Montealegre

El Fiscal General de la Nación tiene que dedicarse, exclusivamente, a ser Fiscal General de la Nación. Nada más, pero tampoco nada menos.

Y para eso es importante recordar que la Fiscalía es una entidad que se maneja ante los juzgados y tribunales competentes, no frente a los micrófonos de los medios de comunicación, como lo ha venido haciendo.

El doctor Eduardo Montealegre parece haber olvidado eso ya que se acostumbró a ejercer la justicia desde los titulares de prensa, o a sentar posiciones sobre cada uno de los debates importantes del país en entrevistas y foros de discusión.

Errado.

Aunque muchas veces comparto la posición o los argumentos del fiscal Montealegre sobre los debates cruciales del país, eso no justifica que siga teniendo intromisiones para opinar sobre el rumbo de cada parte de la política colombiana.

No.

Colombia necesita un Fiscal que se dedique a ser Fiscal. No uno que parezca un candidato a otro cargo usando la vitrina de la Fiscalía para hacer conocer sus posiciones y argumentos. Así de claro y así de sencillo.

En ninguna de las funciones de esa entidad de control está descrito que su cabeza puede, o debe, sentar posiciones o posturas sobre temas como la reforma a la justicia. (ver http://www.fiscalia.gov.co/colombia/la-entidad/funciones/

Pero desde los micrófonos de esta institución el doctor Montealegre se ha posicionado ante la opinión pública con sus posturas sobre ese tema y otros debates sensibles para la sociedad incluidos los derechos de los homosexuales y los diálogos de paz.

Con sus pronunciamientos ha demostrado ser el brazo liberal del pensamiento liberal. Y eso lo ha dejado ver desde la clandestinidad de hacer campaña sentado en un cargo de investigación penal, intentando gobernar sin gobierno y haciendo política sin haber sido elegido popularmente.

Lamentable.

Esto no puede seguir pasando con la Fiscalía. Sobretodo porque el doctor Montealegre ha dejado un sabor de que está ejerciendo la investigación penal con una bandera política, y eso es perverso para la administración de justicia.

Y sabiendo eso, el doctor Montealegre se ha resguardado en que está ejerciendo su derecho de ciudadano, ya que fuera de ser Fiscal es colombiano.

Pues no.

El trabajo de los ciudadanos se les debe dejar a los ciudadanos, pero solo hay un Fiscal General de la Nación, y como tal, este tiene que guardar compostura a su cargo para no contaminar más sus importantes funciones, o seguir perdiendo legitimidad en la administración de justicia.

De lo contrario, el Fiscal debería renunciar a ser Fiscal y dedicarse a opinar, si eso es lo que tanto lo gusta. O presentarse ante las urnas para que las mayorías del pueblo colombiano, democráticamente, puedan elegir sus posiciones. Esa es la democracia hablando. Lo que tenemos ahora es la deformación de la justicia en esplendor.

La justicia está politizada y eso es lamentable. Por eso resulta tan chocante tener que recordarle al Fiscal que primero es Fiscal y no candidato.

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