidente Santos tildó de engañosas y faltas a la realidad las cifras que el Centro Democrático incluyó en un documento reciente sobre los diálogos de paz en Cuba”.

Por esta razón, el senador Rangel enfatizó que “ratificamos que estas cifras son cifras oficiales que tienen origen en el ministerio de la Defensa” y paso seguido reveló que en dichas estadísticas se determinó que “entre el 2010 y el 2014 la voladura de oleoductos creció 355 por ciento; la voladura de puentes, en 300 por ciento; la extorsión, en 262 por ciento; la explosiones a instalaciones militares crecieron 120 por ciento; hostigamientos a la fuerza pública, 69 por ciento; los retenes ilegales, 64 por ciento y los actos terroristas dispersos, 62 por ciento”.

Con base en lo anterior, el Senador del Centro Democrático conminó al ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, a que “ratifique o rectifique estas cifras e invitamos, igualmente, al señor presidente Santos a que conozca sus propias cifras oficiales y no le mienta al país ocultando la realidad de un deterioro de la seguridad de nuestro país durante el desarrollo de los diálogos de paz de La Habana”.

En segundo lugar, el senador Rangel llamó la atención en el sentido en que el Centro Democrático “no concibe que mientras en La Habana se habla de paz, el Gobierno dice que las Farc cumplen con su cese unilateral, en Colombia la realidad nos muestra asesinatos, secuestros y desapariciones”.

Paso seguido, el Parlamentario leyó los hechos violentos que demuestran que hay un deterioro de la seguridad en el país, así como el incumplimiento del cese unilateral de las Farc, del que se ha dicho por parte del mismo Gobierno que se ha cumplido a cabalidad.

En este sentido, aseguró que “adicionalmente, a todos estos lamentables y condenables hechos, dejamos en esta constancia un listado extenso de otros casos sucedidos en las últimas dos semanas que deja en evidencia que se sigue deteriorando la seguridad en el país, cuando el presidente Santos se empeña en ocultarlo”.

El siguiente es el texto de la constancia del senador Alfredo Rangel:

Constancia/ Continúa el asesinato de soldados y policías. Ahora, según el Gobierno, por “actores desconocidos”

“Desde el Centro Democrático lamentamos cómo nuestros soldados y policías siguen siendo asesinados en zonas que históricamente han sido dominadas por terroristas de las Farc y del ELN, pero que hoy el Gobierno denomina a los responsables como “actores desconocidos”, y calla ante el evidente deterioro de seguridad en el país.

El pasado sábado 4 de abril, cuatro policías fueron asesinados en una emboscada con artefacto explosivo en zona rural de Cúcuta cuando realizaban labores de control y registro. Fueron vilmente asesinados: intendente Hemel Jesús Collantes Gereda, patrullero Guillermo León Ulloa, patrullero Manuel Alirio Silva Rodríguez y capitán Carlos Augusto Sánchez. Hoy, 4 días después, el Gobierno no ha dado a conocer a los autores. Por ahora, siguen desconocidos.

Hoy, la Fiscalía aseguró que el agente del CTI, Andrés Felipe Mejía López, cuyo paradero se desconoce desde el 5 de mayo de 2014 cuando cayó de un helicóptero en el desarrollo de un operativo contra el comandante del Bloque Oriental de las Farc, alias 'Carlos Antonio Lozada' en las selvas de Guaviare estaría en poder de dicho grupo armado ilegal.

Hoy también fue atacada con explosivos, una patrulla en zona rural de Chaparral, Tolima, dejando a ocho soldados heridos. Los autores son desconocidos, cuando todos sabemos que en esta zona delinquen las Farc.

El 5 de abril, nuevamente, en una zona en la que delinquen históricamente las Farc y el ELN, fue dinamitado un tramo del oleoducto Caño Limón-Coveñas, el tercero en este año.

El 3 de abril, un francotirador de las Farc hirió a un campesino y a un soldado en hechos que fueron registrados en la vereda La Victoria del municipio de Arauquita, Arauca, lo que demuestra que las Farc siguen violando el Derecho Internacional Humanitario e infringe el cese unilateral.

El 29 de marzo, milicianos del Frente Daniel Aldana de las Farc asesinaron al patrullero Luis Eduardo Obregón en Tumaco, Nariño.

El 28 de marzo un civil y los tres soldados profesionales adscritos a la Brigada Móvil No. 14 de la Fuerza de Tarea Apolo: José Venancio Secué Ascué, José Ramiro Pavi Ramos y Cristian Castaño Ospina resultaron heridos en un ataque perpetrado por terroristas.

También el 28 de marzo murió el campesino Erasmo Bejarano en zona rural del municipio de Lloró, Chocó, al pisar una mina antipersonal.

En el mismo departamento, los terroristas de las Farc dejaron gravemente herido a un suboficial del Ejército, con riesgo de amputación, en Samaniego.

El 27 de marzo, el soldado profesional Juan Camilo Castillo Rubiano fue asesinado por terroristas del Frente Sexto de las Farc en el sector del Alto Venadillo, municipio de Caloto, Cauca, mientras las tropas se defendían de un ataque sorpresivo de los terroristas.

El sábado 25 de marzo, la alcaldía municipal de Puerto Guzmán, Putumayo, alertó al Ejército sobre la presencia de artefactos explosivos en el patio de una escuela perteneciente al resguardo indígena Alpamanga de la comunidad indígena Inga. Gracias a la labor de nuestros héroes, se hallaron los dos artefactos explosivos que fueron puestos por terroristas del frente 32 del Bloque Sur de las Farc y posteriormente se desactivaron. La realidad es que pusieron en grave riesgo la vida de los niños que asisten a esa escuela.

El Centro Democrático no concibe que mientras en La Habana se habla de paz y el Gobierno dice que Farc cumple con cese unilateral, en Colombia la realidad nos muestra asesinatos, secuestros, desapariciones y atentados contra la infraestructura energética.

Adicionalmente a estos lamentables hechos, dejamos constancia de otros casos sucedidos en las dos últimas semanas, que deja en evidencia como se sigue deteriorando la seguridad en el país”.

Bogotá, 7 de abril de 2015

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